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EconomíaEstados Unidos

Por qué Trump apuesta a los aranceles y no a las sanciones

21 de julio de 2025

Donald Trump confía en que sean los aranceles, y no las sanciones, las medidas que solucionen lo que él considera desequilibrios económicos y geopolíticos.

primer plano de Donald Trump con la boca abierta, fondo pared con cuadro en dorado.
Trump utiliza los aranceles comerciales para presionar al resto del mundo.Imagen: Andrew Caballero-Reynolds/AFP/Getty Images

La tendencia del presidente estadounidense, Donald Trump , a imponer aranceles en lugar de sanciones, ha sido muy criticada.  Desde su regreso a la Casa Blanca, en enero de 2025, las amenazas arancelarias de Trump a docenas de países han creado una gran incertidumbre entre las empresas estadounidenses y los socios comerciales internacionales.

Lo que se ha dado en llamar "tango arancelario” -es decir, su audaz manera de prometer elevados aranceles a los productos extranjeros para luego cambiar bruscamente de rumbo- encaja con los cambiantes objetivos políticos y económicos de Trump.

Por su parte, los mercados financieros están en tensión constante, sin saber ni cómo ni cuándo el presidente pueda volver a imponer alguna de sus tasas.

Los aranceles a China, el mayor rival económico y militar de Estados Unidos, alcanzaron máximos históricos en abril de 2025, disparándose hasta el 145 por ciento, antes de reducirse al 51 por ciento al mes siguiente, luego de que delegaciones de ambos países mantuvieran negociaciones comerciales en Londres.

El repentino aumento y posterior bajada de tasas arancelarias por parte de Trump demuestra cómo el presidente republicano las utiliza de forma flexible para intentar corregir lo que él considera injusticias comerciales, basándose en disputas pasadas.

"Lo que moldea las opiniones del presidente es el rápido ascenso de Japón en la década de 1980 y la sensación de que los japoneses estaban superando la emblemática industria automovilística estadounidense, porque Estados Unidos había sido demasiado generoso en sus condiciones comerciales”, explica a DW Jennifer Burns, profesora asociada de Historia en la Universidad de Stanford.

Los aranceles se ajustan a la visión America first de Trump

Los aranceles son el arma preferida de Trump para hacer frente al enorme déficit comercial de Estados Unidos, en particular con China, que ascendió a 295.000 millones de dólares en 2024, según la Oficina del Censo de Estados Unidos. También se ajustan a su agenda America first, que tiene como objetivo proteger las industrias nacionales e impulsar la creación de empleo en Estados Unidos.

La Casa Blanca ha defendido el enfoque del presidente, insistiendo en que los aranceles pueden aplicarse rápidamente y, a diferencia de las sanciones, no cierran completamente los mercados extranjeros a las empresas estadounidenses.

Los aranceles otorgan a Trump un control directo y unilateral, mediante órdenes ejecutivas, para las que no es necesaria la aprobación del Congreso de los Estados Unidos. Las sanciones, por otro lado, suelen requerir marcos jurídicos complejos y la cooperación con socios internacionales, como la Unión Europea.

Aunque los aranceles han sido ampliamente criticados por su potencial para avivar la inflación, a diferencia de las sanciones, sí generan ingresos para el Tesoro de los Estados Unidos.

Los ingresos por aranceles de los Estados Unidos aumentaron un 110 por cient, hasta alcanzar los 97 300 millones de dólares en la primera mitad del año, en comparación con el mismo período del año pasado.

Trump difumina la línea entre aranceles y sanciones

Las políticas del segundo mandato de Trump sugieren que está utilizando los aranceles para alcanzar objetivos que suelen asociarse con las sanciones, como presionar a países como Canadá, México y China en cuestiones no comerciales, como inmigración y tráfico de drogas.

Los aranceles son criticados por los analistas por su potencial para elevar la inflación, pero, a diferencia de las sanciones, las penalizaciones comerciales sí generan ingresos para el Tesoro de los Estados Unidos.Imagen: Carlos Barria/REUTERS

De manera similar, Colombia fue amenazada con aranceles después de rechazar vuelos de deportación de Estados Unidos. Y las amenazas de imponer gravámenes a la Unión Europea fueron pronunciadas, en parte, como respuesta a las regulaciones de la UE en materia de privacidad y clima.

A principios del mes de julio de 2025, Trump impuso un arancel del 50 por cien a las importaciones procedentes de Brasil. La medida fue presentada como una represalia por el procedimiento judicial que el país sudamericano está llevando a cabo contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, un aliado cercano de Trump. 

Las anteriores administraciones estadounidenses han preferido las sanciones a los aranceles como herramienta punitiva para "poner en vereda” a los países rebeldes.

Desde que Moscú lanzara su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, Estados Unidos ha impuesto más de 2500 sanciones a Rusia, dirigidas a personas, entidades, buques y aeronaves. Estados Unidos también ha impuesto sanciones a Venezuela, Irán y Corea del Norte.

Recientemente, Trump se ha mostrado más abierto a imponer sanciones. En referencia a un proyecto de ley propuesto por el senador Lindsey Graham para penalizar a Moscú si no negocia de buena fe un acuerdo de paz con Kiev, Trump afirmó que estaba considerando "muy seriamente” esa posibilidad.

La experta Jennifer Burns señala cómo la incertidumbre en torno a la política arancelaria de Trump ha dejado a las empresas estadounidenses y a los socios comerciales mundiales en una situación delicada. Burns advierte que "años de incertidumbre arancelaria” podrían provocar una "grave desaceleración económica, ya que las empresas y los inversores esperan un panorama más predecible”.

(md/ms)

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