Premios Nobel: Albania rechaza galardón a Peter Handke
9 de diciembre de 2019
Al igual que Kosovo, Tirana dijo que su embajador en Suecia no asistirá a la ceremonia del Nobel de Literatura austríaco.
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A través de sus embajadores en Estocolmo, Albania y Kosovo no participarán en la entrega del Premio Nobel de Literatura, que este año fue para el escritor austríaco Peter Handke, a quien algunos le critican por sus posiciones proserbias y le consideran un fanático del presidente autoritario serbio, Slobodan Milosevic.
"Estando profundamente convencidos de que la justificación y el elogio de los crímenes de guerra es un obstáculo para el espíritu de reconciliación que debe prevalecer en la región, hemos ordenado al embajador de Albania en Suecia que boicotee la solemne ceremonia de entrega del premio Nobel de Literatura a Peter Handke", declaró este lunes (09.12.2019) el ministro albanés de Exteriores en funciones, Gent Cakaj.
En octubre pasado se anunció que el Nobel de Literatura 2019 se le otorgará a Handke, lo que generó indignación tanto en Albania como en Kosovo, exprovincia serbia mayoritariamente de etnia albanesa que se independizó unilateralmente en 2008. El escritor austríaco condenó los bombardeos de la OTAN contra Serbia en 1999 -sin la luz verde del Consejo de Seguridad de la ONU-, con los que se puso fin a la política represiva de Milosevic contra la población albanesa en Kosovo. Milosevic dirigió Serbia durante la sangrienta desintegración de Yugoslavia en la década de 1990, incluido el conflicto de Kosovo de 1998-1999.
En 2006, Handke asistió al funeral del político nacionalista, fallecido en la prisión de La Haya mientras era juzgado por crímenes de guerra y contra la humanidad por los horrores de la contienda de los Balcanes y el genocidio en Bosnia. El escritor llegó a pronunciar un discurso en su honor en el funeral.
Kosovo: independencia y división
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Además, durante las guerras de los Balcanes, que causaron más de 100.000 fallecidos en la antigua Yugoslavia, Handke acusó a gran parte de la prensa occidental de ser antiserbia. Las principales asociaciones de víctimas del genocidio de Srebrenica han pedido también la retirada del Nobel a Handke y preparan protestas en Estocolmo durante la entrega del galardón.
ju/eal (efe, ap)
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La intervención de la OTAN contra Serbia
El bombardeo de Serbia por parte de la OTAN terminó con la violencia de las tropas serbias contra los albano-kosovares. Sin embargo, esa guerra, que se realizó sin el mandato de la ONU, sigue siendo controvertida.
Imagen: picture-alliance/dpa
Huellas de la guerra
El conflicto en Kosovo escaló a fines de 1990. Decenas de miles de personas huyeron y, cuando todas las tentativas de restablecer la paz se vieron frustradas, la OTAN inició un ataque aéreo a las bases y objetivos militares serbios, el 24 de marzo de 1999. Once semanas después, Slobodan Milosevic se rendía.
Imagen: Eric Feferberg/AFP/GettyImages
El fracaso de la resistencia pacífica
Ya a mediados de los 80 comenzaron en Kosovo las protestas contra los intentos de Belgrado de recortar los derechos de la población albana. En los 90, las represalias aumentaron. Ibrahim Rugova, que lideraba el movimiento político en Kosovo desde 1989, creía en la resistencia pacífica y trató de convencer a Slobodan Milosevic de un cambio de rumbo, pero sin éxito.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerra de guerrillas
En Kosovo comienza a formarse la resistencia armada. La autoproclamada Armada de Liberación UCK empieza una cruel guerra de guerrillas perpetrando violentos ataques contra los serbios, pero también contra los albanos, a quienes considera colaboradores. Serbia responde a los actos terroristas incendiando viviendas y saqueando tiendas. Cientos de miles personas huyen.
Imagen: picture-alliance/dpa
Expulsión sistemática
La guerra se vuelve cada vez más brutal. Para romper la resistencia de la UCK y el apoyo que le brinda la población, las fuerzas serbias atacan cada vez más a civiles. Muchas personas huyen a los bosques. Miles de kosovares son llevados en trenes y camiones a las fronteras del país, sin documentos que probaran que provenían de Kosovo.
Imagen: picture-alliance/dpa
El último intento
En febrero de 1999, EE. UU., Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania llaman a las partes en conflicto a una conferencia en Rambouillet para lograr un acuerdo limitado de autonomía para Kosovo. Los representantes kosovares aceptan, pero los serbios no están dispuestos a hacer concesiones, y las negociaciones fracasan.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Intervención humanitaria"
El 24 de marzo de 1999, la OTAN comienza a bombardear objetivos militares y estratégicos en Serbia y Kosovo para frenar la violencia contra los albanos. También Alemania participa en los ataques. La operación “Allied Force” es la primera guerra de la OTAN en 50 años que no cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia juzga severamente la intervención
Imagen: U.S. Navy/Getty Images
Infraestructura paralizada
Además de los ataques a instalaciones militares, la OTAN también toma como objetivo vías de abastecimiento, líneas de ferrocarril y puentes. En 79 días y noches arriban más de 37.000 misiones de la alianza, y cerca de 20.000 misiles y bombas caen sobre territorio serbio. Muchos civiles pierden la vida. “Daños colaterales”, según el lenguaje que utiliza la OTAN.
Imagen: picture-alliance/dpa
Nubes tóxicas sobre Pancevo
También son atacadas las fábricas, como en Pancevo, cerca de Belgrado. Allí, las bombas de la OTAN destruyen un depósito de químicos y una fábrica de fertilizantes liberando grandes cantidades de sustancias químicas que contaminan suelos, ríos y el aire. Las consecuencias para la población son gravísimas. Serbia acusa a la OTAN de utilizar munición enriquecida con uranio, así como bombas racimo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerra contra la propaganda de guerra
Para privar a Milosevic de un importante órgano de propaganda, la OTAN ataca la televisión estatal en Belgrado. Aunque se informó con anticipación al Gobierno serbio del ataque, éste no difunde la información. En el edificio de la emisora mueren 16 personas.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Daños colaterales"
En Kosovo, las bombas de la OTAN caen por error sobre una caravana de refugiados albanos. Mueren cerca de 80 personas. La OTAN califica, además, de “daño colateral” el bombardeo de la embajada china en Belgrado, en el cual mueren cuatro personas. El incidente provoca una grave crisis diplomática entre Pekín y Washington.
Imagen: Joel Robine/AFP/GettyImages
Balance del horror
A comienzos de junio llegan las primeras señales de Belgrado que indican que Slobodan Milosevic está dispuesto a ceder. El 19 de junio la OTAN detiene los ataques aéreos. El balance de la guerra: miles de muertos y 860.000 refugiados. La economía serbia está por los suelos, y amplios sectores de su infraestructura están destruidos. Kosovo es puesta bajo administración de la ONU.