Este país no necesita una prohibición del burka, puesto que es sólo el síntoma. Se trata más bien del derecho individual a decidir, opina Martin Muno.
Publicidad
Verano de 2016: Alepo se presenta como el infierno en la tierra, en el Mediterráneo se siguen ahogando refugiados, los bajos tipos de interés vacían los fondos de pensiones alemanes… ¿Y sobre qué discute Alemania? Sobre un trozo de tela.
Este país no necesita una prohibición del burka. Incluso la palabra es incorrecta, ya que en Alemania todavía no ha llegado esta prenda, que cubre incluso la cara con una rejilla de tela. Si bien hay mujeres que llevan la niqab, que oculta todo el cuerpo y deja libre sólo una pequeña rendija para los ojos, su número es insignificante.
Para no llamarnos a error: burka, niqab o chador son la represiva expresión de la reaccionaria idea de que el derecho total a disponer del cuerpo femenino recae sobre el hombre. Pero no son más que el síntoma. La obligación de ir tapadas es sólo una cara de la moneda. También las exhibiciones ostentosas del sexualizado cuerpo femenino, como vemos muchas veces en la publicidad, es una expresión de esta retrógrada idea.
Debemos por tanto luchar por una sociedad en la que este derecho a disponer del cuerpo de la mujer recaiga únicamente sobre ellas. Esto significa, para concretar, que cada mujer pueda decidir por sí misma lo que lleva puesto.
Inútil y populista
Los recién conocidos planes del ministro del Interior son, en todo caso, la expresión de la inutilidad: no puede haber una prohibición total del burka, pero sí una parcial. No se podrá ir tapada al volante de un coche ni en las administraciones públicas. Pero, por favor, ¡qué mujer con velo puede conducir ella misma! ¡Cuántas se dedican a una profesión! Aquí también se confunde el problema con sus síntomas, buscando repercusión pública y un acercamiento a los simpatizantes de Pegida y de la AfD con la vista puesta en las próximas elecciones regionales.
Porque un problema que sí tenemos, es si no conseguimos que nuestro estilo de vida occidental y nuestras libertades sociales no resulten ya más atractivas que el autoritarismo, si ya estamos en un punto en que tenemos que reglamentar por ley el uso de ciertas prendas, es que hemos perdido. Al menos la batalla por las ideas. La gran promesa de tener derecho a luchar por conseguir la felicidad independientemente de nuestro origen, género, color de la piel u orientación sexual es fundamental en nuestra sociedad. Debe ser una antorcha, no una barrera.
La propuesta de prohibir en Alemania el burka y otros velos islámicos integrales ha desatado polémica en el país. Aquí les explicamos cuáles son los distintos tipos de velo en el mundo musulmán.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
El hiyab
Si bien la palabra “hiyab” se refiere a la acción de cubrirse, hoy día se usa sobre todo para designar el velo musulmán occidental, que cubre la cabeza y el cuello de las mujeres, pero deja al descubierto su cara. El color y estilo del hiyab varía según las tradiciones y costumbres del país o de la comunidad religiosa.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
El burka
El burka es el velo musulmán más conservador. Se trata de un velo largo de una pieza que cubre completamente la cara y el cuerpo de las mujeres. A la altura de los ojos, cuenta con una especie de rejilla de tela para la visión. El burka se usa sobre todo en Afganistán, donde generalmente es azul, y en Pakistán.
Imagen: picture-alliance/dpa
La nicab
También la nicab oculta por completo el cuerpo de la mujer, pero, a diferencia del burka, deja al descubierto los ojos. Este tipo de velo musulmán es muy popular en los países árabes del golfo Pérsico.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Endig
El chador y el khimar
El chador es una variante del burka que suele usarse sobre todo en Irán. Cubre a las mujeres de los pies a la cabeza excepto la cara y las manos. Generalmente la tela es de color negro y disimula las curvas femeninas. Parecido al chador, el khimar cubre el cabello, el cuello y los hombros hasta la altura de la cintura. Este velo en forma de capa deja al descubierto la cara.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Taherkenareh
La shayla
La shayla es un velo rectangular que cubre la cabeza y se fija en los hombros, dejando al descubierto el rostro de la mujer. Suele usarse mucho en los países del golfo pérsico. Por lo general se utilizan telas ligeras de colores alegres. En la imagen vemos a la bloguera y periodista turco-alemana Kübra Gümüsay.
Imagen: picture-alliance/dpa/K. Schindler
La al amira
A este modelo también se le conoce como “pañuelo de princesa”. Está compuesto por dos piezas: un velo que cubre la cabeza y el cabello de forma ajustada, parecido a una gorra, y otra tela que se coloca sobre el primer velo en forma tubular. Se puede complementar con broches o diademas. Debido a su estilo sencillo y práctico, varias atletas musulmanas lo usan en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/P. D. Josek
El burkini
En 2003, la australiana Aheda Zanetti diseñó el primer traje de baño para mujeres musulmanas: el burkini. Este velo cubre el cuerpo con excepción de la cara, las manos y los pies. En algunos países europeos, el burkini ha desatado polémica e incluso ha sido prohibido en algunas playas y albercas.