Nunca en la historia de la República Federal de Alemania había tomado tanto tiempo formar gobierno. Ya era hora de un acuerdo entre la CDU y el SPD. Pero aún falta sortear otro escollo, advierte Christoph Strack.
Publicidad
Lo lograron. ¡Por fin! 135 días después de las elecciones generales y tras un tira y afloja que pareció interminable, se logró un acuerdo de coalición. Pero, tras la gran negociación viene la gran incertidumbre, porque por ahora ese acuerdo es solo una declaración de intenciones. La meta aún no se ha alcanzado.
No obstante, Alemania está más cerca de contar con un nuevo gobierno. La importancia de ello queda en evidencia al dar un vistazo a la agenda de la canciller Angela Merkel para el jueves: al mediodía, recibirá al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y más tarde al jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Europa está a la espera de Alemania, una potencia importante en la UE junto a la Francia de Emmanuel Macron. Y espera desde hace mucho. El margen de tiempo para realizar reformas en la UE -que también han sido tematizadas en el acuerdo de coalición- se va estrechando.
Europa es uno o quizá incluso el punto central de este acuerdo de coalición, según se lo interprete. Este incluye también los temas de política exterior, que surgieron en la recta final de las negociaciones. En el plano de la política interior, es difícil determinar el concepto central. El hecho de que el término "patria” aparezca en el título del Ministerio del Interior resulta notable, en vista del debate –de ningún modo solo teñido de populismo- que se lleva a cabo en Alemania en torno a la identidad y la globalización.
La extensión y el detalle del documento, de bastante más que 150 páginas, da cuenta de la rigurosidad con que se negoció, pero también de falta de confianza entre los socios.
Y, a pesar de todo, el acuerdo tiene todavía un carácter provisional: aún tiene que superar una votación de los miembros del Partido Socialdemócrata (SPD). En 2013, eso no fue problema. En esa oportunidad, más de tres cuartas partes de las bases dieron su aprobación. En 2018, la situación es diferente. En el congreso del partido, solo un 58 por ciento dio su visto bueno a la realización de negociaciones con la Unión Cristianodemócrata (CDU). Y los adversarios de una coalición con Merkel, especialmente en las filas la juventud socialdemócrata, luchan desde hace tiempo por un NO en la votación en la que participarán los 464.000 miembros del partido, de los cuales 24.000 se afiliaron en las últimas cuatro semanas.
La lista de ministros que se ha filtrado demuestra el tesón con que los socialdemócratas lucharon por sus posiciones. Sorprende, sobre todo, que las carteras de Relaciones Exteriores y de Finanzas vayan a ser presuntamente asignados al SPD. Hasta ahora, ambos ministerios han estado siempre en manos de partidos diferentes.
La incertidumbre de la consulta a los miembros del SPD se mantiene. Pero también será interesante ver lo que ocurre en el bando de la CDU, porque el éxito negociador de unos implica que los otros cedan. Angela Merkel, jefa de la CDU, habló el martes de "dolorosas concesiones” que fue necesario hacer. Los acuerdos permiten comprender a qué se refería. Merkel tendrá que explicarlo a sus bases y, aunque su partido no está en vísperas de un congreso o una consulta, en su interior no se acallan las murmuraciones sobre la jefa.
Con todo, es positivo que se haya dado un paso más hacia una nueva coalición. Entretanto, Alemania funciona ya demasiado tiempo -135 días- con un gobierno provisional que solo tiene un restringido margen de maniobra. Pero, pese a todo el alivio, los últimos obstáculos habrá que sortearlos en marzo. Ya es hora.
Breve historia de las coaliciones de gobierno alemanas
Solo una vez el gobierno federal ha sido liderado por un solo partido con mayoría parlamentaria. Por ello, puede decirse que la norma es que Alemania sea gobernada por coaliciones. Acá revisamos todas las combinaciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Gambarini
CDU/CSU - FDP - DP (1949-1957)
El primer gobierno demócratico que hubo en Alemania Federal tras la Segunda Guerra Mundial fue liderado por el dirigente de la Unión Cristianodemócrata Konrad Adenauer, quien formó alianza con los liberales (FDP) y el desaparecido Partido Alemán (DP, conservador). Cuando la CDU/CSU volvió a ganar las elecciones 4 años más tarde, Adenauer mantuvo los mismos socios de coalición.
