Por qué es tan alta la tasa de mortalidad materna en EE.UU.
Doris Pundy
29 de septiembre de 2019
En general, mueren en el mundo muchas menos mujeres como consecuencia del embarazo y el parto que hace 25 años. Sin embargo, en Estados Unidos esa cifra ha crecido y las afroamericanas son las más afectadas.
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Kira Johnson trajo a su segundo hijo al mundo en abril de 2016, tal y como estaba previsto. Se le practicó una cesárea en un hospital de Los Ángeles. Langston era un niño deseado que venía a completar la familia. Pocas horas después del alumbramiento, Charles, el marido de Kira, se dio cuenta de que había sangre en el catéter de su esposa. Pidió a un doctor que viniera. Un análisis de sangre y una ecografía confirmaron la primera sospecha: Kira tenía hemorragias internas.
La operación de urgencia se demoró. Charles inquirió una y otra vez cuándo operarían a su esposa. "Ella no es nuestra máxima prioridad", le dijeron. Finalmente, diez horas después de la desdichada cesárea, Kira fue trasladada por segunda vez a la sala de operaciones. En su estómago ya se habían acumulado 3,5 litros de sangre. Poco después de ponérsele la anestesia, su corazón dejó de latir.
Las mujeres negras mueren más
Kira Johnson no es un caso aislado. Unas 700 mujeres mueren en Estados Unidos cada año durante el embarazo, el alumbramiento o los meses posteriores. Ningún país industrializado tiene una tasa de mortalidad materna tan elevada. En Alemania, es menos de la mitad que en EE.UU.
El riesgo es triple para las mujeres negras. En algunos estados, el color de piel sigue teniendo una enorme influencia sobre la vida y la muerte. Washington D.C. es el estado que ocupa el lugar más bajo en esa lista. La más elevada tasa de mortalidad materna entre mujeres negras tiene varias razones. Según la partera Aza Nedhari, una es el deficiente acceso a servicios de salud. Nedhari es directora de Mamatoto Village, una asociación que tiene un centro de alumbramientos en el sur de la ciudad de Washington D.C. Allí hay cuatro hospitales que cuentan con plantas obstétricas, pero ninguno de ellos está situado en el sur, donde viven, sobre todo, negros.
Insuficientes servicios de salud y prejuicios inconscientes
En su centro de alumbramientos, Nedhari puede acompañar el proceso de unas pocas embarazadas, pero solo si la gestación discurre sin complicaciones y el parto es espontáneo, es decir, que el bebé viene al mundo de forma natural. La gran parte de las futuras madres deben acudir al hospital tanto para los reconocimientos habituales como para el nacimiento, sobre todo aquellas con embarazos de riesgo. Para algunas mujeres del sur de la ciudad, eso implica un trayecto de más de una hora para la ida y otro tanto para la vuelta. Si tienen trabajos precarios y otros niños, es difícil que logren acudir a todas las citas.
Stacey D. Stewart preside la organización de derechos de la mujer "March of Dimes". Stewart considera que la cara y escasa oferta de servicios de salud es la razón por la cual la tasa de mortalidad materna es tan elevada en Estados Unidos y pide revalorizar a parteras y ayudantes de parto para que las madres puedan recibir una mejor atención en sus propios barrios. Su organización también pide que los tratamientos en los doce primeros meses tras el parto estén cubiertos y que la protección aseguradora no concluya con el alumbramiento.
Según Stewart, otra razón son los prejuicios inconscientes. En Estados Unidos, donde estudiar la carrera de medicina cuesta unos 200.000 dólares, hay todavía proporcionalmente menos médicas y médicos negros. Una investigación del año 2017 arrojó como resultado que las madres afroamericanas solían sentirse tratadas deficientemente en los hospitales y que no eran tenidas en cuenta cuando se quejaban del dolor. "Debemos plantearnos este problema social profundamente enraizado para mejorar la salud de las madres negras", dice Stewart. A partir de este otoño, su organización ofrece cursos al respecto para el personal sanitario.
La ginecóloga Esther Gamuchirai Madzivire, de Carolina del Norte, cambió el trato con sus pacientes después de ocupar ella misma ese lugar. Sus dos hijos fueron prematuros y estuvieron meses ingresados en la planta de cuidados intensivos. A menudo en el hospital sintió que no se la tomaba en serio y solía recibir comentarios groseros e hirientes en lugar de respuestas.
Ese "oscuro y pequeño secreto"
Desde entonces, aconseja a las mujeres hacer en casa listas de dudas que después ella misma se ocupa de despejar una a una en la consulta. "Eso transmite respeto", dice. Madzivire está segura de que la tasa de mortalidad en Estados Unidos descenderá pronto. En los últimos años han surgido numerosas iniciativas, como la de Mamatoto Village, en Washington, que está apoyada por la municipalidad. Los demócratas tratan de hacer de la mortalidad materna uno de sus temas de campaña. "Nos encontramos en un punto de inflexión", dice Madzivire. "Finalmente es posible hablar abiertamente de mortalidad materna y discriminación". Antes, el tema era una especie de "oscuro y pequeño secreto".
Aza Nedhari y Stacey D. Stewart no comparten su optimismo. Por supuesto que se alegran de la atención que el tema recibe, pero no ven ninguna mejora sustancial. "Necesitaríamos un sistema en el que nadie sea tratado peor por el color de su piel", dice Nedhari. "Aún estamos lejos de ese punto", dice. "Mientras el racismo siga siendo parte del día a día de los negros en este país, solo se estarán tratando los síntomas, pero no la enfermedad", sentencia.
