El periódico suizo Neue Zürcher Zeitung titula "Juego sucio" un comentario sobre las elecciones presidenciales que tendrán lugar el 28 de julio en Venezuela, y afirma que no serán comicios democráticos: "Los gestos de Maduro lo dejan claro: no es realista suponer que el presidente abandonará su cargo si llega a perder efectivamente las elecciones el 28 de julio. Por eso, ¿tiene sentido que la oposición se presente con un candidato para hacerle frente? ¿No sería mejor volver a boicotear los comicios?

Pese a todo, la opción más promisoria para la oposición parece ser actualmente un cambio de régimen por la vía de las urnas. Lo ocurrido en los últimos 11 años demuestra que es improbable que el régimen sea derrocado, mientras el Ejército y las fuerzas de seguridad apoyen a Maduro. En 2014 y 2017, la oposición intentó lograr un cambio de gobierno mediante meses de masivas protestas en las calles. La brutal represión de las manifestaciones cobró en ese entonces más de 120 víctimas fatales, sin que se pudiera conseguir nada. El resultado fue un montón de añicos. (…)

Pese a la intransigencia de Maduro, no es inútil participar en las elecciones. Él no podrá evitar en todos los casos un éxito opositor. Por ejemplo, en 2022, tuvo que aceptar una derrota nada menos que en el estado de origen de Hugo Chávez en las elecciones de gobernador, una región que había sido gobernada por parientes de Chávez desde hacía 23 años. En cambio, el boicot de anteriores elecciones hizo que la oposición pareciera ineficaz y dividida ante los ojos de muchos venezolanos. Eso llevó a que se propagara la apatía política.

Al participar en los comicios, la oposición puede ganar perfil y alistarse para el momento en que el régimen se debilite.  (…) La oposición se muestra este año mucho más hábil y decidida que antes. Esto la fortalecerá para el futuro, independientemente de qué métodos emplee Maduro para mantenerse en el poder”.

Mercosur: Milei y la negociación con la UE

El diario económico alemán Handelsblatt dedica un artículo a la cumbre del Mercosur, a la que no asistió Javier Milei: "Fue una cumbre histórica. Tras varios intentos, el Mercosur acogió a Bolivia como quinto miembro. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, celebró su ingreso como una gran ganancia estratégica para la zona de libre comercio sudamericana. ‘Somos ricos en materias primas, y disponemos de fuentes de energía limpia y barata', dijo Lula. Y agregó que el Mercosur se convierte en un eslabón importante en la cadena de producción para la reforma energética global”, afirmó en la capital de Paraguay, Asunción. (…) Pero alguien no quiso celebrar con los demás en la cumbre del Mercosur: el presidente argentino, Javier Milei, pese a que Argentina es, después de Brasil, la segunda mayor economía del bloque sudamericano”.

El periódico hace notar más adelante que "la política ideológica de derecha de Milei también podría volver a bloquear las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la UE, como ocurrió durante la presidencia de Bolsonaro, de derecha populista, en Brasil. En ese entonces, la UE congeló las negociaciones debido a la política climática de Bolsonaro. Para numerosos detractores del acuerdo en Europa, la rígida línea de derecha de Milei es un obstáculo difícil. Esto podría convertirse en argumento para suspender una vez más las negociaciones”.

Una ausencia fuera de lo común

El semanario Die Zeit, en su versión online, destaca la tensión entre Argentina y Brasil y apunta: "El presidente argentino, Javier Milei, declinó participar en la cumbre del Mercosur en Asunción. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da, lo criticó indirectamente. ‘En un mundo globalizado, no tiene sentido recurrir a un nacionalismo arcaico y aislacionista. Tampoco hay justificación para revivir experimentos ultraliberales, que sólo agudizaron las diferencias en nuestra región', dijo, sin nombrar explícitamente a Milei. La ausencia de un jefe de Estado del grupo es algo fuera de lo común”.

(ers/cp)