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Premio a científicos que hicieron visibles procesos celulares

Emili Vinagre8 de octubre de 2008

Tres investigadores compartirán este año el Premio Nobel de Química. Convirtieron la luminosidad de una medusa en un valioso instrumento para la biología y la medicina.

Osamu Shimomura aisló la proteína responsable de la fluorescencia en una medusa.Imagen: AP

Se trata del japonés Osamu Shimomura y los estadounidenses Martin Chalfie y Roger Y. Tsien. Los tres compartirán la dotación económica del galardón, diez millones de coronas suecas (un millón de euros). Pocas veces un premio ex aequo tiene tanto significado como en el caso de los tres científicos distinguidos con el Nobel de Química de 2008. El suyo es un largo proceso investigador que ha dado su fruto tras décadas de trabajo.

Una medusa, en el origen

Shimomura, nacido en Kioto en 1928, fue el precursor. Suyo fue el descubrimiento de la llamada proteína verde fluorescente, GFP por sus siglas en inglés ("green fluorescent protein"). Fue él quien, a inicios de la década de los 60, aisló por primera vez la proteína responsable de la fluorescencia de una medusa encontrada en la costa occidental de América del Norte, la "Aequorea Victoria". La llamó "aequorina", en honor a la especie de medusa con la que trabajó.

El estadounidense Martin Chalfie fue premiado por la aplicación de la proteína fluorescente a procesos biomédicos.Imagen: AP

Shimomura descubrió que la proteína emitía fluorescencia en la zona azul del espectro. Durante dicho procedimiento, otra proteína fue identificada. En este caso, emitía fluorescencia verdosa al ser iluminada por luz ultravioleta, por lo que le fue dado el nombre de proteína verde fluorescente. Durante los años siguientes, se verificó que, para emitir fluorescencia, la medusa libera iones de calcio que activan la emisión de luz azul por parte de la "aequorina". La GFP -proteína verde fluorescente-, por su parte, absorbe la luz liberada por la primera y produce su característica luz verde.

La GFP como marcador

Roger Y. Tsien, el tercer galardonado.Imagen: AP

Y es en la aplicación de esa peculiaridad de la GFP en la que recae la responsabilidad de los otros dos científicos galardonados con el Premio Nobel de Química, Martin Chalfie y Roger Y. Tsien. Ambos han contribuido de forma decisiva en convertir en visibles procesos tales como el desarrollo de células nerviosas en el cerebro o la propagación de las células cancerígenas a través de la utilización de la GFP.

A partir de sus experimentos, por ejemplo, se llegó a la observación de las células que producen insulina en el páncreas de un embrión o el deterioro de las células en los pacientes de Alzheimer.

Largas trayectorias

Nacido en 1928 en Kioto, Osamu Shimomura se doctoró en química orgánica en 1960 por la Universidad de Nagoya y es profesor emérito en el Laboratorio de Biología Marina, además de profesor de Medicina en la Universidad de Boston.

Por su parte, Martin Chalfie, nacido en 1947, creció y se formó en Chicago y en 1977 se convirtió en doctor de Neurobiología de la Universidad de Harvard. Desde 1972 es profesor de Ciencias Biológicas de la Universidad de Columbia. Con sus experimentos demostró el valor de la GFP luminosa para estudiar fenómenos biológicos al colorear de forma aislada seis células individuales gracias a esa proteína.

Su colega Roger Tsien, nacido en 1952 en Nueva York, se doctoró en Fisiología en 1977 por la Universidad de Cambridge y es profesor en la Universidad de San Diego. Con sus estudios contribuyó al conocimiento general de los efectos fluorescentes de la GFP y extendió asimismo la paleta cromática a células de diferentes colores.

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