Empresa minera australiana destruye sitio aborigen
24 de agosto de 2020
La empresa angloaustraliana Rio Tinto destruyó una gruta que fue habitada hace más de 46.000 años por aborígenes, un incidente que causó conmoción en el país.
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A fin de ampliar una mina de hierro, el pasado 24 de mayo, la compañía derribó con explosivos la cueva de Juukan Gorge, en el oeste del país.
Tras una investigación interna, Rio Tinto anunció este lunes (24.08.2020) que retirará 3,5 millones de dólares de bonos a su director ejecutivo, el francés Jean-Sébastien Jacques.
Por su parte, el responsable de la división de "hierro", Chris Salisbury, y la jefa de comunicación, Simone Niven, deberán renunciar a bonos de 792.000 dólares y de 687.000 dólares, respectivamente.
"Una serie de omisiones"
La investigación interna muestra que Rio Tinto había obtenido las autorizaciones legales para derribar el lugar pero que, al hacerlo, el grupo no había respetado sus propias normas. Según la investigación, el acto no fue "el resultado de una sola causa o un solo error", sino "de una serie de decisiones, acciones y omisiones durante un largo periodo".
El presidente de Rio Tinto, Simon Thompson, lamentó la falta de respeto de su compañía hacia las comunidades locales y su patrimonio. "Vamos a implementar importantes nuevas medidas para asegurarnos de que lo que pasó en la gruta de Juukan no vuelva a suceder", señaló.
Herramienta más antigua de hueso
En un principio, Rio Tinto defendió la destrucción del lugar porque había recibido la autorización del gobierno del Estado. Pero la conmoción que suscitó entre los responsables aborígenes, que criticaron haber sido informados demasiado tarde para impedir el derribo, condujo a la empresa a pedir disculpas.
Gracias a las excavaciones arqueológicas en una de las cuevas, se descubrió el ejemplo más antiguo conocido de herramientas de hueso en Australia, un hueso de canguro afilado de hace 28.000 años. Pruebas de ADN mostraron un vínculo genético con los antepasados de los indígenas que aún viven en la zona.
VT (afp, ap)
Hualgayoc: Una tragedia ambiental y humana
Alexander von Humboldt visitó este pueblo y criticó las pésimas condiciones laborales que tenían los mineros de aquel entonces, así como las consecuencias para el medio ambiente.
Imagen: DW/C. Chimoy
De camino a Hualgayoc
Hualgayoc es un pequeño pueblo muy pintoresco, con pequeñas casas de adobe construidas entre las faldas de las montañas que colindan unas con otras. Pero al mismo tiempo, estas montañas son las culpables de la trágica historia y también del presente de esta ciudad. Una tragedia ambiental y humana.
Imagen: DW/C. Chimoy
Atravesando la sierra peruana
Para llegar a Hualgayoc hay que atravesar diversos pueblos de la sierra peruana y alejarse del nivel del mar, para adentrase a la región minera de Perú. La minería representa casi el 60% de las exportaciones del país. Se exportan metales como cobre, oro y plata.
Imagen: DW/C. Chimoy
Cerros abundantes en minerales
La historia dice que Hualgayoc fue fundada en el siglo XVIII por la riqueza que albergan los cerros, uno de los cuales le dio el nombre a la ciudad: Hualgayoc. La ciudad, de unos 15.000 habitantes, fue visitada por Alexander von Humboldt en 1802. El explorador alemán criticó entonces las pésimas condiciones laborales que tenían los mineros, así como las consecuencias para el medio ambiente.
Imagen: DW/C. Chimoy
Rico en metales, pobre en servicios
Este pueblo vive de la minería. No puede con ella, pero mucho menos vivir sin ella. La mina necesita el agua para lavar los metale pero en el momento en que se registró el reportaje Hualgayoc no tenía agua potable. Hay oro en sus montañas y suelos, pero ninguno de los habitantes posee algún objeto de este preciado metal.
Imagen: DW/C. Chimoy
Recordando el pasado
La plaza principal, así como sus pequeños monumentos recuerdan y simbolizan la razón por la que se creó este pueblo: la minería. En la entrada del pueblo se alza un gran arco azul decorado con un minero a cada lado y unas letras doradas que dicen: ‘Homenaje a la Fundación de Hualgayoc, 31 de agosto de 1771’.
Imagen: DW/C. Chimoy
Trabajadores con miedo
En numerosas historias conversadas con sus habitantes en la pequeña plaza principal se repiten los mismos hechos: tragedias. Asimismo, muchos trabajadores tienen miedo de hablar ypasan por la plaza evitando que se crucen las miradas para entrar directamente en sus casas.