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Porno en el seminario

15 de julio de 2004

La iglesia católica de Austria se enfrenta a uno de los escándalos más sonados de su historia. Fotos pornográficas y relaciones homosexuales revelaron las "perversiones" de los aspirantes al sacerdocio y sus profesores.

Sankt Pölten: una "casta casa" para los seminaristas.Imagen: AP

El seminario de Sankt Pölten no era precisamente un ejemplo a seguir para la iglesia católica. Su director, el obispo conservador Kurt Krenn, ya fue reprendido con anterioridad por su comportamiento laxo en lo referente a la admisión de las vocaciones en el seminario. Círculos eclesiásticos manifestaban que Krenn acogía a seminaristas que en cualquier otra diócesis no hubiesen sido aceptados. En palabras de Egon Kapellari, vicepresidente de la Conferencia Episcopal austríaca, "Sankt Pölten optó por un camino diferente que no resultó ser el adecuado".

Bajo la tapadera del celibato

El gran escándalo saltó cuando algunos de los "célibes" seminaristas avisaron a los medios y a la policía, las prácticas libidinosas de sus compañeros de estudios. La policía inició la investigación hace seis meses con resultados que causaron estupor en todo el país: 40.000 fotos pornográficas, la mayoría descargadas de internet de páginas polacas, halladas en las computadoras de los seminaristas. Entre ellas, fotos de la violación de una niña de cinco años y prácticas de zoofilia.

Además de las fotos de internet, entre los mismos seminaristas circulaban fotos, que muestran prácticas homosexuales dentro del convento. Todas las fotos estaban en la memoria de varios ordenadores, a los que cualquier seminarista tenía acceso. Sin embargo, para el obispo Krenn, una foto del vicerrector besando en la boca a un estudiante, u otra que muestra como el rector toca los genitales de otro estudiante, son sólo castas "tonterías de adolescentes", a los que la fiesta de Navidad les lleva a "expresarse con el corazón".

La curia cardenalicia escandalizada ante el caso de Sankt Pölten.Imagen: AP

La policía austríaca investiga los hechos en el seminario, pero se concentra en los casos de pedofilia. Éste es el único comportamiento que está tipificado como delito según la ley austríaca. Los demás comportamientos inmorales de los seminaristas entrarían dentro del fuero de la iglesia católica.

"Aunque no exista un delito tipificado de homosexualidad, se trata de una relación de superioridad de los rectores con los alumnos, por lo que el seminario tiene una gran responsabilidad", manifestó Helmut Schüller, defensor de la Diócesis de Viena para las víctimas del abuso sexual. Schüller pidió la dimisión de Krenn para permitir una investigación a fondo del caso.

Escándalo con precedentes

Ni el Vaticano ni la conferencia episcopal austríaca han hecho declaraciones sobre las responsabilidades del obispo Krenn. Por ahora siguen expectantes hasta que se aclare lo sucedido. Sin embargo, el Vaticano ya declaró que tenía intención de enviar a un inspector especial para que investigar el caso. Las cabezas del rector y el vicerrector fueron las primeras en rodar, y se vieron obligados a abandonar su cargo. Por su parte, Krenn rechazó durante un debate sobre el celibato en la televisión del país, cualquier intervención de la Conferencia Episcopal y del Vaticano. Ante la pregunta de si pondría su cargo a disposición de la jerarquía eclesial, Krenn contestó que no tenía razones para dimitir. El obispo se mostró convencido de que los medios habían exagerado el escándalo y "no era nada grave".

No es el primer escándalo que pone en tela de juicio las libertinas costumbres de algunos directores espirituales de la iglesia austríaca. A mediados de los 90, el entonces cardenal de Austria Hans Hermann Groer, fue acusado de abusos sexuales. Groer tuvo que dimitir de su cargo al frente de la Conferencia Episcopal del país, después de que el Vaticano enviara una comisión especial para investigar el caso, y fue obligado al exilio en un convento alemán. En aquella época, Krenn fue uno de los defensores a ultranza del cardenal Groer.