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La militarización del conflicto mapuche en Chile

15 de octubre de 2021

La prensa en alemán aborda la decisión del presidente chileno de dictar el estado de excepción en zonas mapuches del sur del país, ante el trasfondo de la campaña electoral y la acusación constitucional en su contra.

Imagen: Ivan Alvarado/REUTERS

El periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung comienza abordando la acusación constitucional presentada en la Cámara de Diputados contra el presidente chileno, Sebastián Piñera, tras las revelaciones de los Papeles de Pandora, para luego pasar a tema del conflicto mapuche: ”En medio de esta tensa situación política, Piñera abrió un nuevo frente. Tras una serie de ataques de grupos mapuches en el sur del país, el Gobierno dictó el martes el estado de excepción y la militarización de una zona del sur del país,enviando a soldados a respaldar a la Policía. Desde hace tiempo, impera allí un conflicto entre terratenientes y mapuches que reclaman sus territorios. El Estado responde a los ataques, calificados de terroristas, con represión contra los indígenas. (…)

La izquierda acusa a Piñera de intentar distraer la atención de las revelaciones de los Papeles de Pandora y de utilizar el conflicto para cohesionar a las fuerzas de derecha, por un lado para su propia defensa, en vista de la acusación constitucional, y, por otro, para la campaña electoral. Según esta versión, el conflicto y la mano dura del Gobierno sirven para presentar a las fuerzas políticas conservadoras como guardianas de la ley y el orden, y situar a la izquierda, que critica la represión, en las cercanías de los grupos mapuches violentos. Al mismo tiempo, sobre la izquierda pende el reproche de utilizar la acusación constitucional como táctica para la disputa electoral.

Justo el 12 de octubre

El diario suizo Neue Zürcher Zeitung, por su parte, apunta: "El presidente chileno, Sebastián Piñera, ha demostrado varias veces que le falta sensibilidad política. Pero ahora superó todo lo anterior: nada menos que el 12 de octubre, el ‘día de Colón', aplicó el estado de excepción en territorios mapuches del sur de Chile. (…) Este conflicto que se agudiza tiene lugar justo en un momento en que los mapuches y otras organizaciones indígenas tienen más influencia política que nunca en Chile. En la Convención que desde julio negocia para redactar una nueva Constitución, hay 17 representantes indígenas entre los 155 miembros, entre ellos, siete del pueblo mapuche. Incluso la preside una mapuche, la académica Elisa Loncón. (…)

Elisa Loncón preside la Convención Constitucional en Chile.Imagen: Erick Valenzuela Bello

En el exterior, organizaciones de derechos humanos y políticos critican en parte duramente al presidente Piñera por haber dictado el estado de excepción. El propio Piñera había presentado al inicio de su mandato un ambicioso plan para desarrollar proyectos de infraestructura en la Araucanía. Pero la muerte de un mapuche por un disparo, lanzado por un integrante de una unidad especial en noviembre de 2018, volvió a interrumpir el recién iniciado diálogo.

Militares contra mapuches

El diario TAZ, de Berlín, apunta que Piñera impulsa la militarización del conflicto con el pueblo mapuche y escribe: "Desde hace años, los mapuches demandan su reconocimiento como pueblo y la devolución de sus territorios. Aparte de manifestaciones pacíficas, ha habido ocupaciones de terrenos, bloqueos de carreteras, incendios de graneros, cosechas y camiones de transporte de madera. A comienzos de julio, un mapuche fue abatido por la policía. De acuerdo con el reporte policial, el joven, de 29 años, había sido sorprendido en un presunto atentado. Pero, en lugar de mencionar el conflicto, Piñera recurrió el martes a otro argumento: dijo que el ‘estado de excepción servirá para combatir mejor el terrorismo, el tráfico de drogas y el crimen organizado, y de ningún modo apunta contra un pueblo o un grupo de ciudadanos pacíficos'.

El presidente chileno opta por la mano dura.Imagen: Esteban Felix/AP/picture alliance

Con cerca de 1,6 millones de integrantes, el mapuche es el mayor pueblo indígena de Chile. (…) No es una comunidad homogénea, que tire de una misma cuerda. Pero muchos reclaman autodeterminación y el derecho a sus territorios. Y se remiten a la convención 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) sobre los pueblos indígenas, que Chile asumió, pero no ha puesto hasta ahora en práctica. Dicha convención dispone, entre otras cosas, el respecto a las tradiciones, reconoce el derecho a las ‘tierras ancestrales' y demanda la protección efectiva de sus posesiones. El Estado y los empresarios de la industria maderera insisten, sin embargo, en mantener la actual situación de propiedad y el acceso a los recursos naturales.”

Sin solución a la vista

Por su parte, el rotativo muniqués Süddeutsche Zeitung apunta: "No se vislumbra una solución del conflicto. En cambio, la violencia aumenta desde hace algunos años. La situación está cada vez más empantanada. Las autoridades y políticos dicen que hay bandas de narcotraficantes implicadas en las disputas. Los mapuches, por su parte, dicen que la Policía infiltra sus protestas y denuncian torturas y asesinatos. El conflicto mapuche divide a la población.

En las protestas sociales que desde hace unos años han sacudido a Chile ondean siempre banderas del pueblo mapuche. Pero, al mismo tiempo, hay muchos chilenos que ven con mirada crítica las demandas mapuches y no tienen comprensión alguna con las tomas de terrenos, los incendios y la violencia. El hecho de que el presidente Piñera haya dictado justo ahora, el 12 de octubre, el estado de excepción en partes de la región, probablemente no obedezca solo a la creciente violencia. En los últimos días, Piñera se ve bajo fuerte presión desde que los Papeles de Pandora revelaran supuestos negocios turbios. La Fiscalía chilena investiga, hay protestas y el presidente Piñera necesita todo el respaldo que pueda conseguir para lograr mantenerse hasta las próximas elecciones”.

(ms)

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