(ms/lgc)
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Así crían a sus hijos los padres alemanes
Aunque en todo el mundo la paternidad enfrenta problemas similares, hay algunas cosas que se deben saber antes de enfrentarse a unos padres "made in Germany".
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¿Nombres tradicionales o inusuales?
¿Quiere que su hijo destaque o sea uno más del montón? La elección del nombre del bebé es como decidirse por el diseño de un tatuaje, salvo que la elección la hacen los padres, pero el que cargará con las consecuencias será el hijo. En todo caso, nunca ha sido una buena idea criticar la elección del nombre de una persona. Marie y Elias fueron los favoritos en Alemania en 2016.
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Amamantar en público
Aunque por diversos factores no todas las madres pueden hacerlo, amamantar es una práctica muy extendida en Alemania. Los alemanes no tienen problemas con los desnudos, así que en general dar pecho en público no genera conflictos. Sin embargo, no existe una ley que proteja a las madres lactantes. Cada dueño de tienda puede decidir que no se dé pecho en su local, y algunos pocos lo hacen.
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Amamantar a niños creciditos
Este es otro tema en el que a nadie le gusta ser juzgado. Es posible ver a madres amamantando a niños de tres años en un parque. Sí, es una excepción, pero puede ocurrir. Como el permiso maternal se paga durante 12 meses en Alemania, y hasta 14 meses si es compartido por ambos padres, muchas madres tratan de cortar la lactancia antes de volver al trabajo, pero no existe una norma al respecto.
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Cuidado de los niños
Y ya que estamos en eso de volver al trabajo, la organización del cuidado de los niños es otro asunto estresante. Si bien muchos se sienten felices con hallar un lugar cerca de casa, para algunos padres alemanes esta decisión es crucial para la formación académica de los chicos. Por ejemplo, si buscan alguna "filosofía" de educación alternativa; deben buscar bien dónde comenzar la vida preescolar.
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Vacunación
Algunos padres rechazan las vacunas, que no son obligatorias en Alemania. Según la OCDE, el 96 por ciento de los niños están cubiertos por este prodigioso avance de la ciencia, aunque otros estudios sostienen que la cifra es menor. Esta creencia irracional solo funciona si hay suficiente gente vacunada. Sin ir más lejos, gracias a los antivacunas Berlín enfrentó una epidemia de sarampión en 2014.
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El arte de llorar
Los niños se despiertan varias veces en la noche y los padres se agotan. Siguiendo el llamado "método Ferber", muchos se han hecho seguidores del libro "Jedes Kind kann schlafen lernen" ("Los niños pueden aprender a dormir"), que recomienda dejar que los niños lloren sin prestarles atención hasta que se cansen y vuelvan a dormirse. Algunos lo encuentran excelente; otros lo califican de tortura.
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Dormir con mamá y papá
Aquellos que se oponen a ese método para dormir prefieren la paternidad cercana, un sistema promovido por el pediatra estadounidense William Sears. Éste recomienda, entre otras cosas, dormir cerca del bebé, el llamado "colecho", otro tema que genera controversia. Alemania organizó su primer Congreso de Paternidad Cercana en 2014, con el respaldo del Ministerio Federal de Asuntos Familiares.
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Pañales de tela, desechables... o sin pañales
Los pañales son otro asunto difícil para los padres. Pese a que hay muchos modelos de uso sencillo en el mercado, algunos padres optan por los pañales de tela. Si parece trabajo extra, piense en quienes prefieren la versión que se hace llamar más "ecológica". Se trata de quienes no ponen pañales a sus hijos. Es un método poco extendido, pero cada vez gana más adeptos.
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¿Comida casera o envasada?
Para algunos, es posible saberse excelente padre por la forma en que, amorosa y esforzadamente, preparan la comida de sus pequeños. Todo orgánico, por supuesto. Y los accesorios donde se sirve el puré que alimentará al rey del hogar deben ser comprados en tiendas de comercio justo. Por cierto, mirarán con malos ojos a los que compran comida envasada, aunque cuando hay que viajar... igual sirven.
Imagen: Fotolia/victoria p
Educación alternativa
En los 60 del siglo pasado, los alemanes reflexionaron sobre la educación y llegaron a usar conceptos como "formación antiautoritaria", que busca promover la libertad de pensamiento de los niños. La influencia de estos movimientos se siente en el país hasta hoy. Más allá de las teorías populares, cada padre desarrolla su propio estilo de crianza, y nadie quiere escuchar que está equivocado.
Imagen: colourbox/S. Darsa
TV y otros aparatos electrónicos
Hay aplicaciones y programas de TV extraordinarios a la medida de los niños. Muchos chicos de un año son más hábiles con un smartphone que sus abuelos. Aunque no hay consenso entre los padres germanos sobre el uso de los medios digitales en los menores, la mayoría se sentirá mejor si restringe el contacto de sus bebés con una pantalla, aunque disfruten del descanso que otorgan estos aparatos.
Imagen: picture-alliance/dpa
Azúcar
Otra forma que tienen los alemanes de demostrar cuán buen padres son es a través del número de años que vivieron sus hijos sin haber entrado en contacto con los dulces. Y esto en un país donde el helado diario es casi un ritual en verano. Por cierto, el segundo hijo suele gozar de los malvados caramelos antes que su predecesor... los padres, tras un tiempo, pierden sus estrictos principios.