Cuando en 1974 formó una tropa de observadores para las alturas del Golán, con el objeto de vigilar el cese del fuego entre Siria e Israel tras la guerra, el entonces ministro de Relaciones Exteriores germano, Hans Dietrich Genscher, aseguró que de ningún modo tomarían parte en ella alemanes. Tampoco en Israel ello resultaba imaginable. 32 años más tarde, las cosas han cambiado. Ahora, el primer ministro israelí declara que le gustaría ver soldados alemanes en las filas de una fuerza multinacional de paz.

En Alemania, sin embargo, preocupa la posibilidad de que se pueda instar al país a enviar tropas al sur del Líbano. Y pese a las vacaciones de verano, el asunto se discute, sin que se haya conseguido hallar una respuesta clara. Por ahora, la canciller Angela Merkel sólo se ha mostrado, en lo sustancial, a favor del envío de una fuerza multinacional, con un mandato de la ONU. Si los alemanes han de formar o no parte de ella, es un asunto diferente. El ministro de Defensa, Franz-Josef Jung, lo considera posible, mientras el de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, sigue sin pronunciarse. Dentro de los partidos políticos, las opiniones están divididas. Algunos derivan de la historia alemana una obligación de participar; otros estiman que ése es precisamente un motivo para no hacerlo.

Críticas a Israel

Ciertamente también hay otras buenas razones para estar en contra del envío de soldados alemanes. Entre ellas, que será muy difícil explicar a la opinión pública por qué habrían de ponerse en peligro soldados germanos en el Medio Oriente. Ocurre que en esta opinión pública, al igual que en muchos políticos, está cambiando la apreciación de lo que ocurre en Israel y en la región en conflicto. El propio ministro del Interior bávaro, Günter Beckstein, consideró que "no se puede justificar" lo que está haciendo Israel. Indicó que por mucho que se comprenda la intención israelí de defenderse de los ataques de Hezbolá, "uno no puede bombardear sencillamente a civiles y luego hablar de daños colaterales".

Antes que el político conservador bávaro fue la ministra de Copperación Económica, Heidemarie Wieczorek Zeul, perteneciente al ala izquierda de la socialdemocracia, la que formuló en televisión críticas contra Israel, reprochándole atropellos contra el derecho internacional. A su juicio, el que los ataques israelíes haya forzado a huir a cientos de miles de libaneses "conduce a que aumente la radicalización y a que la gente se ponga a favor de aquellos que rechazan la paz".

Cambio de perspectiva

Estos no son los únicos políticos alemanes que han criticado el proceder israelí. Y, si los políticos ya se expresan de este modo, no pasará mucho tiempo hasta que la opinión pública deje de contenerse. Así, disminuirá la disposición a permitir que el pasado y la responsabilidad histórica influyan sobre la forma de ver y aquilatar lo que ocurre en el Medio Oriente. En la misma medida disminuirá probablemente también la disposición a enviar "tropas protectoras" o a financiar con dinero de los impuestos la reconstrucción de lo que Israel ha destruido en las últimas semanas.