El poeta berlinés Steffen Popp ha sido nominado al Premio de la Feria del Libro de Leipzig por su nueva obra “118”. Con motivo del Día Mundial de la Poesía, habla sobre el poder de la lírica.
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Deutsche Welle: Señor Popp, la Unesco declaró el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía. ¿Tiene este martes (21.03.2017) un significado especial para usted?
Steffen Popp: Cada año, la Fundación Puerta de Brandeburgo celebra este día con lecturas, y me emociona que haya podido presentarme y leer mis obras ahí dos veces. Es un evento muy bonito, que se realiza en cooperación con el programa de artistas del Servicio de Intercambio Académico Alemán (DAAD, por sus siglas en alemán) y sus autores internacionales.
Usted es considerado uno de los creadores alemanes más renombrados. Ha publicado cuatro volúmenes de poemas. Su lírica ha salido en grandes periódicos y antologías. Pero también es traductor. ¿Por qué traduce?
Traduzco sobre todo poemas de la región angloparlante, poetas estadounidenses. Y, con ayuda de traductores, que me facilitan traducciones textuales y me asesoran, también de otros idiomas. Siempre y cuando se presenta la oportunidad, claro. ¿Por qué lo hago? Es una pregunta interesante, porque no solo me concierne a mí, sino a casi todos los poetas de mi generación y, quizá, incluso de la anterior. El hecho de traducir es importante para nosotros para enterarnos de lo que pasa en el mundo de los versos. Así también podemos aprender algo para nuestro oficio y ampliar nuestro espectro.
¿Qué podemos esperar de la literatura en tiempos de guerra, persecución y crueldad extrema? ¿Acaso la poesía nos da seguridad, sirve como un ancla?
Creo que sí. Se conoce, por ejemplo, la historia de la esposa del poeta ruso Ossip Mandelstam, que fue víctima de la persecución estalinista. La señora aprendió de memoria todos sus textos, rescatándolos del olvido. Los poemas se aprenden con ayuda de la mnemotecnia. La rima, o por lo menos la asonancia, es decir un sonido determinado del verso o también su ritmo, son importantes en la lírica histórica, porque ayudan a memorizar un texto. Este tipo de estructuras nos dan una estabilidad interna y, más allá de la estructura acústica, un sentido.
También se sabe que presos, que estuvieron incomunicados por largo tiempo, se enseñaron a jugar ajedrez mentalmente para aferrarse a estructuras civilizatorias que nadie les podía quitar, puesto que se trata de procesos internos. Esto les da estabilidad, y desde luego la lírica también tiene ese poder.
Usted también escribió una novela ("Ohrenberg oder der Weg dorthin”), pero finalmente decidió dedicarse solo a la lírica. ¿Qué ventaja tiene ésta sobre la prosa?
En la lírica no existen las introducciones largas. Ya en la primera línea llegas al grano. Además, hay una interesante relación entre lo que se dice, es decir el mensaje escrito, y las imágenes que el lector asocia con la información escrita. Es fascinante ver si la imagen del lector concuerda con el mensaje o no.
Goethe, el poeta y sus oficios
Fue toda una figura para la literatura. Sin embargo, Goethe nunca estaba del todo satisfecho y el versátil genio trató de destacar en muchos géneros. Aquí algunos de sus aspectos menos conocidos.
Imagen: ullstein bild - JOKER/Haefele
Ministro e inspector de cuentas
A los 26 años se fue a la corte de Weimar. Fue ministro del duque Carl August y entre las actividades oficiales de Goethe estaban incluidas tanto la minería como la construcción de caminos y la comisión de guerra. Su objetivo final era sanear el endeudado presupuesto. Para eso aplicó medidas radicales como reducir las fuerzas armadas a la mitad.
