En la Conferencia de Seguridad para Palestina, que tiene lugar hoy en la capital alemana, Israel, los palestinos de Cisjordania, EE. UU., la Unión Europea y numerosos países árabes se han sentado a una mesa para debatir sobre cómo puede continuar el proceso en Oriente Próximo.

Israel, los palestinos moderados representados por el primer ministro Salam Fajad, la UE y EE. UU. hacen todo lo posible para impulsar la creación de un Estado palestino "democrático y de bienestar". La piedra en el zapato es ahora el grupo radical Hamás, que controla la Franja de Gaza y no está dispuesto a abandonar su meta de "borrar a Israel del mapa". No obstante, el cese del fuego acordado por Israel y Hamás, permite albergar ciertas esperanzas.

En consonancia con esas esperanzas, Angela Merkel, la jefa de gobierno alemana, saludó en su discurso de apertura el acuerdo entre Hamás e Israel de hacer callar las armas. Simultáneamente destacó el "muy especial encargo" de la conferencia de proporcionar "ayuda para la creación de un Estado palestino", pero advirtió nuevamente que ello sólo será posible en tanto "esté asegurado el derecho de existen de Israel con fronteras seguras".

Concretamente se trata de hacer converger la asistencia de diversos donantes internacionales e implementar proyectos junto con Israel y los palestinos, particularmente para la consolidación de una Policía y un sistema judicial palestino sobre la base del Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos, y un mejoramiento de las condiciones de vida en Cisjordania.

Ayuda para el desarrollo de instituciones palestinas

"Un Estado de derecho que funcione es un requisito para una solución de dos Estados, por la que Alemania aboga decididamente", dijo Merkel. Pero un Estado de derecho sólo será aceptado por la población "si la Policía y la Justicia trabajan armónicamente y sobre la base de los mismos principios".

Frank-Walter Steinmeier, el ministro alemán de RR. EE., prometió consecuentemente rápida ayuda a los palestinos moderados para el desarrollo de estructuras estatales. Para concretos proyectos de capacitación de policías y en el sector de la Justicia, Alemania pondrá a disposición este año y el siguiente unos 15 millones de euros. Las metas financieras para la conferencia se han cifrado en unos 120 millones de euros en total a corto plazo. Los EE. UU. han prometido apoyar el desarrollo institucional en los territorios palestinos con 100 millones de dólares hasta 2009.

El primer ministro palestino, Salam Fajad, exigió de Israel el cese de los asentamientos en territorios palestinos. Para los palestinos está claro que para que puedan continuar las conversaciones de paz, los israelíes deben detener de inmediato la construcción de nuevos asentamientos. Fajad destacó además que los palestinos deben "ver su futuro y sentir la libertad" y que imprescindible es mejorar la vida cotidiana de los palestinos.

Enfrentamiento entre Rice y Mussa

Zipi Livni, la ministra de RR. EE. de Israel, aseguró el apoyo básico de su país a un Estado palestino, pero con la condición de que se garantice la seguridad de Israel. Los disparos de cohetes desde la Franja de Gaza sobre Israel son para Livni "completamente inaceptables y deben cesar".

En el debate sobre la forma y el contenido del Estado palestino se produjo, no obstante, un fuerte enfrentamiento entre Amr Mussa, el presidente de la Liga Árabe y Condoleezza Rice, la ministra de RR. EE. de Estados Unidos. Rice rechazó bruscamente la exigencia de Mussa de un cambio de rumbo de Occidente con respecto a Hamás. "No habrá paz si una de las partes no reconoce el derecho a la existencia de otra de las partes", dijo Rice, pidiendo la palabra en medio de la intervención de Mussa, algo que en realidad no estaba previsto, ya que se habían acordado discursos y no un debate.

Y para darle mayor énfasis agregó que "la comunidad de Estados apoyará una reconciliación entre los palestinos moderados de Cisjordania y el Hamás si como base por lo menos se respetan los acuerdos internacionales que los palestinos ya han firmado hasta ahora", es decir, entre otras cosas, el derecho a la existencia de Israel, "y se renuncia a la violencia".