Entierran a víctimas de la II Guerra Mundial halladas en fosa común
14 de agosto de 2009La fortaleza de la Orden de los Caballeros Teutónicos en Malbork –conocida como Marienburg antes de la Segunda Guerra Mundial– ya era una de las atracciones turísticas más grandes de Polonia cuando, en octubre de 2008, durante el proceso de excavación para construir un hotel de lujo en el casco central de la ciudad, se descubrió una fosa con más de 2.000 cadáveres a 300 metros del histórico monumento. El hallazgo atrajo la atención del mundo, sobre todo la de historiadores a la búsqueda de respuestas para preguntas que la guerra dejó abiertas.
¿Se encuentran entre esos cuerpos los restos de los 1840 ciudadanos alemanes de Marienburg tenidos por desaparecidos desde que finalizó la gran conflagración? ¿Cuáles fueron las causas de sus muertes? Aún no se sabe. Y, después de tantos años bajo tierra, nadie puede asegurar que los motivos de los decesos puedan ser esclarecidos. Los restos mortales de 2116 personas fueron enterrados solemnemente este viernes (14.8.2009) en un área reservada para civiles dentro del cementerio militar de Stare Czarnowo (Neumark, para los alemanes), una pequeña comunidad cerca de Szczecin (Stettin), al norte de Polonia.
Un suceso sombrío y enigmático
Los restos encontrados pertenecen a 1001 mujeres, 381 hombres y 377 infantes. En 357 casos no se ha podido determinar ni el género y ni la edad de los muertos; sus identidades siguen siendo un enigma y llama la atención que, en el sitio donde se hallaban los cadáveres, no haya habido rastro alguno de ropas, zapatos ni de cualquier otro objeto personal. Las causas de las muertes tampoco han sido establecidas.
Según informaciones de agencias, es posible que la mayoría de estas víctimas de la guerra hayan muerto entre enero y marzo de 1945 a causa del frío, del hambre y de las enfermedades que las circunstancias propiciaban. Sólo algunos de los huesos analizados por el médico forense polaco Leszek Zacharczuk muestran rastros de una muerte ocasionada violentamente; Zacharczuk alude a quemaduras y orificios de bala como los hallados en la osamenta craneal de los cuerpos que se hallaban en la parte superior de la fosa común.
Los rastros de la guerra
Se especula que éstos últimos pueden haber sido prisioneros de guerra del Ejército Rojo, a quienes se les ordenó cavar la fosa y enterrar a los muertos antes de ser ejecutados. Pero la mayoría de los cuerpos hallados parecen pertenecer a alemanes que murieron durante la evacuación de Malbork, al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
Cuando las tropas soviéticas avanzaban hacia Malbork en 1945, se le exigió a los habitantes alemanes que abandonaran la ciudad. Una parte de los civiles hizo caso omiso al llamado y se quedó en Malbork, que poco más tarde fue tomada por los solados rusos. Después de eso, la huida se hizo prácticamente imposible. Desde entonces, 1840 antiguos habitantes alemanes de la ciudad son considerados como desaparecidos.
Oportunidad para mejorar relaciones
“Lo ocurrido me genera una gran tristeza”, dijo a la agencia dpa el embajador de Alemania en Polonia, Michael Gerdts, antes de que comenzara la ceremonia funeraria de carácter ecuménico este viernes. “Y al mismo tiempo siento que Alemania, Polonia y otro países tenemos la responsabilidad y el deber de trabajar juntos para que cosas semejantes no se repitan jamás”, agregó Gerdts, sumándose a las voces que ven en este funeral –coordinado por organizaciones para la conservación de cementerios dedicados a los caídos de guerra, tanto de Alemania como de Polonia– otra prueba de que las relaciones entre ambos países están mejorando.
Un comunicado de prensa emitido por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) señala que es un signo de reconciliación valioso el hecho de que quienes más han insistido en que se aclare todo lo relativo a las fosas de Malbork sean precisamente un grupo de jóvenes polacos y un grupo de alemanes expulsados de los territorios que hoy pertenecen a Polonia.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas