Con los cambios a último momento con las nuevas restricciones por CoVid-19 en Alemania, Latinale es por primera vez completamente online con escritores latinoamericanos dando charlas desde sus países.
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Organizar un festival de cualquier índole es siempre un trabajo sacrificado y complejo. Pero más aún es hacerlo durante tiempos de pandemia donde las regulaciones son tan cambiantes y a veces poco claras.
La oferta de eventos culturales latinoamericanos de Berlín se vio seriamente afectada este año. Festivales como el Panorama Colombia en marzo o el clásico festival de cine latinoamericano Lakino fueron cancelados dejando apenas un puñado en vida como el Chilean Conexión o el festival móvil de poesía latinoamericana Latinale que tiene lugar del 19 al 26 de noviembre en Berlín, Osnabrück y Barranquilla simultáneamente, siendo el primer festival online latinoamericano hecho en Alemania.
La cultura en los tiempos del Coronavirus
Los organizadores esperaban tener menos público en la sala debido a las restricciones por la pandemia y por eso ya desde un inicio consideraban la inclusión de la transmisión de los eventos a través de plataformas de streaming online. "Se concibió cómo algo híbrido desde el comienzo", dice Timo Berger, uno de los organizadores del Latinale. "La crisis nos demanda un esfuerzo bastante grande para planificar, en el transcurso del año tuvimos que concebir el festival tres veces".
Timo Berger explica que una de las mayores dificultades fue intentar conseguir los permisos para traer invitados de otros países. Fue el caso con el poeta chileno Carlos Soto-Román, a quien la organización del Latinale le pidió un permiso al gobierno federal alemán para que pudiera llegar, pero no pudo ser. "Tampoco tiene sentido que haga quince días de cuarentena en Berlín y luego quince más en Chile", agrega Berger. De todas maneras, el poeta, así como varios otros invitados, participa a distancia.
Poesía y populismo
El tema central del Latinale 2020 es la relación entre la poesía y el populismo. "Un poco está influenciado por la era de Trump, agregando a Bolsonaro o la vuelta del discurso peronista", dice Berger. "El movimiento populista siempre tiene a un líder bastante fuerte y expuesto que es también ambiguo porque, por un lado, aparece un Perón o Evo Morales que pudieron acercar estratos de la población con frases simples a la política que antes no se interesaban o eran excluidos. Pero en contrapartida la poesía es a veces descrita por el discurso populista como algo de élite".
El programa del festival menciona que los lemas son compartidos hoy en día a través de hashtags y memes como #MeToo y #ChileDespertó, que identifican problemas, condensan mensajes y crean solidaridad, pero también pueden dejar poco espacio para opiniones más complejas. Identificando esta problemática, Latinale menciona que el rol del poeta aparece en estas circunstancias tomando estos lemas y jugando con ellos de manera poética y diversificando también su significado.
"Nos preguntamos cuál es el rol del poeta en tiempos donde parece difícil una visión que contemple las complejidades de la realidad y no que intente establecer dos bandos: 'estás conmigo o con el otro'", continúa Berger, haciendo referencia a la polarización que existe en el populismo.
Poesía berlinesa-latinoamericana: una apuesta al futuro
En Berlín ya son una realidad los 'Encuentros hispano-poéticos' que desde hace más de dos años concentran en su mayoría a jóvenes menores de treinta años, que una vez al mes declaman sus poesías en bares o centros culturales. Por primera vez, el Latinale incluye a uno de los micrófonos abiertos que hace más tiempo funciona en la ciudad, "Pasajeros del mundo", organizado por las escritoras Karen Byk y Alicia Morán.
"Es un caldo de cultivo; se está formando algo con mucha gente que tiene necesidad de expresarse", comenta al respecto Berger. "Hay que ver qué surge de ahí porque son siempre procesos; nacen revistas literarias, fanzines, editoriales independientes y espacios como la biblioteca en español de Bartleby donde hay talleres y lecturas. Creo que es muy importante otorgar desde el festival un lugar más oficial, haciendo el puente con el Instituto Cervantes, el Iberoamericano y embajadas, y así darles espacio para profesionalizarse. Es una apuesta al futuro con una escena muy joven".
Primer Festival de Empanadas Latinoamericanas en Berlin
El universo de la empanada abre sus puertas en la capital alemana con las especialidades de distintos países de la región.
