1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Por el peinado te reconoceré

Ananda Grade /JAG19 de diciembre de 2013

Como parte importante de la cultura, en todo el mundo hay peinados tradicionales. Actualmente, cada vez con más influencias multiculturales.

Imagen: Fotolia/Subbotina Anna

Si un investigador extraterrestre observase la Tierra con un telescopio, su informe diría algo así: más de 7.000 millones de humanos viven en el mundo. Casi todos tienen pelo en la cabeza. Unos 100.000 pelos de media dispuestos de formas muy creativas: trenzado, corto, de colores, con rizos o recogido. Nuestro investigador intergaláctico se preguntaría: ¿Por qué lo hacen? Una pregunta ante la que los humanos no tendrían respuesta. Pero una cosa está clara: el cabello es más que una protección contra el frío. Simboliza belleza, estatus, mitología o religión, según la cultura.

La peluquería como concepto de belleza

El peluquero japonés Takamasa Ku Bo es el director del salón “Mod´s Hair” en Düsseldorf. La empresa es una cadena francesa, pero como en este barrio hay muchos japoneses, agrega también la tradición nipona. Además de cuidar y cortar el pelo, el servicio ofrece masaje de cabeza y brazos.

En Japón, el cabello tiene muchos significados, aclara Takamasa. Se considera que el pelo es algo vivo. Antes, cuando uno pedía un deseo, se cortaba una mecha y la llevaba al templo. Takamasa descubrió su amor por la peluquería por casualidad. Nació en Brasil y con 15 años se fue a Japón para ser futbolista profesional. Una lesión truncó su carrera y empezó a trabajar en una peluquería. Después, su carrera ascendió vertiginosamente y le llevo de nuevo al futbol profesional: hoy corta el pelo a futbolistas del Manchester United o el FC Núremberg.

Cueste lo que cueste, siempre bien peinada.Imagen: picture-alliance/ dpa

¿Por qué provoca el cabello una fascinación como esa? El historiador Christian Janecke investiga la “escenografía del cabello” desde una perspectiva científico-cultural. El cabello ya no tiene la función de protección. Desde hace mucho, es más un bien cultural: “Conforme más pelambre iba perdiendo el hombre, más importancia ganaba el cabello”, aclara Janecke a DW.

Extensiones africanas para rubias

El pelo largo fue en muchas culturas un símbolo de estatus, aclara Janecke. Desde hace más de 20 años, la tienda africana “Zeebra Tropicana” ofrece en Colonia extensiones siguiendo la tradición de África Occidental. Con las técnicas de trenzado se consigue dominar el pelo seco y rizado. “Hoy tenemos muchos clientes alemanes”, dice la peluquera Baaba Yankah-Oduaj. Con su técnica de trenzado hace extensiones para cabellos débiles y finos y entre sus clientes hay muchas rubias. En principio, Baaba vino a Alemania para trabajar en el consulado de Ghana. Y como allí peinaba a muchos de sus colegas, decidió comenzar con su propio negocio: el primer salón de peluquería africana de Colonia.

No solo el pelo natural. También extensiones para todos los gustos.Imagen: picture alliance/dpa

Cada cultura crea cosas distintas con su cabello. Durante años cada peinado era típico de una cultura en concreto. Pero hoy ha cambiado mucho, dice Janecke: “En todo sitio se ven peinados que combinan elementos tradicionales”.

Los maestros de la cuchilla

Además de las mujeres, también los hombres valoran su visita al peluquero. Tanto para el pelo como para la barba. La profesión de peluquero se desarrolló a raíz del barbero. El peluquero turco Adnan Otukan dirige el salón “Men´s World” en Colonia. Mientras los peluqueros alemanes tienden a usar la maquinilla eléctrica, Adnan sigue afeitando a cuchilla. Incluso en los peinados: “Mi padre me enseñó la profesión. Como siempre supe pintar bien, comencé a afeitar el cabello a jóvenes haciéndo dibujos. Durante unos años fue toda una moda”, cuenta Adnan. Una moda que incluso le llevó a participar en un concurso de televisión.

Peluqueros como Taka, Baaba o Adnan han traído el arte de otras culturas a Alemania. Por desgracia, sus obras de arte no son eternas ya que el cabello crece cada día unos 0,5 milímetros. “El peinado es algo que se va para volver a su estado natural”, dice Janecke. ¿Para qué entonces tanto esfuerzo? Básicamente, eso es algo accesorio, aclara el experto. “La gente no va a un peluquero en concreto porque hace unos peinados fantásticos, sino porque es quién mejor entiende su cabellera”.

Ir a la siguiente sección Descubra más