El premio recompensa cada año acciones excepcionales de la sociedad civil dentro y fuera de Europa. La premiada, Nadia Murad, es también candidata al premio Sajarov, que el Parlamento Europeo anunciará el 27 de octubre.
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La activista iraquí de derechos humanos perteneciente a la comunidad yazidí Nadia Murad (en la foto) recogió el premio Václav Havel de Derechos Humanos, que conceden la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, la Biblioteca Václav Havel y la Fundación Carta 77.
Con un semblante serio durante la ceremonia de entrega del premio, recordó cómo 12.000 personas de su comunidad "perdieron la vida o fueron forzadas a la esclavitud" y cómo las mujeres yazidíes han sido violadas por miembros del Estado Islámico "a partir de los ocho y nueve años". Murad, de 23 años, logró escapar del llamado Estado Islámico en el norte de Irak, después de haber sido violada por varios combatientes de esta organización terrorista.
"Si la vida fuera más justa, estaría en mi pueblo con los míos, estudiando en la universidad y viviría en paz", dijo en su alocución tras recibir un trofeo con la firma de Havel, un diploma y el premio dotado con 60.000 euros. Murad, que ha perdido a 18 miembros de su familia, recibió este premio de manos del presidente de la Cámara, Pedro Agramunt, y confió en que no cese la persecución contra el Estado Islámico, "que sigue cometiendo crímenes, también contra las minorías yazidí y cristiana".
Candidata al premio Sajarov
Murad, que es también candidata al premio Sajarov, que el Parlamento Europeo dará a conocer el próximo 27 de octubre, se impuso a otros finalistas como el Instituto Internacional de Derechos Humanos-Fundación René Cassin, con sede en Estrasburgo, y la periodista serbia, Gordana Igric, defensora de derechos humanos y de la libertad de prensa.
En el hemiciclo de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa estaba presente el galardonado en 2014, el militante de derechos humanos de Azerbaiyán Anan Mammadli, encarcelado en su país cuando obtuvo el premio y liberado el pasado mes de marzo. La activista rusa y disidente soviética en los años 60 Ludmila Alexeeva fue galardonada en 2015 con el premio.
Coincidentemente, Amnistía Internacional (AI)exigió hoy que la comunidad internacional aumente urgentemente su apoyo a las mujeres y niñas de la minoría yazidí en Irak, que han sido esclavizadas, violadas y golpeadas por EI: "Los horrores inimaginables que afrontaron estas mujeres y niñas yazidíes en cautiverio del EI arroja nueva luz sobre los continuos crímenes de guerra y contra la Humanidad perpetrados por el grupo", señaló Lynn Maalouf, subdirectora de Investigación de la oficina regional de Beirut de AI, al presentar un informe sobre la región.
RML (efe, afp)
¿Quiénes son los yazidíes?
Los yazidíes pasaron a ser el centro de atención luego de los ataques de la organización terrorista "Estado Islámico". Aquí les contamos más sobre su origen, su religión y sus tradiciones.
Imagen: Yezidisches Forum e.V.
El "Ángel caído"
La religión yazidí es heredera del zoroastrismo persa y adoradora del fuego, una religión sincrética que concilia distintas doctrinas. Entre sus creencias se encuentra la adoración al ángel caído llamado Melek Taus, al que los yazidíes representan con la figura de un pavo real, y que por haber cumplido con los mandamientos divinos es elegido por Dios como líder de los siete ángeles.
Tierra Santa
El santuario más importante de los yazidíes es Lalesch, en el norte de Irak, un lugar de peregrinación donde hay dos fuentes sagradas, así como la tumba del jeque Adi Ibn Musafir. Hoy es vigilado por los “peshmerga”, o combatientes kurdos, que luchan contra el EI.
Imagen: Yezidisches Forum e.V.
Celebración en Lalesch
Todos los años, miles de yazidíes peregrinan hacia Lalesch, donde se venera a los santos y se festeja con música religiosa tradicional. Para muchos yazidíes, este es un encuentro con la "gran familia yazidí". Esta fiesta tradicional se celebra en octubre.
Imagen: Yezidisches Forum e.V.
Gran comunidad en Alemania
La mayoría de los cerca de 800.000 yazidíes vive en el norte de Irak, así como en pequeños grupos en Siria, Turquía, Armenia y Georgia. La mayor comunidad yazidí en Europa está en Alemania y cuenta con 60.000 miembros.
Imagen: Yezidisches Forum e.V.
Oprimidos y perseguidos
Los yazidíes siempre fueron una comunidad religiosa perseguida en el norte de Irak, no solo desde la aparición del grupo terrorista Estado Islámico. También bajo el régimen de Saddam Hussein (1979-2003). Anteriormente se enfrentaron a la hostilidad de otros grupos religiosos, sobre todo a la de los musulmanes, que los consideran una secta apóstata.
Imagen: Reuters
Protestas en Alemania
En Alemania, muchos yazidíes protestaron en las últimas semanas contra los ataques del EI y para pedir que se proteja a sus familiares y amigos en Irak. Algunos piden a la Unión Europea una actitud más resoluta contra los terroristas. La mayoría de los yazidíes en Alemania vive en Renania del Norte-Westfalia y en Baja Sajonia. Muchos llegaron como refugiados en los años 80.
Imagen: DW/M. Lütticke
Cuidando las tradiciones
Muchos yazidíes siguen practicando sus tradiciones en Alemania, entre las que están los trajes típicos de algunas celebraciones. Se es yazidí por lazos de sangre, y a ningún yazidí se le ocurriría tratar de convertir a alguien a su religión. Los matrimonios solo están permitidos entre miembros de esa comunidad.
Imagen: Yezidisches Forum e.V.
Cementerios yazidíes
En Hanóver y en otras ciudades alemanas con grandes comunidades yazidíes, estos pueden sepultar a sus familiares según su tradición y sus ritos. Antiguamente, los fallecidos eran enviados de vuelta a su país de origen.