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Las empresas alemanas en Brasil callan ante Bolosonaro

Bruno Lupion
8 de agosto de 2018

La Asociación de Accionistas Críticos de Alemania pide a las empresas alemanas en Brasil que se distancien de la declaraciones de la Confederación Nacional de la Industria brasileña a favor de Jair Bolsonaro.

Brasilien Jair Bolsonaro
Imagen: Reuters/L. Benassatto

La Asociación de Accionistas Críticos en Alemania (Dachverband Kritische Aktionäre) tiene al menos una acción de cada empresa en la bolsa de Fráncfort y, por ley, tiene derecho a hablar en las asambleas anuales durante diez minutos. Tiempo que utiliza para presionarlas e intentar obtener respuestas. Dicha entidad publicó una nota solicitando que las empresas alemanas en Brasil se posicionen contra la postura favorable de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) hacia la candidatura de Bolsonaro, actual líder en las encuestas electorales. La entidad alemana considera al candidato un "fascista" por sus elogios a torturadores de la dictadura militar y sus críticas a los derechos humanos. DW entrevistó al presidente de la Asociación de Accionistas Críticos, Christian Russau.

DW: ¿Por qué su asociación decidió publicar una nota sobre la conferencia de Bolsonaro en la CNI?

Christian Russau: Estamos preocupados por el discurso de odio que se extiende en Brasil. Me sorpredió cuando vi el video del Bolsonaro en la CNI, hablando mal de las cuotas, de lo que él llama ideología de género, criticando lo llamado políticamente correcto y recibiendo aplausos de los empresarios.

Dos semanas después de ese evento, el presidente de la CNI, Robson de Andrade, declaró que el empresariado en Brasil no tiene temor alguno ante un eventual gobierno Bolsonaro. ¿Como evalúa esta declaración?

Es un escándalo, parece que la industria solo piensa en los negocios y en las ganancias, mientras que los valores democráticos y el respeto a las minorías no interesan. No se juega con la democracia y la dictadura. No se puede fingir que no pasó nada. De repente, estamos entrando en una época prefascista. Como decía [el filósofo alemán] Theodor Adorno: "No temo tanto el retorno de los fascistas con máscara fascista como el de los fascistas con máscara de demócratas". Esto me recuerda el caso de Volkswagen en los años 70 en Brasil. El expresidente de dicha compañía, Carl Hahn, llegó a decir entonces que no veía ningún problema si se sustituía la democracia brasileña por una dictadura.

¿Por qué usted defiende que las empresas alemanas se posicionen contra los aplausos a Bolsonaro en la CNI?

Las empresas alemanas son un factor importante en la economía brasileña, especialmente en el sector industrial. La CNI representa a todas las entidades industriales de los estados brasileños, como la Fiesp (Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo) y la Firjan (Federación de las Industrias del Estado de Río de Janeiro), y las empresas alemanas tienen peso en esas entidades. Nosotros exigimos que se posicionen ante la amenaza de un nuevo autoritarismo, de un prefacismo.

Pero el mayor objetivo de una empresa es el beneficio. ¿Por qué deberían mostrar una postura clara ante las elecciones?

En la dictadura militar de Brasil, el llamado milagro económico estuvo basado en el ajuste salarial. Quienes pagaron la factura fueron los trabajadores. Las mayores empresas alemanas también se beneficiaron. Creo que ningún accionista de una empresa quiere en la actualidad sacar provecho explotando a los otros. Además, las empresas tienen una responsabilidad moral y ética.

DW preguntó a las nueve mayores empresas de capital alemán en Brasil si estaban de acuerdo con la afirmación del presidente de la CNI y que hicieran comentarios sobre la candidatura Bolsonaro. Ninguna respondió al respecto. ¿Cómo evalúa esa reacción?

No sé si llamarlo timidez, cobardía u oportunismo. Tal vez sea de todo un poco.

En sus respuestas, algunas de esas empresas expresaron la defensa de valores. Volkswagen, por ejemplo, dijo defender la democracia y la libertad de expresión. Siemens hizo referencia a la seguridad jurídica, la estabilidad política y la libertad económica.

Entiendo, hasta cierto punto, el temor de las empresas a posicionarse abiertamente. También es así en Alemania, donde solo el presidente de Siemens, Joe Kaeser, criticó al partido populista de derecha AfD. Casi nadie compra productos de Siemens [como turbinas de hidroeléctricas, sistemas de señalización, etc.]. En el caso de Volkswagen, la gente compra coches y se identifica con la marca. Ningún otro presidente de empresas alemanas quiso posicionarse contra la AfD. El presidente de una empresa automotriz, que pidió anonimato, dijo que si se posicionara, la empresa vendería hasta un 19% menos de coches.

Puedo entender, sin estar de acuerdo, que tengan miedo a criticar explícitamente a candidatos de la extrema derecha, como Bolsonaro, pero están repitiendo el mismo error que cometieron en los años 70 durante la dictadura en Brasil.

 

Bruno Lupion  (RMR/ER)

 

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