Presidenciales: Hillary Clinton entrega su respaldo a Biden
28 de abril de 2020
La excandidata demócrata aseguró que el casi seguro rival de Donald Trump en las elecciones es el líder que EE.UU. necesita.
Publicidad
A través de una videoconferencia, la excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton entregó su respaldo este martes (28.04.2020) al exvicepresidente Joe Biden, quien es el único candidato de la oposición que sigue en competencia, a la espera de la nominación oficial que tendrá lugar en agosto. Clinton calificó a Biden como un colega, amigo y el líder que Estados Unidos necesita en este momento.
"Piense en lo que significaría si tuviéramos un presidente de verdad, no solo alguien que actúa en la televisión", afirmó Clinton, quien fue derrotada por el republicano Donald Trump en los pasados comicios presidenciales. "Estoy encantada de ser parte de su campaña no solo para respaldarlo, sino para ayudar a resaltar muchos de los problemas que están en juego", indicó la ex primera dama.
Biden, de 77 años, no es aún el candidato oficial del Partido Demócrata, ya que debe ser escogido en la Convención Nacional, pospuesta para agosto por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, ya cuenta con importantes apoyos, como el del expresidente Barack Obama, el aval de su rival en las primarias, Bernie Sanders, y el respaldo de la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La mujer y el hombre presidentes
Clinton dijo, durante la videoconferencia que emitió junto con Biden, que éste "se ha estado preparando para este momento toda su vida". La exjefa de la diplomacia estadounidense se refirió a la crisis que enfrenta el país, el más golpeado por la pandemia del coronavirus en el mundo, y consideró importante tener un presidente que no solo escuche la ciencia y ponga los hechos sobre la ficción, sino que una a la nación.
"Me gustaría que fueras presidente ahora mismo", agregó Clinton en el encuentro virtual en el que ambos rememoraron con camaradería los desayunos que compartían cuando trabajaban en el gabinete. Biden le respondió señalando que ella es "la mujer que debería ser presidente en este momento”. Ambos políticos formaron parte de la Administración de Barack Obama (2009-2017), de quien Biden fue vicepresidente y Clinton secretaria de Estado.
DZC (EFE, AFP)
Cierres de gobierno en Estados Unidos: una cronología
El Congreso está a cargo de aprobar el presupuesto hace más de 200 años, pero los cierres administrativos por desacuerdos financieros son algo más bien nuevo. Acá revisamos cuántas veces ha ocurrido el famoso "shutdown".
Imagen: Getty Images/D. Angerer
Vieja historia
Siempre que se acerca la medianoche del 30 de septiembre, empiezan a sonar las alarmas: o se aprueba el presupuesto, o el Gobierno debe cerrar sus operaciones. Originalmente, el Artículo I, Sección 9 de la Constitución de EE. UU. requería que el presupuesto recibiera la aprobación de los parlamentarios. En 1870, el Acta Antideficiencia se enfocó en las agencias que gastaban dinero sin preguntar.
Imagen: picture-alliance/CNP/A. Edelma
No hay dinero, no hay pagos, no hay trabajo
A instancias de Jimmy Carter, el fiscal general revisó el Acta Antideficiencia en 1980 para responder la pregunta "Sin presupuesto, ¿deben ir a trabajar los empleados del Gobierno?". Según la opinión legal de Benjamin Civiletti, si no hay dinero, entonces no hay que trabajar. Carter vivió breves "shutdowns", pero la nueva interpretación de la ley convirtió los cierres en una táctica negociadora.
Imagen: picture alliance / Everett Collection
Ronald Reagan y el primer cierre
El primer cierre de verdad, -más de 240.000 trabajadores sin paga- ocurrió en noviembre de 1981. A comienzos de su mandato, Ronald Reagan se negó a firmar un presupuesto sin un millonario recorte impositivo. El Senado, controlado por los republicanos, y la Cámara, por los demócratas, encontraron una solución al día siguiente. Escenarios similares se vivieron siete veces hasta el fin de su mandato.
Imagen: AP
Bill Clinton y el cierre partidista
Hasta 1995, los presupuestos se aprobaron sin grandes problemas. Pero ese año Bill Clinton se enfrentó a Bob Dole en el Senado y Newt Gingrich en la Cámara. El Congreso liderado por los republicanos quería un presupuesto balanceado a siete años, mayores primas de Medicare y retrocesos en las regulaciones ambientales. Pasaron 27 días antes de que hubiera acuerdo. ¿El costo? Mil millones de dólares.
Imagen: POOL/AFP/Getty Images
Un juego parlamentario, un dolor de cabeza
Muchos departamentos, como las Fuerzas Armadas, la seguridad nacional y todos los que son esenciales para la protección de la vida, siguen operando durante los cierres. Pero el Servicio de Impuestos Internos y la Administración de Alimentos y Drogas, por ejemplo, deben cesar sus funciones. Esto redunda en retrasos en las decisiones fiscales y la inspección de alimentos, entre otros problemas.
Imagen: picture-alliance/BSIP/B. Boissonet
Obama y el Congreso controlado por Cruz
Otro cierre grande ocurrió en 2013, bajo la presidencia de Barack Obama. Su programa de salud, conocido como Obamacare, enfrentó una dura oposición. Liderados por el senador Ted Cruz, los republicanos presionaron para que se redujeran las prestaciones a cambio de aumentar el límite de la deuda. El cierre de 18 días perjudicó a unos 850.000 trabajadores y costó al país 24 mil millones de dólares.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/C. Dharapak
¿Un cierre de varios años?
El último cierre, que comenzó a fines de diciembre, ya se encuentra entre los más largos de la historia. Unos 800.000 empleados federales se encuentran sin salarios. Pese a los problemas, el presidente Donald Trump se ha negado a ceder en su insistencia de recibir financiamiento para su muro con México. De hecho, el mandatario ha dicho estar preparado para que esta situación dure varios años.
Imagen: Getty Images/J. Raedle
El costo del juego político
Los costos de los cierres no han frenado la tendencia. Washington pierde millones de dólares, no solo en ingresos, sino también en pagos, pese a que los empleados deben quedarse en casa. El tiempo, trabajo y dinero perdidos son consecuencia de los "shutdown". Según datos de la agencia Standard and Poor's, el actual cierre le costará a EE. UU. aproximadamente 6.000 millones de dólares a la semana.
Imagen: Imago
¿Contribuyen los cierres a la desconfianza?
Pero los mayores perdedores no son la economía ni los partidos, que hacen las concesiones. Podría decirse que el principal derrotado es el Gobierno. Según una encuesta Gallup, realizada tras el cierre de 2013, la insatisfacción de la ciudadanía con el Gobierno en general llegó al 33 por ciento. El récord anterior había sido del 26 por ciento, y databa de los años del escándalo Watergate.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Kaster
9 imágenes1 | 9
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |