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Por los siglos de los siglos...

José Ospina Valencia20 de abril de 2004

Ser siempre jóvenes y eternos. Esta podría dejar de ser una utopía. Científicos alemanes afirman haber descubierto un gen decisivo en el proceso de envejecimiento. Loable, pero también ¿deseable?

Caenorhabditis elegans, un gusano muy similar al hombre.Imagen: dpa

"Vejez y hermosura nunca se vieron juntas". La caducidad de este viejo dicho es evidente. Hoy por hoy, la vejez es más reconocida como un proceso normal de nuestra existencia biológica. La vejez es hoy aceptada y estimada como lo que es: una valiosa y bonita etapa de la vida de todos. Aún así, los científicos continúan la caza de los secretos de la juventud y la vida eterna.

El último logro lo reportan expertos de la Universidad Albert Ludwig de Friburgo, en el sur del país. Los científicos aseguran haber encontrado una fuente química de la vida en un gusano de sólo un milímetro de longitud: caenorhabditis elegans es el nombre latino del gusano que ya le ha prestado grandes servicios a la humanidad porque en él se ha podido descifrar buena parte de su estructura genética, similar a la humana. Ahora los científicos han encontrado en dicho gusano "la clave del envejecimiento celular".

Según los resultados, la insulina juega el papel principal en este proceso. Aunque más conocida en relación con la diabetes, se sabe desde hace algún tiempo que la insulina puede alargar la vida. Ello ha sido comprobado tanto en nuestro gusano en cuestión como en moscas y ratones. De ahí que los estudiosos consideran que "es muy probable que funcione también en el ser humano".

Imagen: AP

El último eslabón

La razón para que funcione era empero un misterio. Hasta ahora no se sabía cuál era el último eslabón de la reacción en cadena provocada por la insulina. Ralf Baumeister y Maren Hertweck dicen haber identificado precisamente "la llave genética que dirige directamente el envejecimiento celular": un gen que produce una enzima denominada SGK-1.

La manipulación de SGK-1 a través de mutación, químicos o tensión ocasionó en el gusano un éxito inaudito: "Caenorhabditis elegans, que tiene una vida en promedio de 14 días y sufre típicas señales de envejecimiento en el último tercio, se mostraba tan ágil como un joven gusano después de 2 semanas de vida", escriben los científicos en la revista Developmental Cell. La manipulación había bloqueado el engranaje del programa de envejecimiento celular.

El elixir de la vida

Imagen: Bilderbox

El descubrimiento de dicha función de SKG-1 podría abrir posibilidades inusitadas en la medicina. "Las principales enfermedades son causadas por el envejecimiento celular", dice el biólogo Baumeister. "La probabilidad de morir víctimas de enfermedades vasculares, cáncer y Alzheimer aumenta con la edad", recuerda el experto alemán. Si la ciencia logra pues comprender, manejar, frenar o detener los procesos de envejecimiento celular, esto sería una verdadera sensación.

¿Utopía? Los científicos afirman, en todo caso, haber prolongado la vida del caenorhabditis elegans a "límites hasta ahora desconocidos". Lo que "en humanos es, en principio, 'farmacológicamente' probable", asegura Baumeister, ya que "el 75% de la composición de aminoácidos de los humanos es idéntica a la del gusano caenorhabditis elegans." Probado ya está que el bloqueo de un regulador como SKG-1 no sólo es posible a través de manipulación genética sino también de medicamentos.

Imagen: Bilderbox

Paraíso o infierno

"La píldora de la juventud será, algún día, una realidad", vaticina el científico. Experimentos con animales han demostrado que en la tercera edad nos podremos mantener en forma y viviremos muchos años más. Pero la intención de los investigadores alemanes es, según ellos, "aumentar la calidad de vida y no la cantidad". No en vano la naturaleza misma tiene para cada persona, animal o planta un ciclo determinado de vida. Vivir 150 ó 200 años puede ser para algunos un sueño, pero para otros tantos una verdadera pesadilla.