Ni Diego -ahora también en un equipo italiano-, ni Grafite -goleador del torneo 2008/2009-, ni Zé Roberto -esta temporada con el Hamburgo-, ni Rafinha, ni Naldo, ni Josué, ni Carlos Eduardo, alcanzaron (o alcanzan) la estatura del nuevo jugador del Inter de Milán: Lucio es el capitán de la selección de Brasil, un honor con el que se reconoce la capacidad de liderazgo de un futbolista que maduró en Alemania, país dónde su presencia se va a extrañar.

Perdida difícil de compensar

En el Bayern la noticia del fichaje del defensor brasilero por parte del actual campeón italiano no cayó de sorpresa pues se sabía que en los planes del entrenador Louis van Gaal Lucio no era uno de los "fijos". El holandés tiene a su disposición suficientes hombres que pueden ocupar la posición de central, por lo cual el club de Múnich no tendrá mayores inconvenientes para suplir su ausencia.

No se puede decir lo mismo de la Bundesliga como producto; el mercado más importante de la televisión en Latinoamérica, Brasil, se queda con una estrella menos en el programa, un protagonista que acaparaba la atención del televidente se mudó de canal en un momento poco oportuno ya que apenas la semana pasada la Liga Profesional Alemana (DFL) había multiplicado por 10 su presencia en el mercado brasilero, donde se transmitirán cada fin de semana tres partidos en vivo, y un amplio resumen de cada jornada, a partir de esta temporada.

De no contratarse nuevas estrellas, los brasileros verán un fútbol alemán que no tiene representantes suyos: apenas 29 jugadores, de ellos sólo un integrante de la selección nacional, Josué, del campeón Wolfsburgo, quien ni siquiera es titular. La Bundesliga pierde con Lucio a la estrella más representativa del fútbol brasilero en Alemania, y a una de las máximas atracciones de la liga para los espectadores latinoamericanos.

Sueño cumplido

"Una vez en mi vida quiero jugar y vivir en Italia o en España, de pronto puedo hacer realidad ese sueño antes de lo pensado si el club y yo nos ponemos de acuerdo" le había contado ya Lucio a DW-WORLD. En aquel entonces él era imprescindible en el Bayern, algo que no se podía afirmar para la temporada que está por iniciar.

El defensa, que llegó a Alemania a la edad de 22 años, en el 2001, para formar con el Leverkusen, le debe su fama a la Bundesliga pues jugando en ella convenció al entrenador Luiz Felipe Scolari de llevarlo al Mundial del 2002 en Corea-Japón, donde se coronó como campeón del mundo. En el torneo alemán jugó 236 partidos, marcó 22 goles y ganó con el Bayern, club al que se unió en el 2004, en tres ocasiones el doble (campeonato y Copa Alemana), en el 2005, 2006 y 2008.

Sin embargo, su segundo triunfo más importante después del Mundial del 2002, fue la obtención de la Copa Confederaciones, primero en 2005 en Alemania, y luego en 2009 en Sudáfrica, donde anotó el gol de la victoria 3-2 de Brasil sobre Estados Unidos, algo que ocurrió en medio del debate sobre su permanencia en el Bayern.

Tristeza en el Bayern

"Por supuesto que estamos tristes de que Lucio se vaya, él cumplió aquí con un excelente trabajo" dijo el gerente del Bayern, Uli Hoeness, al comunicar oficialmente la desvinculación del capitán del seleccionado brasilero y segundo capitán del club de Munich. El funcionario dejo en claro, de todas formas, que al jugador no se le va a extrañar pues "hay cinco personas para llenar su posición".

Hoeness explicó también que no Lucio esperaba del Bayern una oferta para extender su contrato que le diera mayores perspectivas a largo plazo, lo cual no ocurrió: "él quería algo por más tiempo pero nosotros no estábamos dispuestos a firmar algo por tres años". Así las cosas, desde este jueves Lucio es miembro del plantel del Inter de Milán, donde jugará con sus compañeros de la selección de Brasil Maicon y Julio César.

Autor: Daniel Martínez

Editor: Pablo Kummetz