Imagen: picture-alliance/Vack
CDU/CSU - FDP (1961-1966)
Luego de gobernar Alemania Federal sin necesidad de forjar alianzas entre 1957 y 1961, la Unión (CDU/CSU) perdió su mayoría en el Bundestag y se vio forzado a formar una alianza nuevamente con los liberales. Adenauer renunció en 1963 en medio del llamado "escándalo Spiegel" y su ministro de Asuntos Económicos, Ludwig Erhard (izq.), fue elegido por el Parlamento para tomar el cargo vacante.
Imagen: picture-alliance/dpa
CDU/CSU - SPD (1966-1969)
La primera "Gran Coalición" no fue producto de una elección. Ludwig Erhard fue reelegido en 1965 y continuó gobernando junto a los liberales. Sin embargo, al año siguiente estos dejaron el gobierno en medio de disputas sobre el presupuesto. Erhard renunció y Kurt Kiesinger (der.) lo reemplazó. Sin los liberales, eligió como socios a los socialdemócratas, liderados por Willy Brandt (izq.).
Imagen: dpa
SPD - FDP (1969-1982)
Willy Brandt se convirtió en el primer canciller socialdemócrata de la Alemania de posguerra. Pese a obtener menos votos que la Unión, Brandt forjó una alianza con los liberales que le dio una ligera mayoría en el Bundestag. No sería la primera vez que los liberales recibirían acusaciones de falta de lealtad. En 1974, Brandt fue reemplazado por Helmut Schimdt, quien ganó dos elecciones más.
Imagen: picture-alliance/akg-images
CDU/CSU - FDP (1982-1998)
La amistad de 13 años entre socialdemócratas y liberales terminó en 1980 cuando las diferencias entre ambos partidos se tornaron irreconciliables. Los liberales cambiaron de bando ese año, dejando la coalición y buscando un acuerdo con los conservadores. Esto provocó el colapso del Gobierno del SPD y abrió las puertas al renacimiento del pacto Unión/Liberales, liderado esta vez por Helmut Kohl.
Imagen: AP
CDU - DSU - Despertar Democrático (1990)
Tras la caída del Muro de Berlín, Alemania Oriental celebró sus primeras elecciones. Los cristianodemócratas liderados por Lothar de Maiziere obtuvieron más del 40 por ciento de los votos y formaron alianza con dos pequeños partidos: la Unión Social Alemana (DSU) y Despertar Democrático, entre cuyas filas estaba Angela Merkel. En octubre, el Gobierno firmó la reunificación con Alemania Federal.
Imagen: picture-alliance/dpa/Wolfgang Kumm
SPD - Verdes (1998-2005)
En 2002, la era de Helmut Kohl llegó a su fin y los socialdemócratas, liderados por Gerhard Schröder, volvieron a la cancillería. El SPD formó alianza con los Verdes, que se convirtieron en partido de Gobierno menos de 20 años después de su fundación. A diferencia del período de Brandt, esta vez el SPD lideró un gobierno de izquierda más que de centroizquierda. La coalición gobernó hasta 2005.
Imagen: picture alliance/dpa/W. Baum
CDU/CSU - SPD (2005-2009)
Cuando los primeros sondeos se dieron a conocer tras las elecciones, tanto Schröder (der.) como Angela Merkel (izq.) se declararon vencedores. Al final, los conservadores derrotaron al SPD por apenas un 1 por ciento. Tras fallidas negociaciones para formar la "coalición Jamaica" (CDU/CSU, Verdes y liberales), finalmente los dos partidos más grandes acordaron otra vez una "Gran Coalición."
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Bensch
CDU/CSU - FDP (2009-2013)
La "Gran Coalición" llegó a su fin en 2009, luego de que el SPD alcanzara un decepcionante 23 por ciento en las elecciones federales. Los liberales, en cambio, ganaron 5 puntos y llegaron hasta el 14 por ciento de los votos. Merkel y el liberal Guido Westerwelle (izq.) formaron alianza con relativa facilidad. Fue, después de todo, la undécima vez en que liberales y conservadores formaron Gobierno.
Imagen: Getty Images/A. Rentz
CDU/CSU - SPD (2013-?)
Tras obtener más del 40 por ciento de los votos, los conservadores seguramente no esperaban tener que negociar con el SPD. Pero cuando sus aliados liberales obtuvieron menos del 5 por ciento, sus opciones se vieron reducidas. Merkel entonces llamó a los socialdemócratas a unirse a ella y "tomar la responsabilidad de constituir un gobierno estable". Cuatro años más tarde, repite el mismo discurso.