Por primera vez, China no registró nuevos casos de COVID-19
23 de mayo de 2020
Si bien el gigante asiático lleva una semana registrando menos de una decena de nuevos contagios por día, no había logrado hasta la fecha llegar a cero.
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Las autoridades de salud chinas informaron este sábado (23.05.2020) que no se registraron nuevos casos de coronavirus en el país el pasado viernes 22 de mayo, un logro que se alcanza por primera vez desde que la pandemia comenzó a extenderse por el mundo desde la ciudad de Wuhan, a fines del año pasado. La Comisión Nacional de Salud del gigante asiático solamente registró dos casos sospechosos.
Uno de ellos es un caso importado detectado en Shanghái y el otro es un caso de transmisión local ubicado en la provincia de Jilin, al noreste del país, en la frontera con Rusia y Corea del Norte. Desde el pasado 11 de mayo los nuevos casos confirmados diarios en China se mantenían por debajo de la decena, pero hasta ahora nunca habían conseguido llegar a cero.
La jornada previa se habían reportado cuatro nuevos contagios, dos de ellos también en Jilin, donde en las últimas semanas se han detectado más de una treintena de infectados relacionados con los nacionales chinos que regresan a su país desde Rusia, que en estos momentos es el tercer país con más casos de la enfermedad, tras Estados Unidos y Brasil.
Casos "importados”
En las últimas 24 horas no se ha producido tampoco ninguna nueva muerte, tres pacientes fueron dados de alta y se dejaron de observar 252 contactos cercanos a los infectados. El total de casos activos procedentes del exterior se eleva a 41, dos de ellos en estado grave. Esta jornada también se detectaron 28 casos asintomáticos, 7 menos que en el día anterior.
China ha logrado controlar en gran parte el avance de la pandemia gracias a las medidas de restricción de movimientos que impuso a todas las regiones azotadas por el coronavirus, pero en las últimas semanas ha visto el surgimiento de nuevos brotes, especialmente en ciudades donde el retorno de chinos desde países fronterizos ha sido masivo.
DZC (EFE, Reuters)
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Quiero pasta a la boloñesa, pero con plexiglás
El plexiglás también es protagonista en este restaurante de Milán. El "Gaga Café" separó con paredes de plástico transparente a los comensales y a las mesas de los pasillos, para evitar posibles contagios. Pese a todas las medidas, la mascarilla igual es obligatoria, aunque hay que quitársela para beber o comer, eso es evidente.
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Disfrutando de la cena en el invernadero
En algunos lugares ya la gente puede salir a cenar en restaurantes, después de varias semanas de estar impedida de ello. En el centro cultural Mediamatic, de Ámsterdam, los clientes pueden comer, al menos momentáneamente, en los cinco pequeños invernaderos instalados para evitar al virus. El concepto ha sido bien recibido y todas las mesas están reservadas hasta fines de junio.
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El sueño del mar
Sentarse a orillas del mar y mirar las olas: muchos turistas piensan que esa es la mejor sensación de las vacaciones. En tiempos de coronavirus, la gente que antes se sentaba sobre la arena, ahora debe quedarse en casa. Por eso las ventas de muebles para balcones y jardines han aumentado, según los vendedores. El lema es: si no puedes sentarte en la playa, entonces siéntate en el jardín.
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Peluquerías llenas, aunque sin café
Después de una pausa forzada de seis semanas, este peluquero de Essen recibe a sus primeros clientes. Pero las cosas han cambiado: ahora las mascarillas son obligatorias, un panel de plástico transparente separa los lavaderos y se acabó el café para acompañar la espera. A los clientes parece darles igual: en muchas peluquerías las reservas están agotadas.
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Dar el "sí" ante 30 autos
¿Quién dijo que no podían celebrarse matrimonios en tiempos de coronavirus? En un autocine de Düsseldorf, en Alemania, esta joven pareja se atrevió a dar el sí ante decenas de invitados, que escucharon la ceremonia en la radio de sus automóviles. Tras la oficialización del matrimonio, hicieron sonar sus bocinas. Fue la primera boda de este tipo en el país, pero hay más en carpeta.
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Aplausos en silencio
También artistas como el comediante Bülent Ceylan han recurrido a los autocines, con bastante éxito. En Viernheim, Alemania, el Festival Car-Watch llenó el estacionamiento del Rhein-Neckar-Zentrum. No todos están contentos: los bocinazos de los automovilistas ya provocan malestar entre los residentes. Por ello, este espectador eligió una forma de expresión menos escandalosa.
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Islas negras en la oficina
Así podrían ser las oficinas del futuro: las marcas negras en el piso muestran la zona a la que ningún compañero de trabajo puede ingresar, para así mantener la distancia necesaria (2 metros) y evitar contagios. Tras los monitores, el plexiglás ofrece protección adicional. El problema es que, para lograr lo que logró esta empresa de Ámsterdam, se requiere mucho espacio.
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Esperar en fila y ordenados
No solo dentro de los edificios se debe mantener la distancia, al menos por los próximos meses. En una estación de metro de Niza, en Francia, está marcado en el piso dónde debe esperar cada pasajero. Medidas similares se han tomado en distintos lugares del mundo. Por desgracia, estas señales no evitan las aglomeraciones al abordar el tren.
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Pistas para peatones
También en las calles comerciales de Dinamarca las personas deben respetar ciertas normas. O deberían hacerlo. En Aalborg, por ejemplo, los peatones deben actuar como si fueran vehículos y siempre avanzar por la derecha. De esta forma se evita que haya encuentros demasiado cercanos. Está por verse si esto servirá para que la gente lo respete.
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La vida depende de una botella
En la muy poblada ciudad de Hong Kong la distancia entre uno y otro es tan estrecha que todo sirve para protegerse, incluso una botella recortada, que evita la llegada a la cara de cualquier salpicadura proveniente de la boca de otro ciudadano. No se sabe si es cómodo, pero sin duda es un invento creativo y barato.
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Control seguro de la puerta
Mantener la distancia es una cosa, evitar las infecciones por contacto es otra diferente. Muchas personas abren las puertas con los codos o con las manos cubiertas con la manga, pero ese lujo solo pueden dárselo los que tengan mucho control sobre sus extremidades. Este abridor de puerta evita que se toque el picaporte con la mano, y resuelve el problema.
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Orinar, también desde lejos
El distanciamiento debe respetarse incluso en los baños. O al menos así lo decidieron en este baño público de Bruselas, donde se optó por la seguridad total y se bloqueó los urinarios para que la gente haga sus necesidades a distancia.
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