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Polémica en torno a nueva estación de trenes en Stuttgart

26 de agosto de 2010

Bajo las protestas de miles de manifestantes se comenzó a demoler la estación central de trenes en Stuttgart. Por más de 4 mil millones de euros se la convertirá en una estación subterránea de paso.

El ala norte de la estación a punto de ser demolido.Imagen: picture-alliance/dpa

El llamado Stuttgart 21 es uno de los proyectos ferroviarios más caros y más controvertidos en la historia alemana. La antigua estación, bajo protección del patrimonio nacional, deberá ser demolida en parte y trasladada bajo tierra. De este modo la estación cabeza de línea se convertiría en una estación de paso. Para poder realizar esto es necesario cavar un sistema de túneles de 33 kilómetros de longitud.

Protestas multitudinarias

Desde hace varios días ya que los contrarios al proyecto de restauración y renovación de la estación central de trenes en Stuttgart están protestando contra el mismo. El primero de agosto comenzaron los trabajos de demolición en la estación ferroviaria y este jueves (26.08.2010) una excavadora tiró abajo un muro lateral del ala norte.

Los trabajos de demolición están siendo presenciados por miles de ciudadanos contrarios al proyecto.Imagen: AP

Unos 50 manifestantes pasaron toda la noche delante de la estación. Entre ellos, siete personas que subieron al techo del edificio principal, desde donde desplegaron una pancarta de protesta. Durante el día los activistas detuvieron el tránsito en varios puntos centrales en torno a la estación ferroviaria. Otros manifestantes bloquearon las vías, haciendo que el tren de gran velocidad, TGV, rumbo a París partiera con 40 minutos de retraso.

Fue necesaria gran presencia policiaca para brindar la seguridad necesaria a los obreros encargados de llevar a cabo la demolición. Según declaraciones de la policía de Stuttgart, esta mañana se hicieron presentes 6.000 manifestantes delante de la obra. Los organizadores de la manifestación, en cambio, hablaron de 12.000 ciudadanos, que expresaron públicamente su descontento con la obra multimillonaria. Ya se anunció que las medidas de protesta continuarán en los próximos días.

Peligro de vida

Los manifestantes intentaron bloquear o al menos retrasar la partida de los trenes.Imagen: picture-alliance/dpa

El arquitecto Frei Otto, si bien fue uno de los iniciadores del proyecto Stuttgart 21, ahora exige que se detenga la obra inmediatamente ya que teme consecuencias fatales. “Hay que tirar del freno de emergencia”, dijo el arquitecto estrella en una entrevista concedida al magazín stern. Frei Otto dijo que era su “obligación moral” hablar sobre los peligros de este proyecto y añadió “si no decimos nada, estamos poniendo vidas en peligro”.

En 1997 Frei Otto había ganado, junto al arquitecto Christoph Ingenhoven, el concurso para la estación subterránea. Pero hace un año abandonó el proyecto Stuttgart 21, porque dudaba cada vez más de la seguridad del mismo. Otto teme ahora que la estación pueda inundarse o incluso remontar, “como un submarino que emerge del mar”.

Subsuelo engañoso

La tierra en la región de Stuttgart está llena de agua y de capas de yeso con un alto contenido de anhídrido, es decir, de minerales que se hinchan y pueden crear huecos y cráteres incontroladamente. Un peritaje geológico realizado en 2003 confirma los reparos de Frei Otto y constata que el subsuelo de Stuttgart tiene tantos agujeros como un queso suizo. Resulta casi imposible calcular cuánto durarán los trabajos en un suelo con estas características, ni cuánto costará finalmente este proyecto. “Con los conocimientos de hoy, ya no puedo asumir la responsabilidad por este proyecto“, dice Otto.

Maqueta del proyecto Stuttgart 21, que prevé la construcción de una estación subterránea.Imagen: AP

Dr. Jakob Sierich, geólogo y especialista para capas terrestres altas en anhídrido y en yeso, analizó el peritaje y llega a la siguiente conclusión: “los riesgos del proyecto Stuttgart 21 no son las posibles grietas en los muros de una casa, sino los posibles cráteres en los cuales podrían desaparecer casas enteras. Estamos hablando de vidas humanas.”

Un arquitecto se defiende

Cadena humana de protesta contra Stuttgart 21.Imagen: picture-alliance/dpa

Entretanto el arquitecto Christoph Ingenhoven, ahora sólo al frente de Stuttgart 21, intenta hacer a mal tiempo buena cara. Ingenhoven dice estar contento de que finalmente comienza la obra. Lo único que lamenta es que se estén mezclando demasiados temas: hay quienes están en contra de la demolición de las alas laterales de la estación, otros critican el proyecto en su totalidad y también están los ambientalistas, que quieren proteger la naturaleza. Según Ingenhoven, las protestas han sido instrumentalizadas, principalmente por políticos del partido ecologista Los Verdes.

Autora: Valeria Risi

Editor: Enrique López Magallón

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