Policía desaloja vías ocupadas por refugiados en Macedonia
23 de febrero de 2016
La Policía griega inició esta mañana una operación para desalojar las vías del tren en la frontera con Macedonia, bloqueadas desde ayer por varios centenares de refugiados.
Publicidad
Los refugiados son en su mayoría afganos y bloquean las vías del tren en protesta por que las autoridades de Skopje les impiden entrar en su país.
Según informan los medios locales este martes (23.2.2016), cerca de 300 personas se habían tendido en las vías, y los efectivos policiales los están trasladando a autobuses para llevarlos de regreso a Atenas o a Salónica. En total se espera que a lo largo del día sean reubicados a los campamentos de acogida de ambas ciudades unos 900 afganos.
El campamento de Idomeni, en la frontera entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), con capacidad para un máximo de 2.000 personas está a rebosar desde que Skopje decidió impedir la entrada a todo refugiado que no disponga de un documento de identidad o pasaporte y prohibiera de facto el cruce a todos los afganos.
Además de las 2.000 personas que se encuentran en este campamento, otras 3.000 esperaban ayer en una estación de servicio, situada a unos veinte kilómetros a poder seguir hacia la frontera. Muchas de estas personas optaron por abandonar el lugar y emprender a pie la marcha hasta la frontera.
Contravención a acuerdo del Consejo Europeo
El Gobierno macedonio señaló ayer que tan solo prohíbe la entrada a afganos que llevan años viviendo en Grecia y que por tanto considera inmigrantes económicos en lugar de refugiados. De facto, esto se tradujo en que entre la tarde del domingo y la del lunes tan solo una persona de esta nacionalidad pudiera cruzar la frontera.
Skopje indicó además que entre el domingo y el lunes Serbia devolvió a Macedonia a unos 700 afganos, quienes a su vez provenían de Croacia y ahora se encuentran en una zona neutral entre los dos países cerca de la frontera de Tabanovce, en el lado macedonio.
"Hasta ahora Croacia no ha dado ninguna información que explique el movimiento de Zagreb de devolver a estas 700 personas a Serbia. Macedonia tampoco ha recibido ninguna explicación de Serbia", señalaron las fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Fuentes del Gobierno heleno informaron, por su parte, de que se han mantenido contactos con otras capitales de la Unión Europea para dejar claro que lo que está ocurriendo contraviene lo acordado en el Consejo europeo del viernes pasado, es decir, que ningún país emprendería ninguna acción unilateral antes de la próxima cumbre del 7 de marzo.
Francia: la miseria de los refugiados kurdos
En la localidad de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque, 2.000 refugiados kurdos aguardan una posibilidad para continuar su viaje a Gran Bretaña. El lodo y el frío agudizan su miseria. El Estado francés no interviene.
Imagen: DW/B. Riegert
Refugiados varados en Francia
Unos 2.000 hombres, mujeres y niños viven en el campamento improvisado en la localidad francesa de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque. Allí los refugiados kurdos han construido pequeñas tiendas de campaña. Aquí documentamos sus extremas condiciones de vida.
Imagen: DW/B. Riegert
Esperando
Lizman es originario de la región del Kurdistán iraquí. “En casa hay guerra”, dice. Su meta es llegar a Inglaterra. En el campamento ha instalado un pequeño café en una barraca de madera. Este es el punto de encuentro de los jóvenes.
Imagen: DW/B. Riegert
Meta: Gran Bretaña
El iraquí Asis ha pedido prestado un martillo para repara su tienda de campaña y evitar que entren el lodo y el frío. El joven kurdo quiere atravesar el Canal de la Mancha. Para ello, tendría que pagar a un “coyote” hasta 5.000 euros. “Del otro lado todo tiene que ser mejor”, espera Asis.
Imagen: DW/B. Riegert
Una chispa de esperanza
No se sabe cuántos niños viven en el campamento en medio de la basura y el lodo. Voluntarios han recolectado peluches, y de vez en cuando los reparten en la “tienda de campaña de los niños”.
Imagen: DW/B. Riegert
Hundimiento
Esta muñeca se le cayó a un niño en el lodo. Muchas esperanzas se hunden en el campamento. En las noches el frío es inclemente y no hay luz eléctrica. Solo hay unos cuantos inodoros químicos portátiles y un par de duchas.
Imagen: DW/B. Riegert
Voluntarios de Inglaterra
Chris Bailey fue soldado en Irak. Ahora ayuda a los migrantes que quieren llegar a Inglaterra. “Las condiciones aquí son peores que algunas cosas que vi en la guerra”, dice el veterano. En el campamento, reparte cobijas y botas de hule.
Imagen: DW/B. Riegert
Bienvenidos a Francia
Denise (izq.) y Maryse ofrecen té a los migrantes y platican con ellos. Las señoras viven en una bonita casa particular enfrente del campamento: dos mundos separados por una calle. “Las autoridades no se ocupan” de los refugiados, dice Denise. Muchos de sus vecinos quieren que los migrantes desaparezcan.
Imagen: DW/B. Riegert
¿Dónde están los políticos?
Los voluntarios han bautizado los caminos lodosos con nombres de políticos europeos. La avenida “François Hollande” se llama así porque el Gobierno francés no ha mostrado ningún interés por el campamento improvisado. La Policía tampoco interviene, pese a que algunos habitantes del campamento informan de enfrentamientos violentos entre grupos de migrantes, sobre todo en las noches.
Imagen: DW/B. Riegert
Ayuda alemana
A la ciudad alemana de Múnich ya no arriban tantos refugiados. “Aquí nos necestian”, dice Sinan von Stietencorn, de la cocina popular “Volxküche München”. Junto con amigos ha viajado de Baviera al Canal de la Mancha para repartir comida a los migrantes.
Imagen: DW/B. Riegert
Auxilio
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) vacuna a los refugiados contra sarampión y gripe. La humedad, el frío y la falta de higiene afectan sobre todo a los niños. MSF construye un nuevo campamento en Grande-Synthe, puesto que el Estado pareciera no sentirse responsable. Se trata del primer campamento de la organización humanitaria en ese país de la UE.
Imagen: DW/B. Riegert
Una cueva en el infierno
Asim cuenta que huyó del Estado Islámico en Irak. En el campamento ha luchado por un lugar limpio. En su pequeña cueva incluso ofreció un té a nuestra reportera de Deutsche Welle Catherine Martens. “Todos quieren continuar su viaje”, dice Asim.
Imagen: DW/B. Riegert
Tan lejos del sueño
El puerto de Dunkerque se encuentra a diez kilómetros del campamento improvisado. No obstante, las posibilidades de los migrantes kurdos de llegar a Inglaterra son mínimas. Casi ninguno quiere solicitar asilo en Francia. ¿Pagarán a algún “coyote”? ¿Regresarán a Bélgica o Alemania? ¿O simplemente seguirán aguardando?