En el ambiente se respiraba la sensación de un triunfo en primera vuelta. La misma Michelle Bachelet llamaba a sus seguidores a acudir en masa a las urnas para asegurar el éxito de su candidatura este mismo domingo (17.11.2013), y evitar así la necesidad de dirimir las elecciones presidenciales en un balotaje. Pero a la luz de los resultados entregados por el Servicio Electoral chileno, recién en diciembre se sabrá quién gobernará el país sudamericano entre 2014 y 2018.

Michelle Bachelet se impuso con comodidad en las votaciones presidenciales, superando por amplio margen a su más cercana seguidora, la exministra del presidente Sebastián Piñera, también exdiputada y exsenadora, Evelyn Matthei. Pero la dispersión de votos provocada por la participación histórica de nueve candidatos a la primera magistratura impidió que la expresidenta, que gobernó Chile entre 2006 y 2010, pudiera imponerse en la primera vuelta.

A pesar de que la centroderecha, que actualmente ostenta el poder, se acerca a su peor resultado electoral de los últimos años tanto en términos presidenciales como parlamentarios, festejó con entusiasmo su paso a segunda vuelta. El jefe programático de Matthei, Felipe Morandé, dijo a Radio Cooperativa que “estamos contentos porque pasamos a segunda vuelta, y en cierta manera es una victoria, porque derrotamos las expectativas más agoreras”.

Voto dividido

Un hecho imposible de obviar es que, por primera vez en la historia de Chile, dos mujeres disputarán la segunda vuelta. Con casi el 80 por ciento de las mesas escrutadas, Bachelet alcanzaba el 46,7 por ciento de los sufragios, mientras que Matthei se quedaba con el 25,2 por ciento. El tercer lugar quedó en manos del filósofo y cineasta del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami (10,8 por ciento) y el cuarto fue para el empresario independiente Franco Parisi (10,2 por ciento). Este último reconoció su derrota muy temprano, señalando por medio de un vocero que “queríamos pasar a segunda vuelta”.

Las últimas tres elecciones presidenciales de Chile (además de la de este domingo) se han decidido en un balotaje, lo que habla de una dispersión de los votos que tras el retorno de la democracia, en 1990, solía dividirse entre las dos grandes coaliciones, la Concertación de centroizquierda y la Alianza de la centroderecha. Sin embargo, el surgimiento de nuevos actores ha hecho más complejo el escenario político, que en esta oportunidad por primera vez se medía con la modalidad de voto voluntario.

Las proyecciones de los medios de comunicación y los primeros resultados del Servicio Electoral también auguraban varias sorpresas en las elecciones parlamentarias, donde candidatos que se creían fuertes quedarían fuera del Congreso, que muy probablemente estará compuesto por una mayoría vinculada al pacto que apoya a Michelle Bachelet. Se estima que cerca de 7,5 millones de chilenos participaron en las elecciones, de un total de 13,5 millones que estaban en condiciones de hacerlo.

Diego Zúñiga (Radio Cooperativa, La Tercera)