Imagen: Manuel Sierra Alonso
Restaurante "La Criolla": auténticas empanadas argentinas
Gabriela Gasioli Otegui es la cocinera del local y la que hace a mano todas las empanadas. Originalmente el local ofrecía 25 variedades distintas, pero ajustaron el menú debido a la pandemia. Los distintos sabores se distinguen por la manera de doblar la masa.
Imagen: La Criolla
Gabriela Gasloli Otegui y Anja Dollan
En el barrio berlinés de Pankow se encuentra un pequeño, pero muy concurrido local, que es atendido personalmente por sus fundadoras, Gabriela Gasloli Otegui y Anja Dollan. El local nunca cerró durante la pandemia porque ofrece sus productos para llevar. Lo que es sorprendente es que la cocinera, Gabriela Gasloli Otegui, afirma que cuando llegó a Bertlín no sabía cocinar.
Imagen: La Criolla
Cartel del Festival, en la fachada de "La Criolla".
El local ofrece empanadas y alfajores. Se llama así porque sus propietarios dicen que no hay nada más criollo que las empanadas, que, por cierto, han tenido una muy buena recepción entre el público alemán, ávido de probar sabores de distintos países.
Imagen: La Criolla
"La Despensa", con especialidades paraguayas.
Rodrigo Franco llamó así a su restaurante en memoria de su abuela. Instaló un mobiliario que le recuerda a Luque, Paraguay. Se instaló en el barrio berlinés de Friedrichshain, que, según Rodrigo, es el que tiene la mayor influencia latina en la capital alemana. Lo especial de la empanada, según él, es que ofrece la posibilidad de introducir varios sabores a la vez.
Imagen: La Despensa
Empanadas paraguayas de "La Despensa"
Rodrigo Franco, fundador de "La Despensa", asegura que la relación con el público alemán es muy buena. Casi el 30% de sus clientes son alemanes, y la mayoría ha estado en América Latina.
Imagen: La Despensa
Comprar y tomarse un vino o un mate
Rodrigo Franco ofrece a sus comensales especialidades de su tierra natal. "Quería que la gente se relacionara con una tienda de barrio, no sólo el lugar en dónde comprar ciertos productos, sino también un espacio para tomarse una copa de vino, un mate, o llevar algo a casa para comer".
Imagen: La Despensa
"La Picá de Deli Mel", especialidades chilenas.
El local, en el barrio de Alt-Hohenschönhausen, en las afueras de Berlín, se llama así porque alude a la cocinera. Picada o Picá, es en Chile un lugar que ofrece buena comida, más bien rústica y de precio económico. Deli Mel alude a las delicias que prepara Melissa, quien cocina y hornea los postres y dulces chilenos.
Imagen: La Pica de Deli Mel
"Gloria", especialidades argentinas
El restaurante "Gloria" abrió en 2013 en el barrio de Kreuzberg. Su propietario, Maximiliano Pallocchini, quería que tuviera un nombre latino que relacionara al lugar con la comida casera. La película del chileno Sebastián Lelio, del mismo nombre, que ganó el premio del Jurado de la Berlinale en 2013, lo acabó convenciendo.
Imagen: Gloria
"Gloria", Prenzlauer Berg
Tuvo tal aceptación el primer restaurant, que en 2016 le siguió un segundo, en el popular barrio de Prenzlauer Berg. Es más bien un bistró local de empanadas.
Imagen: Gloria
"Como en Casa", especialidades peruanas
"Como en Casa" fue fundado por el paraguayo Alan Abanto Mejía, que quería abrir un local con comida criolla peruana que también ofreciera empanadas caseras. El nombre del local quiere transmitir que allí se puede comer y sentirse como en casa.
Imagen: Como en Casa
"El chilenito", en el barrio de Kreuzberg
Eduardo (Lalo) Estrada llegó a Berlín en 1975, siendo muy pequeño, con su padre, que se exilió en Alemania. El nombre del lugar alude al deseo de "volver a Chile", dice. Lalo cuenta que intentó volver a Chile dos veces, pero entretanto ya encontró su hogar en Berlín. El Chilenito ofrece especialidades típicas y fáciles de preparar.
Imagen: El Chilenito
Especialidades chilenas para todos
Según el fundador de "El Chilenito", Lalo Estrada, la diferencia entre el público alemán y el chileno es que los primeros estudian la carta minuciosamente antes de hacer un pedido. En cambio, y como es lógico, una persona chilena llega, ve el menú y sabe inmediatamente lo que quiere, asegura.