El matutino alemán Süddeutsche Zeitung revisa los antecedentes de la Cumbre de las Américas: "Estados Unidos sigue teniendo mala reputación entre muchos de sus vecinos del sur, lo que se debe principalmente a razones históricas. Washington ha actuado durante mucho tiempo como una potencia colonial en su autoproclamado 'patio trasero': a veces apoyaba golpes de Estado contra presidentes elegidos democráticamente, a veces enviaba armas a paramilitares de derechas y, si nada ayudaba, también enviaba sus soldados si era necesario. Estados Unidos ha causado mucho sufrimiento en América Latina.

El presidente deEstados Unidos, Joe Biden, se encuentra en un dilema: desde hace años, a veces incluso décadas, Estados Unidos intenta debilitar a los regímenes de Cuba, Nicaragua o Venezuela con sanciones, también porque las poderosas comunidades de exiliados en Estados Unidos no dejan de presionar. En el ámbito interno, por tanto, era completamente impensable invitar a gobernantes como Raúl Castro, Daniel Ortega o incluso Nicolás Maduro. Este último probablemente tendría que ser incluso detenido si entrara en suelo estadounidense; después de todo, Washington ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por la captura del presidente venezolano hace solo unos años."

"En vieja enemistad"

El diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung escribe: "La Cumbre de las Américas se creó en 1994 para promover la democracia en la región. La exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua de la cumbre puede entenderse como el compromiso de Biden con este principio. Sin embargo, incluso dentro del Partido Demócrata de Biden, se acusa al presidente estadounidense de acciones contradictorias. La acusación se refiere a la relajación de las sanciones contra Cuba y Venezuela anunciada por la administración Biden en mayo.

El hecho de que la flexibilización de las sanciones contra Cuba y Venezuela haya suscitado críticas en Estados Unidos puede haber llevado a Biden a no invitar a los jefes de Estado de Venezuela, Cuba y Nicaragua a Los Ángeles. La realpolitik suele tener lugar entre bastidores. No siempre se puede poner sobre el escenario, ni siquiera en California."

Éxodo cubano

El periódico suizo Neue Zürcher Zeitung tematiza las relaciones entre Cuba y Estados Unidos: "La emigración siempre ha sido una vía para regular el descontento en el país. Sin embargo, en estos días, Cuba está experimentando quizás la mayor ola de emigración de su historia. La mayoría de los jóvenes se van, hasta familias enteras, de las cuales no pocas han vendido sus casas para pagar el viaje.

El gobierno cubano acusa a Washington de fomentar indirectamente la afluencia desordenada mediante diversas medidas. Sus representantes advierten a puerta cerrada de una grave crisis migratoria en la región. El gobierno de los Estados Unidos tampoco debería tener ningún interés en eso. Últimamente ha habido movimiento a nivel político. En abril, ambas partes reanudaron las negociaciones migratorias en Washington, que estaban suspendidas desde 2018. Y el gobierno de Joe Biden ha levantado ahora algunas de las medidas coercitivas impuestas a Cuba bajo el mandato de Donald Trump. Para muchos, esto llega demasiado tarde. La elección de Biden se asoció con las esperanzas en la isla de una vuelta a la política de acercamiento de Obama. Estas esperanzas se han visto decepcionadas."

(gg/ers)