Imagen: Imago/United Archives
El amigo fiel
A Goethe le gustaba relajarse en esta casa del parque de Weimar. El duque Carl August era más que su patrón y ambos fueron amigos durante 53 años. No siempre en armonía, porque Goethe tenía sus propias ideas y, por ejemplo, rompía la relación con sus repentinos largos viajes. Al duque le debe su título “Von”, ya que elevó a Goethe a la categoría de noble en 1782.
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El científico
Goethe estaba muy ocupado con la corte de Weimar. Pero esta actividad no le llegaba a satisfacer del todo. Por eso buscaba otros mundos: geología, botánica, mineralogía, osteología… Más tarde se centró en la metamorfosis de las plantas y fue uno de los cofundadores de la morfología: la ciencia de la formación y la organización de los seres vivos y sus partes.
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El exiliado
A medida que el cargo de ministro le venía grande, en 1786 Goethe emprendió un viaje repentino y pasó dos años en Italia. Aprendió sobre la antigüedad y el renacimiento, y en sus cartas habló de una reencarnación y una nueva juventud. Italia lo inspiró para trabajar en obras como “Iphigenie auf Tauris”, “Egmont” y “Torquato Tasso”.
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El artista del jardín
Goethe fue un amante de las flores, especialmente de las malvas. Aunque nunca puso un pie en Inglaterra, siempre estuvo fascinado por los jardines de los paisajistas ingleses. Incluso pudo recrear algunos de ellos en su propio jardín y en el parque de Weimar. La “Casa Romana” de la foto surgió como inspiración de su viaje a Italia.
Imagen: picture-alliance/akg
El conquistador
La imagen muestra a Christiane Vulpius, amante y después esposa de origen humilde de Goethe. Su madre le llamaba su "tesoro de cama". De hecho, la joven inspiró las "Elegías romanas" del poeta, 24 poemas eróticos demasiado liberales para Weimar. Pero las elegías significaron mucho más, ya que fueron la emancipación de Goethe como autor.
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El director de teatro
Goethe trabajó más de 20 años como director artístico. Primero en el teatro de aficionados de la corte de Weimar y luego en el refundado Teatro de la Corte. Al principio, participaba como amateur y en sus primeras piezas actuó incluso con su amigo el duque Carl August. Más tarde, el Teatro de la Corte se convirtió en uno de los escenarios principales del país.
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El clásico
Goethe y Schiller fueron dos espíritus libres. Al principio, Schiller llamó a Goethe "egoísta e insensible". El otro respondió hablando de un "encuentro fallido". Sin embargo, uno no podía vivir sin el otro y desarrollaron conjuntamente un estilo literario que conocemos como "clasicismo de Weimar". Un intercambio muy importante. Según dijo Goethe, “Schiller le había vuelto a convertir en poeta”.
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Profesor de colores
Goethe se ocupó durante 20 años de la naturaleza del color. En 1810 publicó sus dos volúmenes y sus imágenes con sus lecciones de colores. En ellas trató de plasmar los colores en su totalidad y no solo desde el punto de vista físico. Sin embargo, solo un tercera parte de la ciencia lo apoyó y la la mitad lo rechazó con la consiguiente frustración y decepción.
Imagen: gemeinfrei
Entre Oriente y Occidente
Goethe no solo recibió la inspiración de Italia y la antigüedad. Estudió árabe y persa, la lectura del Corán y los versos de Hafiz, uno de los famosos poetas y místicos persas. Este recién descubierto espacio cultural le provocó una “euforia creativa” y publicó su colección de poemas más amplia con “Diván de Oriente y Occidente”.
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El buscador
¿Qué rasgos autobiográficos muestra la obra maestra de Goethe, la tragedia "Fausto"? Tanto para el autor como para su protagonista, la búsqueda de lo que sostiene el interior del mundo. El académico Fausto se enfrenta con su codicia al conocimiento más profundo y el deseo, a relaciones fallidas, la magia, la culpa, la fe, el perdón divino, la redención y mucho más. ¿Y Goethe ...?