PreCOP25: indígenas son gran ayuda ante crisis climática
10 de octubre de 2019
En la PreCOP25, pueblos indígenas pidieron a los Gobiernos este 10 de octubre en Costa Rica, reconocer y tomar en cuenta sus experiencias para plantear acciones ante la crisis climática que enfrenta el planeta.
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Esta reunión previa a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25), que acogerá Chile en diciembre próximo, ha buscado dar mayor visibilidad a temas indígenas, de género y de derechos humanos, como ejes estrechamente relacionados al cambio climático y sus soluciones.
El vicepresidente del Parlamento indígena Sámi de Finlandia, Tuomas Aslak, destacó la importancia de que los indígenas incidan en decisiones y políticas de los Gobiernos, y que sean consultados sobre asuntos gubernamentales que les afectan directa o indirectamente. El pueblo Sámi, conformado por unas 100.000 personas que viven en Finlandia, Suecia, Noruega y Rusia, tiene un parlamento de 21 personas en Finlandia, en donde negocia con el Gobierno cuando alguna iniciativa involucra o afecta los indígenas. Según Aslak, el 75% de las propuestas que ha planteado el pueblo Sámi han sido incorporadas a políticas y planes gubernamentales.
Pérdida del 90% del agua en 40 años
Por su parte, la líder indígena m'boro de Chad, Hindou Oumaru, detalló que en su país el 75% del producto interno bruto se genera por la agricultura, por lo que los efectos del cambio climático afectan fuertemente a la economía y al modo de vivir de la gente. El pueblo M'boro, que habita en Chad, Níger, Nigeria y Camerún, es nómada o seminómada, y sus movimientos dependen de la predicción del tiempo que hacen mediante sus conocimientos ancestrales, los cuales "no se consiguen en una escuela, sino viviendo".
Oumaru puso como un ejemplo del cambio climático que el lago Chad perdió el 90% de su agua en los últimos 40 años y que algunas comunidades se han estado peleando por los recursos naturales. La líder indígena explicó que el conocimiento ancestral de los m'boro está siendo tomado en cuenta por autoridades climáticas y de Gobierno para la toma de decisiones y la creación de políticas públicas.
El conocimiento tradicional de este pueblo para predecir condiciones climáticas o estaciones involucra asuntos como el viento, el tamaño de las frutas y la calidad de las lluvias, los cuales también determinan el momento y la dirección en el se movilizan. El representante de la Mesa Indígena costarricense, Donald Rojas, resaltó la necesidad de que los derechos humanos y los conocimientos indígenas sean tomados en cuenta con mayor frecuencia en las acciones ante el cambio climático.
"Los indígenas buscamos el equilibrio"
"Como parte de la solución partimos de una visión holística, todos los pueblos indígenas tenemos principios que guían nuestro pensamiento. Buscamos el equilibrio y el buen vivir", comentó. En este modo de vida, dijo Rojas, es esencial la protección de la naturaleza para vivir en armonía, así como consumir únicamente lo necesario sin explotar los recursos naturales.
"Tienen que existir planes de vida, de desarrollo comunitario. Deben implementarse los conocimientos indígenas en las discusiones por las soluciones ante el cambio climático", aseveró. Durante la PreCOP25, uno de los puntos principales de atención ha sido la necesidad de promover soluciones basadas en la naturaleza para combatir la crisis climática.
jov (efe, prensalatina)
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Indígenas amazónicos amenazados por la exploración petrolífera
La petrolera colombo-canadiense Pacific Rubiales explora tierras habitadas por los matsés y sus vecinos "no contactados" en Perú y Brasil. El proyecto amenaza la vida indígena, denuncia Survival International.
Imagen: Christopher Pillitz
El "pueblo del jaguar"
Cerca de 2.500 indígenas matsés (llamados “mayorunas” en Brasil) viven en la ribera del río Yaquerana, en la frontera entre Brasil y Perú. Junto con el pueblo indígena matis –al que los une un cercano parentesco, así como el modo en que decoran sus rostros evocando los bigotes y dientes de un gran felino– se les conoce como “el pueblo del jaguar”.
Imagen: Christopher Pillitz
Sin fronteras, con vecinos ''aislados''
Para los matsés, la frontera peruano-brasileña no existe: sus arroyos, planicies aluviales y selvas de arena blanca conforman un solo territorio ancestral. En él viven también pueblos indígenas en situación de “aislamiento voluntario”, tanto en Perú como Brasil.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Cazadores y recolectores
Son expertos en el uso de arcos y flechas para la caza de monos araña, pecaríes o puercos almizcleros de hocico blanco, tapires, monos lanudos y armadillos. Decoran las varillas de sus flechas de caña con hilo de algodón y un tipo de hierba dorada. En la estación seca, recolectan huevos de tortugas fluviales.
Imagen: Christopher Pillitz
''No comemos alimentos de la fábrica''
Los matsés cultivan además una amplia variedad de vegetales en sus huertos, entre ellos, alimentos esenciales en su dieta como plátanos y yuca. “No comemos alimentos de la fábrica (…), por eso necesitamos espacio para cultivar nuestra propia comida”, explica Antonina Duni, una mujer matsés, a los visitantes de Survival International.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Elíxir... de plátano
Las mujeres matsés se encargan de preparar el chapo, una bebida dulce de plátano. La fruta madura siempre está hirviendo en el hogar de los matsés. Luego, su masa se exprime a través de un colador hecho con hojas de palma. La bebida resultante se sirve caliente, junto al fuego. Muchos la beben mientras se mecen sobre una hamaca.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Pescadores precavidos
Para proteger sus tierras, evitan agotar el suelo y las poblaciones de animales y peces alternando los lugares donde cazan y pescan.
Imagen: Alison Wright
Fuerza de rana
Para provocar un sentimiento de claridad, visión y fuerza que puede durar varios días, los matsés se aplican veneno de rana antes de sus partidas de caza. Recogen el fluido de una rana verde conocida como "acate" frotando la piel del animal con un palo y se lo aplican luego a sí mismos en pequeños agujeros quemados en la piel.
Imagen: James Vybiral/Survival International
Energía de tabaco
Los hombres matsés soplan también tabaco, o polvo de “nënë”, por la nariz de otros hombres para darles mayor fuerza y energía.
Imagen: James Vybiral/Survival International
Contacto y enfrentamiento
Los matsés fueron contactados por primera vez en 1969 por un grupo misionero estadounidense, que llegó a la región tras enfrentamientos violentos entre los indígenas y colonos locales que pretendían construir una carretera a través de este territorio. Desde el primer contacto, muchos matsés han muerto por enfermedades como malaria, tuberculosis, desnutrición y hepatitis.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Amenaza para la supervivencia
Desde 2012, la petrolera canadiense Pacific Rubiales explora tierras habitadas por los matsés y sus vecinos no contactados. La construcción de cientos de líneas sísmicas y la excavación de pozos a través de 700 kilómetros cuadrados de selva amenazará las cabeceras de tres ríos esenciales para la supervivencia de los matsés y sus vecinos, denuncia la organización Survival International.