Policías de Fráncfort: ¿conexión con la ultraderecha?
Daniel Heinrich
17 de diciembre de 2018
La Policía de Fráncfort está bajo sospecha: cinco funcionarios habrían difundido ideología de ultraderecha en Internet. ¿Se tambaleará la confianza de la población alemana en la Policía?
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Rainer Wendt sabe que la situación es grave. El jefe del Sindicato de la Policía Alemana está sorprendido por los informes de los medios de comunicación sobre cinco policías en Fráncfort, que podrían estar involucrados en la difusión de ideología de ultraderecha en chats. El policía de 62 años dijo a DW que "por supuesto, estoy espantado. Si las acusaciones se llegaran a confirmar, sería muy grave para la Policía". Esta goza de gran confianza por parte de la población: "Tales incidentes también pueden hacer tambalear esa confianza", añadió.
¿Incitación al odio?
Las acusaciones son realmente duras: cinco policías de Fráncfort del Meno habrían difundido imágenes de Hitler y esvásticas en Internet. Además, habrían realizado comentarios crueles sobre personas con discapacidad y extranjeros. La Oficina regional de Policía Criminal (LKA) se ha sumado a la investigación del caso, los políticos están alarmados y los colegas de los funcionarios acusados, preocupados. La Fiscalía de Fráncfort se ha encargado del caso y ya se tomaron las primeras medidas: los cuatro hombres y una mujer están suspendidos del servicio. Están siendo investigandos por incitación al odio.
La Ministra de Justicia alemana, Katarina Barley, exige el rápido esclarecimiento del caso: "La ideología de ultraderecha no tiene lugar en la Policía". Omid Nouripour, de Los Verdes, opina que se debe garantizar que "no se sospeche en general de las y los policías, que están haciendo un trabajo muy difícil, a veces, frustrante. Por otro lado, una autoridad que tiene el monopolio de la fuerza debe ser inmune a las ideas extremistas".
¿Relación con la serie de asesinatos de NSU?
Este caso es además delicado, ya que las acusaciones contra los policías podrían estar vinculadas con el proceso judicial contra el grupo terrorista (NSU). Entre 2000 y 2007, el grupo en torno a Uwe Mundlos, Uwe Böhnhardt y Beate Zschäpe asesinó a nueve migrantes y a una policía en Alemania y llevó a cabo 43 intentos de asesinato, tres ataques con explosivos y 15 robos. En el verano pasado, los principales sospechosos fueron condenados a varios años de prisión. Nunca se supo cuántas personas estuvieron involucradas en los hechos.
Seda Basay-Yildiz, una abogada de Fráncfort, quien representó a la familia de una de las víctimas, recibió cartas con amenazas. Su hija de dos años, también fue amenazada de muerte, según el diario "Frankfurter Neue Presse”. Se sospecha que los mismos policías que podrían haber difundido mensajes de ideología ultraderechista en Internet, también podrían haber participado en la redacción de la carta a Basay-Yildiz. Se desconoce si hay más acusaciones contra dichos policías.
Rainer Wendt, del Sindicato de Policía Alemana, cree que a pesar de las duras acusaciones, no ve motivo, de momento, de reformar radicalmente la estructura de la Policía: "Ya hay suficientes herramientas para intervenir a tiempo. A veces, fallan debido a que los jefes lo descubren demasiado tarde. Pero estructuralmente, no necesitamos cambios".
(rmr/jov)
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La escena de los crímenes de la NSU
La conmoción continúa: la exposición "Suelo sangriento" (Blutiger Boden) en el museo Rathausgalerie, de Múnich, muestra imágenes abrumadoras de los crímenes de los terroristas de extrema derecha de la NSU en Alemania.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Enver Şimşek, 09.09.2000, Núremberg
Enver Şimşek, de 38 años, fue la primera víctima del terrorismo neonazi de la célula NSU en Alemania. Fue hallado en junto a una ruta con varias balas en la cabeza y murió dos días después. Regina Schmeken comenzó a fotografiar los lugares de los crímenes de la NSU y los visitó varias veces en 2016. Sus fotografías se exhiben en la Rathausgalerie de Múnich, desde el 17.07.2018 hasta el 29.10.2018.
Imagen: Regina Schmeken, 2015
Süleyman Taşköprü, 27.06.2001, Hamburgo
El vendedor de verduras y frutas turco Süleyman Taşköprü, de 31 años, yacía tirado en un charco de sangre cuando su padre lo encontró. Murió poco después. La fotógrafa Regina Schmeken dice que muchas veces es como si en ese lugar el suelo la arrastrara hacia abajo. Después de 14 años del crimen, las baldosas siguen siendo las mismas.
Imagen: Regina Schmeken, 2015
Mehmet Turgut, 25.02.2004, Rostock
Aquí murió Mehmet Turgut, de 25 años. Trabajaba como ayudante en un puesto de comida, cuando los asesinos de la célula terrorista de extrema derecha NSU le dispararon un tiro en la cabeza. En su exposición, Regina Schmeken quiere hacer un homenaje a la memoria de las víctimas enfrentándose a los lugares donde fallecieron y donde ya no quedan huellas de esos crímenes.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Ataques con bombas de clavos, 09.06.2004, Colonia
En la calle Keupstraße de Colonia, la explosión a control remoto de una bomba con clavos hirió a 22 personas, a cuatro de ellas gravemente. El atentado terrorista neonazi de la NSU conmocionó al barrio de Mülheim, conocido por sus negocios turcos y kurdos. La Policía creyó durante mucho tiempo que el ataque era producto de la rivalidad de bandas familiares turcas.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Theodoros Boulgarides, 15.06.2005, Múnich
La séptima víctima del terrorismo de extrema derecha de la NSU fue Theodoros Boulgarides, un griego que fue ejecutado de tres disparos en la cabeza. En sus imágenes, Regina Schmeken incorporó escenas de la vida cotidiana. Con eso quiso dejar en claro que los asesinatos perpetrados por los neonazis pueden suceder en cualquier lugar.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Halit Yozgat, 06.04.2006, Kassel
En esta casa, Halit Yozgat, de 21 años, nacido en Kassel, tenía un cibercafé, hasta que un día de junio de 2006, los criminales de extrema derecha acabaron con su vida ejecutándolo a tiros. Como todas las víctimas de la célula terrorista neonazi NSU, fue hallado desangrado en el suelo. Murió en los brazos de su padre.
Imagen: Regina Schmeken, 2015
Michèle Kiesewetter, 25.04.2007, Heilbronn
La mujer policía Michéle Kiesewetter, de 22 años, fue asesinada de un tiro en la cabeza dentro de su automóvil de servicio en la Theresienwiese, un descampado de la ciudad de Múnich. Fue la décima y última víctima de los asesinatos perpetrados por los terroristas de la NSU. La exposición de las fotografías de Regina Schmeke quiere dejar en claro que esos crímenes no serán olvidados.