Una multitud recorrió en silencio desde primera hora de la mañana las calles de Varsovia. Muchos llevaban flores, velas, la bandera nacional rojiblanca y portaban fotografías del presidente Lech Kaczynski.

"El mundo se desmorona para nosotros por segunda vez en el mismo lugar", dijo el presidente en funciones, Bronislaw Komorowski, quien agregó que se trataba de una ocasión histórica excepcional a la que el pueblo polaco se enfrenta unido.

"Ninguno de nosotros recuerda haber vivido la muerte de tantas personas eminentes en un solo y terrible instante", sostuvo el primer ministro polaco, Donald Tusk. "Nuestro profundo sentimiento de unidad, nacido del duelo, debe perdurar, porque entonces esas muertes cobrarán significado, obtendrán un sentido profundo".

Entierro de Kaczynski, el domingo en Cracovia

A las 8:56 de la mañana y durante dos minutos volvieron a tañir las campanas y a resonar las sirenas de alarma de toda Polonia, exactamente a la misma hora en que se estrelló hace una semana el avión en Smolensk, al oste de Moscú.

El país, que despide desde hace días a los fallecidos en el accidente aéreo con repetidas muestras de dolor y solidaridad con las familias, inició la última fase del adiós con una misa fúnebre en Varsovia, al comienzo de la cual fueron nombradas cada una de las 96 víctimas de la catástrofe. Polonia perdió en ella a parte de su cúpula política, a oficiales de alto rango, a prominentes figuras religiosas y a otros funcionarios.

Dos de los que perdieron la vida, el presidente Lech Kaczynski y su mujer, serán enterrados el domingo en un panteón de la catedral Wawel en Cracovia. Unos 80 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo confirmaron su asistencia a las exequias, entre ellos también el presidente estadounidense, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel.

Sin embargo, el cierre de los espacios aéreos en algunos países europeos debido a la nube de ceniza que ha desplegado por el cielo del continente un volcán islandés podría convertirse en un obstáculo para los planes de muchos mandatarios.

Miles de fotografías de las víctimas

La plaza Pilsudski de Varsovia se había convertido en un templo religioso de gigantescas dimensiones. Tras el altar- erigido sobre un escenario para la celebración de la misa- colgaban las fotografías de los fallecidos y una enorme cruz blanca. Hubo muchas manos entrelazadas en gesto de solidaridad. El acto tuvo lugar bajo un radiante sol al aire libre.

Durante la liturgia fúnebre pudo verse en primera fila frente al altar al hermano gemelo de Kaczynski, Yaroslaw, y Marta, la hija del fallecido matrimonio presidencial, ambos visiblemente afectados.

En la tarde de hoy, los polacos podrán rendir un último tributo a la pareja presidencial en la catedral de San Juan, en el casco antiguo de la capital polaca. Después, los cuerpos de Lech y Maria Kaczynski serán trasladados a Cracovia, donde recibirán sepultura en el templo sobre el monte Wawel, uno de los símbolos nacionales de Polonia más significativos. En el mismo lugar descansan grandes figuras de la historia del país.

El lugar entierro de los Kaczynski, sin embargo, no procederá libre de polémica, de ahí los llamados a la unidad nacional que se han escuchado esta mañana en Varsovia. Algunos polacos consideran que el presidente no debería ser enterrado junto a los reyes y héroes del país porque eso supondría mitificar su figura y otorgarle excesivo peso a su significado político.

Aún no han sido identificadas todas las víctimas del siniestro aéreo y las investigaciones en el lugar del suceso todavía prosiguen.

PK/ dpa

Editora: Luna Bolívar Manaut