Policía halla 66 personas muertas en aldeas de Nigeria
15 de febrero de 2019
El caso está siendo investigado, pero se trataría de víctimas de disputas entre cristianos y musulmanes en el estado de Kaduna.
Publicidad
El portavoz de Nasir Ahmad el-Rufai, gobernador de Kaduna, Samuel Aruwan, informó este viernes (15.02.2019) del hallazgo por parte de la Policía de 66 cuerpos en ocho villas de la zona de Kajuru, en el noroeste del país. La noticia se conoce en la víspera de las elecciones presidenciales, que se realizarán este sábado 16 de febrero en un ambiente crispado por la violencia
"Las fuerzas de seguridad reportaron la recuperación de 66 cuerpos de personas que fueron asesinadas en ataques realizados por elementos criminales", dijo Aruwan en un comunicado. "Entre las víctimas hay 22 niños y 12 mujeres. Cuatro personas heridas fueron rescatadas por las agencias de seguridad y ahora reciben atención médica", agregó.
El Gobierno condenó lo ocurrido y expresó sus condolencias a las familias de las víctimas. No está claro qué motivó los ataques, pero Kaduna ha tenido anteriores episodios de violencia gatillados por las disputas étnicas y religiosas. Un vecino aseguró que las muertes ocurrieron en medio de una disputa entre granjeros cristianos y pastores musulmanes fulani.
Violencia, permanente problema
Contactado por la agencia de noticias AFP, El-Rufai, un aliado del presidente Muhammadu Buhari, aseguró que la Policía se está encargando del caso y que ya se han realizado algunas detenciones. "Estos asesinatos están siendo investigados y los vecinos ya saben que las personas acusadas (de los crímenes) serán procesadas", aseguró.
El-Rufai llamó a la comunidad, y también a líderes religiosos y tribales, a no tomar represalias por sus propios medios. Jefes locales habían advertido que estaban siendo víctimas de bandas armadas en los últimos meses. "Vivimos con miedo. Los secuestros se han vuelto pan de cada día", dijo en enero de este año Isah Muhammad Galdima, un dirigente local, a AFP.
Este tipo de episodios han sido un dolor de cabeza permanente para el presidente Buhari, que no ha podido frenar la violencia con la insurgencia islamista de Boko Haram en el norte, ni tampoco los enfrentamientos entre agricultores y pastores en los estados centrales del país, donde compiten por tierras y acceso al agua para sus cultivos.
DZC (AFP, AP)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
8 imágenes1 | 8
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |