A pesar del frío y la nieve, en Davos parece sentirse un cálido soplo, como llegado de Porto Alegre, donde se reúnen los detractores de la globalización. Así lo consigna un periódico alemán, haciendo notar que en la reunión de este año del Foro Económico Mundial en los Alpes suizos el debate no gira tanto en torno a los asuntos monetarios o al precio del petróleo, sino a temas como la justicia y la lucha contra la pobreza.

La propuesta de Chirac

El discurso del primer ministro británico, Tony Blair, llamando la atención sobre la urgencia de acudir mancomunadamente en ayuda de África y el mensaje del presidente Francés, Jacques Chirac, quien propuso un impuesto especial a las transacciones financieras internacionales o a los vuelos, para financiar la lucha contra el SIDA, marcaron la pauta de la jornada inaugural. Y la tónica debería mantenerse los próximos días, con la llegada de otros asistentes, como el presidente brasileño.

Luis Ignacio “Lula” da Silva, que en Porto Alegre tuvo que soportar algunos abucheos por no haber combatido suficientemente la pobreza, de seguro encontrará un público más condescendiente en Davos. Pero su mensaje ha de ser el mismo, lo cual no obsta que aproveche la ocasión para promover las inversiones en su país.

Expectativas germanas

Por su parte el canciller alemán probablemente apoyará en Davos la iniciativa de su amigo Chirac. Eso es lo que se ha filtrado de círculos gubernamentales germanos a un periódico, según el cual Gerhard Schröder estaría dispuesto a aceptar una sensata aplicación de gravámenes al flujo financiero internacional para frenar la especulación en las transacciones de divisas.

En todo caso, la idea ha sido acogida positivamente en el Ministerio alemán de Cooperación Económica e incluso en el de Finanzas, si bien un portavoz de esa cartera se mostró escéptico ante la idea de aplicar un impuesto a las transacciones financieras. Pero ésa no es la única opción. El subsecretario de Hacienda, Caio Koch-Weser, declaró a la versión germana del Financial Times que podría pensarse, por ejemplo, en un impuesto a las exportaciones de armas.