"La paciencia de la comunidad internacional no es infinita", dijo recientemente el ministro alemán de Exteriores, Frank Walter Steinmeier, refiriéndose a la táctica dilación de Teherán en la solución del conflicto en torno a su programa nuclear. Si el caso del uso civil o militar de la energía atómica impacienta al mundo, es de esperarse entonces que los ominosos discursos de Ahmadineyad respecto a Israel tengan a Berlín a punto de estallar.

Por lo menos el parlamentario europeo de Los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, exige excluir al equipo iraní del Mundial 2006 a realizarse en Alemania en junio próximo. La FIFA lo ha rechazado.

Impulsando una nueva serie de condenas internacionales, el presidente iraní, insistió en que "el Holocausto es un mito". Ahmadineyad había dicho antes que dudaba que los nazis hayan asesinado a seis millones de judíos. Sus comentarios generaron reproches del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Fuera de las normas

La Unión Europea ha sostenido, por su parte, que las declaraciones de Ahmadineyad podrían dificultar los intentos por reanudar las conversaciones entre la Unión Europea (UE) y Teherán sobre el programa nuclear iraní.

Para Israel "Irán es un régimen delincuente" que está actuando por fuera de las normas aceptadas internacionalmente.

Para Alemania los comentarios de Ahmadineyad siguen siendo "alarmantes e inaceptables". "No puedo negar que pueden pesar en nuestras relaciones bilaterales y naturalmente también en las posibilidades de negociación en el llamado expediente nuclear (iraní)", expresó Frank Walter Steinmeier.

El Ministerio del Relaciones Exteriores israelí indicó que los comentarios de Ahmadineyad muestran una "perversa comprensión de la realidad". "La combinación de una ideología extremista, una perversa comprensión de la realidad y armas nucleares es una combinación que nadie en la comunidad internacional puede aceptar", dijo el portavoz Mark Regev. La portavoz de la Comisión Europea, Emma Udwin, cree, por su lado, que "esas intervenciones no harán nada para reconstruir la confianza en las intenciones de Irán".

¿Sofisma de distracción?

Analistas piensan que Ahmadineyad se considera un popular líder panislámico, similar al Ayatollah Ruhollah Khomeini, de las postrimerías de la revolución islámica de 1979. El analista político radicado en Teherán, Mahmoud Alinejad, sostuvo que el presidente quizás sienta que sus discursos estaban ganando influencia diplomática. "Hay una percepción, basada en experiencias pasadas, que sólo cuando Irán amenaza y presiona, Occidente retrocede", afirma el analista.

Otros analistas aseguran que el presidente iraní sólo quiere desviar la atención de los avasalladores problemas internos de Irán: la desindustrialización del país y su masivo desempleo, entre otros muchos.

El grupo militante palestino Hamas incrementará sus ataques contra blancos israelíes si el Estado judío agrede a su aliado clave en la región, Irán, aseguró el jefe en el exilio de Hamas, Khaled Meshaal. "Si Israel ataca a Irán, Hamas ampliará e incrementará su confrontación con los israelíes dentro de Palestina", dijo Meshaal. Estados Unidos e Israel acusan a Irán de apoyar con armas y financiamiento a grupos militantes como Hamas y la "guerra santa islámica".

Enemigo entre enemigos

Por su lado, funcionarios israelíes han advertido que podrían intentar destruir los establecimientos nucleares iraníes, tal como bombardearon el reactor nuclear iraquí Osiraq, en 1981. Irán dijo que tomará represalias si es atacado y Meshaal indicó que es el deber de Hamas apoyar a Irán, si es atacado por el Estado judío. "Hamas y otros grupos islámicos se ubicarán del lado de Irán. Somos defensores del obvio derecho (nuclear) de Irán", afirmó Meshaal.

Por otro lado, Moscú, que ha buscado proteger a Irán de la presión europea y de Estados Unidos, dijo que tales comentarios sólo aumentan la presión para que el caso de Teherán sea presentado ante el Consejo de Seguridad de la ONU. "Rusia ve en Israel un Estado soberano con derecho de vivir en paz y seguridad hombro a hombro con sus vecinos, incluyendo el independiente Estado palestino

Llamado desde América Latina

En América Latina la comunidad judía reunida en San Pablo, en una sesión del Congreso Judío Latinoamericano, pidió al mundo considerar a Irán como una amenaza y repudiar las expresiones de su presidente, Mahmoud Ahmadineyad.

Mientras en otras capitales se escuchan, por lo menos, condenas contra Teherán, de Washington no se escuchan más que palabras "menores". Apenas en 2002 George W. Bush había declarado a Irán, Norcorea e Irak "el eje del mal" que amenazaba "el mundo libre". Poco tiempo después dio la orden de incursionar en Irak y derrocar a Saddam Hussein. Ahora que Irán ha proferido las amenazas más duras de los últimos años, la respuesta de Bush es débil.

Más impredecible que Irak

Casi tres años de la sangrienta presencia de Estados Unidos en Irak parecen haber acallado a los líderes políticos que proclamaron la guerra contra la tiranía y la exportación de la democracia al mundo árabe. La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, sólo se ha atrevido a hablar de Irán como "un régimen por fuera de la comunidad internacional".

Insinuando una fórmula militar Bush no cesa de repetir que "contra el terrorismo internacional no se puede descartar ninguna opción". A pesar de ello, una ataque armado contra Irán es considerado como "poco realista" tras el descalabro estadounidense propinado por el secuestro colectivo de la Embajada de Washington en Irán en 1980.

Irak parece obrar como la última gran lección que hace ver a Irán como un enemigo mucho más temible, mucho más impredecible.