América Latina y el Caribe es la segunda zona del mundo más propensa a sufrir un desastre como consecuencia de un fenómeno meteorológico extremo, según la ONU. Entre los años 2000 y 2022, se contabilizaron 1.534 episodios, con cerca de 190 millones de personas afectadas, uno de cada tres habitantes de la región. Los expertos aseguran que no es posible evitar las amenazas naturales, pero que sí se pueden prevenir sus riesgos para impedir que se conviertan en desastres.
Las inundaciones son los más habituales, con el 45 % del total de los desastres. Pero el que tiene un impacto mayor entre la población es la sequía.
Los investigadores consideran que, para construir una América Latina más resistente a los desastres, la clave está en la planificación, la concienciación, la inversión y, sobre todo, la comprensión del riesgo.