Crisis en El Salvador

Esta semana los diarios alemanes se han centrado, entre otros temas, en la delicada situación que se vive en El Salvador, con las limitaciones a la libertad de prensa, que se impuso en el marco de la lucha de pandillas en ese país. Así ha informado sobre ese tema, por ejemplo, EPD Medien, el Servicio de Prensa de la Iglesia Evangélica de Alemania: "El Parlamento salvadoreño ha aprobado una reforma legal según la cual los medios de comunicación pueden ser sancionados por publicar anuncios de pandillas juveniles (...) La mayoría del Parlamento del país centroamericano está formada por miembros del partido Nuevas Ideas, del presidente Nayib Bukele. La Asociación de Periodistas Salvadoreños (APES) criticó la aprobación de la reforma como un primer paso hacia la censura. No tiene ningún sentido prohibir a los periodistas que informen sobre la realidad que tienen que vivir miles de personas en las zonas controladas por las bandas juveniles, explicó la APES”. (...)

Y agrega: "tras una ola de violencia masiva en El Salvador, el pasado fin de semana de marzo, que dejó muchos muertos, el presidente Bukele declaró el estado de emergencia. Según el jefe de Estado salvadoreño, desde entonces se ha detenido a más de 5.000 presuntos miembros de bandas juveniles. Su Gobierno ha restringido la libertad de reunión y asociación, y las fuerzas de seguridad pueden detener a los sospechosos a voluntad”.

Honduras no quiere más mineras

Siguiendo en Centroamérica, el diario Die Tagesszeitug abordó esta semana el anuncio del nuevo gobierno de Honduras, que apunta a tomar medidas contra la extracción minera: "Honduras quiere poner fin a la explotación de los recursos minerales, y los ecologistas son optimistas. ‘El nuevo gobierno se toma en serio sus anuncios y está iniciando el cambio a todos los niveles', afirma Víctor Fernández, abogado y experto en derechos humanos. Fernández representa a la familia de la activista medioambiental Berta Cáceres, asesinada en 2016. (...)

Con el anuncio de que el gobierno, en funciones desde finales de enero, revisará todas las aproximadamente 300 concesiones otorgadas en el país, muchas empresas mineras se ven amenazadas por el cierre. Es indiscutible que al menos 42 concesiones se otorgaron en zonas donde la minería no está permitida, en áreas protegidas”, señala el rotativo.

Argentina no pasará frío 

En el Frankfurter Allgemeine Zeitung, uno de los temas latinoamericanos que acapara la atención es el aumento del suministro energético de gas desde Bolivia hacia Argentina, debido a la alta demanda que enfrenta el país a orillas del Río de la Plata.

"Buenos Aires respira aliviada. Justo a tiempo para el invierno, la vecina Bolivia ha acordado aumentar sus suministros de gas a Argentina. Aunque la demanda de Brasil también es elevada, el Estado andino duplicará con creces sus exportaciones a Argentina en los próximos cinco meses, partiendo de los actuales 7,5 millones de metros cúbicos diarios. Así se evita el riesgo de racionamiento en Argentina. Además, el gobierno se ahorra mucho dinero al no tener que depender del suministro de gas natural licuado, actualmente muy demandado en el mercado mundial, y mucho más caro que el gas de Bolivia (…) Argentina sigue dependiendo de las importaciones para satisfacer sus propias necesidades de gas. La producción de los yacimientos gasíferos convencionales en Argentina ha disminuido (…) Un clima de inversión crónicamente pobre y la montaña de deuda del gobierno han inhibido las inversiones en infraestructura y, sobre todo, han retrasado la construcción de gasoductos para transportar el gas desde las regiones productoras remotas hasta los centros urbanos de consumo”, señala el diario en su análisis.

El carnaval regresa a Brasil

La prensa en alemán también comenta el regreso de la celebración del carnaval de Brasil, claro que destacando el cese de restricciones, algo a lo cual se refiere el periódico Der Tagesspiegel de la siguiente forma: "Río de Janeiro vuelve a hacer honor a su fama de ciudad anárquica. El carnaval ha empezado esta semana, dos meses más tarde de lo habitual. por culpa de la pandemia del coronavirus. Cada desfile dura unos 70 minutos, miles de personas espléndidamente vestidas, desfilarán por el Sambódromo. Decenas de miles llenarán las gradas, cantarán y animarán. También celebrarán entonces el aparente fin de la pandemia, que provocó la cancelación de la mayor fiesta del mundo en 2021”.

Mientras que el Frankfurter Allgemeine escribe al respecto que el "anhelo de los brasileños por la mayor y más exuberante celebración del año es más fuerte que la disciplina del calendario. Además, el carnaval en Brasil es un negocio multimillonario con contratos que suelen firmarse con mucha antelación. Cuando las autoridades de Río de Janeiro y de Sao Paulo tuvieron que cancelar el carnaval de febrero por el elevado número de casos de ómicron, dejaron una puerta trasera abierta y fijaron una fecha alternativa. Así que, por primera vez, la mayor fiesta de todas las fiestas tendrá lugar este año después de la Semana Santa".

(cp)