La legislación polaca sobre el aborto ya se encuentra entre las más estrictas de la Unión Europea. Ahora podría reforzarse a través de un registro de mujeres embarazadas. El viernes pasado (03.06.2022), el ministro de Salud de Polonia, Adam Niedzielski, firmó una ordenanza que amplió el Sistema de Información Médica (SIM) para incluir algunos datos, entre ellos si la persona registrada está embarazada.

El primer borrador de este cambio ya había aparecido durante el otoño pasado. Incluso entonces hubo una feroz resistencia. Al respecto, el jefe del opositor partido político Plataforma Cívica (PO), Donald Tusk, criticó el control y la coerción como una obsesión ideológica del partido gobernante PiS (Ley y Justicia). Mientras que su colega de partido, el líder del Senado Tomasz Grodzki, se preguntó en ese entonces, si la cantidad de embarazos debería compararse con la cantidad de nacimientos para procesar los abortos ilegales. Después de tales críticas, el borrador inicialmente se guardó en un cajón.

La derecha polaca no se rinde

La Derecha Unida, una coalición entre el PiS y Polonia Solidaria (SP) que ha estado en el poder desde 2015, no ha descartado la idea del registro de embarazos. Uno de los factores a considerar en la persistencia de esta idea es que la influencia de la Iglesia Católica en el gobierno es demasiado grande. De hecho, jugó un papel decisivo en hacer que las leyes de aborto de Polonia estén entre las más duras de Europa. En Polonia, solo se permite el aborto si la salud o la vida de la mujer corren peligro o si el embarazo es resultado de una violación.

Tras la firma del ministro en el proyecto de registro, el nuevo reglamento debería entrar en vigor en dos semanas, manteniendo como opcional la transmisión de los datos. Luego esto será obligatorio a partir del 1 de octubre.

Durante el último debate en el parlamento polaco, el viceministro de Salud, Waldemar Kraska, defendió el plan del gobierno. "No estamos creando un registro de embarazos. Solo queremos que los profesionales médicos tengan el mayor acceso posible a los datos de cada paciente para brindarles la mejor atención médica y evitar posibles daños", explicó, al tiempo que acusó a la oposición de "difundir mentiras".

Todo por el bien de las mujeres

Mientras el gobierno argumenta sobre los beneficios de tener un registro que incluya los embarazos, la oposición no confía en el discurso oficialista. Así lo ha dejado en claro el grupo parlamentario del partido Lewica (Izquierda) que señala en voz de su representante, Agnieszka Dziemianowicz-Bak, que el registro de población es una "herramienta que puede usarse para bien o para mal". En manos de un poder que ha amargado la vida de las mujeres, restringido el derecho al aborto legal y negado la anticoncepción en emergencias, esta herramienta puede resultar sumamente peligrosa, advirtió la parlamentaria.

Por su parte, Barbara Nowacka, de la Plataforma Cívica (PO) señaló que las jóvenes polacas ya no quieren tener hijos por miedo al poder estatal. En su opinión, el registro de población es "un instrumento de intimidación". De hecho, a pesar de los programas sociales a gran escala, la tasa de natalidad está cayendo constantemente. Para dar un ejemplo: en febrero de 2022, solo nacieron 23.000 niños, la menor cantidad en un mes desde la Segunda Guerra Mundial.