Policía vs. indignados
5 de agosto de 2011
Los disturbios se saldaron con 20 heridos, siete de ellos policías, y cinco detenidos.
Se trata del incidente más grave ocurrido en Madrid en el marco de las protestas del "movimiento de los indignados", que irrumpió el 15 de mayo exigiendo un cambio del modelo político y social en una España sumida en la crisis económica.
Por tercer día consecutivo, los indignados mantuvieron hoy su pulso a las fuerzas de seguridad tratando de "recuperar" la Puerta del Sol, epicentro y símbolo de las protestas ciudadanas del que fueron desalojados el martes los últimos acampados.
Colapsan entradas a la plaza
Durante la jornada del jueves, los indignados trataron desde el mediodía de entrar en el kilómetro cero de Madrid, blindado por la policía desde el desalojo del martes, y no lo consiguieron, pese a sus apelaciones al derecho a la libre circulación recogido en la Constitución Española.
Las autoridades cerraron durante horas las estaciones de metro y de tren de Sol para impedir su acceso y muchos comerciantes de la zona optaron por echar el cierre temporalmente a primera hora de la tarde ante la posibilidad de disturbios.
Después de un nuevo intento por la noche y de colapsar las entradas a la plaza, los indignados marcharon por calles del centro de la ciudad, cortando el tráfico en la Gran Vía, y se dirigieron hacia el Ministerio del Interior, en el Paseo de la Castellana.
"Si la policía ocupa Sol, hay más plazas", habían advertido. Las fuerzas de seguridad los disolvieron allí cargando contra ellos.
Otra vez hacia la Puerta del Sol
Tras la actuación policial, cientos de indignados se dirigieron de nuevo en la medianoche hacia la Puerta del Sol desde varios lugares de Madrid.
Aunque durante las protestas de estos días había habido momentos de tensión entre la policía y los manifestantes, hasta la noche del jueves no se habían producido incidentes graves, aunque sí cinco detenciones.
El desalojo del martes en la Puerta del Sol reavivó las protestas del "movimiento de los indignados", que pide un cambio en el modelo político y social de una España sumida en la crisis económica.
Los indignados lo achacan a la próxima visita a España del papa Benedicto XVI, que estará en Madrid del 18 al 21 de agosto con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El movimiento ciudadano irrumpió el 15 de mayo, en medio de la campaña electoral para las elecciones municipales y autonómicas.
Durante días, decenas de miles de personas se concentraron a diario en plazas emblemáticas de unas 150 ciudades españolas, en muchas de las cuales establecieron acampadas permanentes que tiempo después decidieron levantar o fueron desalojadas.
dpa
Editor: Pablo Kummetz