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PolíticaGeorgia

Polémica ley de ONG: ¿Sigue Georgia el ejemplo de Rusia?

Anja Koch
3 de mayo de 2024

Desde hace semanas hay protestas en Georgia contra un proyecto de ley sobre las ONG que recuerda lo ocurrido en Rusia.

Protesta contra el gobierno de Georgia.
Protesta contra el gobierno de Georgia.Imagen: Vano Shlamov/AFP

Rusudan Djakeli no ha vuelto a casa ni una sola noche en los últimos días. Junto con otros miles, y a veces decenas de miles de personas, ha pasado las últimas veladas en pie de protesta contra el gobierno frente al Parlamento, en Tiflis, la capital de Georgia.

"Estoy aquí para defender a mi país", dice la joven de 30 años, que cree que su patria está en grave peligro. El motivo es una ley que el gobierno intenta aprobar en el Parlamento. En ella se estipula que las organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación que reciban más del 20% de su financiación del extranjero deberán en el futuro declararlo ante las autoridades estatales. "Rusia nos ataca, no directamente, sino indirectamente", afirma Rusudan. En muchas pancartas se puede leer: "No a la ley rusa". El gobierno georgiano rechaza esta comparación.

La ley rusa sobre "agentes extranjeros"

Muchos georgianos creen que el partido gobernante, "Sueño Georgiano", está influido por el Kremlin. Su fundador y presidente honorario, Bidsina Ivanishvili, quien hizo su multimillonaria fortuna en Rusia en la década de 1990, difundió a principios de semana teorías conspirativas que para muchos reflejan la retórica del presidente ruso: habló de un "partido global de la guerra" que tendría una fuerte "influencia en las decisiones de la OTAN y la Unión Europea (UE)".

Los manifestantes también ven paralelismos entre el proyecto legislativo y una ley que se aprobó en Rusia en 2012. "Quieren adaptar nuestro sistema jurídico al de Moscú, este proyecto es una copia de la ley rusa", afirma Rusudan Djakeli.

En aquel entonces, el Parlamento ruso estipuló que las organizaciones debían etiquetarse como "agentes extranjeros" si recibían dinero del exterior. El actual proyecto de ley del gobierno georgiano prevé el registro como "organización que representa intereses extranjeros" si más del 20% del presupuesto de una organización procede de otros países.

"La ley rusa era aún más estricta", afirma Marcel Röthig, director de la oficina regional del Cáucaso Sur de la Fundación Friedrich Ebert. "Pero ambas leyes tienen un carácter difamatorio similar", acota. Röthig rechaza el argumento del Gobierno georgiano de que la nueva normativa generará más transparencia: "Una organización de protección del medio ambiente que hace campaña por la conservación de la naturaleza y recibe una subvención de un socio extranjero, de pronto habría de representar intereses extranjeros. O una organización de medios de comunicación libres, que no representa los intereses de nadie, de repente se describe como representante de los intereses de potencias extranjeras".

La ley podría ser solo el primer paso

El panorama de los medios de comunicación en Georgia ya está dividido. Por un lado están los medios cercanos al gobierno que reciben financiación del dinero de los contribuyentes, y por el otro, las emisoras independientes, que a menudo no tienen dinero suficiente. Los medios que informan sin censura tienen casi nulos ingresos por publicidad, por lo que dependen de donaciones de la UE o Estados Unidos, por ejemplo. Sin este apoyo financiero, varios medios de comunicación críticos de Georgia probablemente no podrían continuar su labor periodística.

Las banderas georgianas ondearon en las protestas.Imagen: Irakli Gedenidze/REUTERS

Muchos manifestantes temen también que el gobierno intente desacreditar a las ONG que hacen campaña por los derechos de las minorías, como la comunidad LGBTQ. Los miembros de "Sueño Georgiano" han hablado en repetidas ocasiones de "propaganda LGBTQ", de la que hay que proteger sobre todo a los jóvenes. También se teme que la ley sea solo un primer paso, y que el gobierno continúe endureciendo las medidas en contra de la libertad de prensa y pensamiento, como ha hecho el Kremlin. Mientras tanto, Moscú ha disuelto numerosas ONG, como la organización de derechos humanos "Memorial".

"Lo hemos vivido en Rusia: estas leyes fueron el principio de las restricciones de la sociedad civil rusa", afirma Marcel Röthig. "Envenenaron el ambiente, porque la gente que participa en la sociedad civil puede tener miedo de ser estigmatizada".

El 80% de los georgianos quiere pertenecer a la UE

Sin embargo, hay una diferencia significativa entre la situación actual de Georgia y la de la Rusia de entonces: el año pasado se concedió a Georgia el estatus de país candidato. La república caucásica tiene perspectivas de ingresar en la UE. La ley probablemente imposibilite de momento las negociaciones concretas de adhesión, pero en las encuestas más del 80% de los georgianos afirman que quieren ser parte de la UE. Por eso, gente como Rusudan Djakeli sale a la calle todas las noches. Y piensa seguir haciéndolo, hasta que la ley sea derogada.

(hc/ers)

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