Tanzania: presidente negó COVID y murió de él, dice opositor
18 de marzo de 2021
El líder de la oposición de Tanzania, Tundu Lissu, aseguró que el autócrata presidente de su país, John Magufuli, murió a causa del coronavirus y no de un mal cardiaco, como dice el Gobierno, al que acusa de mentir.
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"Incluso ahora, en su muerte, su gobierno sigue mintiendo. Magufuli murió completamente de corona(virus)", un mal cuya existencia negó el difunto en vida, afirmó Lissu en una entrevista con el canal de televisión keniano KTN News.
Desde su exilio en Bélgica, el líder opositor señaló también que el mandatario no murió en la tarde de ayer, como indicó anoche la vicepresidenta de Tanzania, Samia Suluhu, al anunciar el fallecimiento en una alocución dirigida a la nación. Lissu escribió este lunes en su cuenta de la red social Twitter que tenía sus "propias fuentes en el TISS", el Servicio de Inteligencia y Seguridad de Tanzania.
El dirigente, que sobrevivió a un supuesto intento de asesinato en septiembre de 2017, calificó a Magufuli como el "líder más violento y titánico en la historia de Tanzania". "Yo sobreviví. Mucha gente no tuvo esa suerte", alegó el jefe opositor, que perdió las elecciones presidenciales de octubre pasado ante Magufuli, quien gobernaba este país de África del Este desde 2015.
"La situación en Tanzania hoy es similar a lo que sucedió en España en 1975 cuando murió el dictador Francisco Franco", explicó Lissu, quien cree que su país debe ahora "abrir un nuevo capítulo".
Magufuli murió ayer a los 61 años presuntamente por una enfermedad cardíaca en Dar es Salam, la capital económica de Tanzania, informó la vicepresidenta del país africano. Según la vicepresidenta, el mandatario había sido ingresado en un hospital por un achaque la semana pasada y "tenía una enfermedad cardíaca desde hace algunos años".
"El país estará de luto durante dos semanas", afirmó Suluhu, quien, según la Constitución, debería suceder a Magufuli en la jefatura de Estado para completar el mandato de cinco años del difunto, lo que la convertiría en la primer mujer que accede al cargo en la historia de Tanzania. La situación real de la pandemia en Tanzania es desconocida debido a la falta de transparencia y al negacionismo que han mantenido las autoridades, con Magufuli a la cabeza.
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Magufuli es el segundo presidente negacionista que muere en África
En marzo de 2020, poco después de detectarse el primer caso de covid-19 en el país, el presidente aseveró que "el corona(virus) es el diablo y no puede sobrevivir en el cuerpo de Cristo". Su política se basó entonces en pedir a sus compatriotas "rezar" para combatir la enfermedad y en criticar las medidas de Occidente.
Desde finales de abril de 2020, Tanzania no publica ninguna cifra oficial de la enfermedad, lo que dejó estancados los contagios en 509, de los que 21 acabaron en muertes. En el mes de junio, el jefe de Estado declaró superada la pandemia en el país gracias a la intervención divina.
Magufuli es el segundo jefe de Estado africano negacionista de la covid-19 que muere envuelto en rumores que apuntan a que esa enfermedad acabó con su vida. El primero fue el burundés Pierre Nkurunziza, quien llegó a declarar que Dios había "despejado el coronavirus del cielo de Burundi".
El pasado 8 de junio, Nkurunziza falleció por un "paro cardiaco", según la versión oficial, pero medios locales publicaron que habría sido por coronavirus. Su esposa había dado positivo por covid-19 y en aquel momento recibía atención en un hospital de Nairobi.
jov (efe, focus)
Las vacunas que prometen derrotar al coronavirus
Distintas tecnologías, distintos países, distintas dosis y un solo objetivo: controlar y, ojalá, terminar con la pandemia que cambió al mundo.
Imagen: Guillermo Legaria/Getty Images
Sputnik V, Instituto Gamaleya
La "vacuna rusa" suscitó desconfianzas iniciales, pero se ha consolidado como una opción para una veintena de países, entre ellos Argentina, Bolivia y Venezuela. Las dudas surgieron por su rápida aprobación, en agosto de 2020, sin haber terminado los ensayos. Sin embargo, estudios posteriores le otorgan una alta eficacia a este preparado, que usa vectores adenovirales para provocar inmunidad.
Imagen: Dmitry Rogulin/ITAR-TASS/imago images
BNT162b2, BioNTech/Pfizer
La vacuna de la firma alemana BioNTech usa una tecnología hasta ahora inédita: ARNm cubierto por lípidos. Explicado en simple, la vacuna "imita" la forma del SARS-CoV-2, provocando la respuesta del organismo. En ensayos mostró una alta eficacia, que se ha visto replicada en condiciones reales. La firma Pfizer actúa en la alianza como socio en la fabricación. Es usada en una veintena de países.
Imagen: Marwan Naamani/dpa/picture alliance
mRNA-1273, Moderna
La vacuna desarrollada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA) y la firma Moderna usa una tecnología similar a la de BioNTech. En ensayos demostró una eficacia cercana al 95 por ciento. A diferencia de la de BioNTech, esta fórmula puede almacenarse a -20 grados. Se usa en EE.UU. y la Unión Europea.
Imagen: Valeria Mongelli/ZUMA/picture alliance
AZD1222, Oxford-AstraZeneca
Esta vacuna desarrollada por expertos británicos y suecos utiliza como vector un adenovirus de chimpancé modificado. Los ensayos se realizaron en Reino Unido, Brasil, Sudáfrica, Japón e India, y se vieron interrumpidos un par de ocasiones por muertes sospechosas. Sin embargo, se confirmó su seguridad y una eficacia que va del 60 al 90 por ciento. Se usa en Brasil, la UE y Reino Unido.
Imagen: Fred Schreiber/AFP/Getty Images
Ad5-nCoV, Cansino Biologics
La vacuna de esta firma china usa el adenovirus del resfriado común para introducir en el cuerpo humano una proteína inactivada del SARS-CoV-2, provocando una respuesta inmune. Ha sido usada en China para inocular a soldados del Ejército Popular, y los ensayos se llevaron a cabo en Rusia, Pakistán, México, Chile y Argentina. Actualmente se usa en México, Malasia e Indonesia. Usa solo una dosis.
Imagen: Reuters/China Daily
CoronaVac, Sinovac Biotech
Como muchas vacunas que usan virus inactivados, esta fórmula recurre a partículas del SARS-CoV-2 conseguidas en cultivos e inactivadas antes de ser inyectadas en el organismo. La presencia de estos virus provoca la reacción inmune y previene que la enfermedad se desarrolle. Probada en Brasil, Indonesia, Chile y Turquía, muestra una efectividad superior al 60 por ciento.
También con virus inactivados, esta vacuna desarrollada por Bharat y el Consejo Indio de Investigación Médica es conocida como Covaxin, y ha mostrado una eficacia del 81 por ciento en ensayos clínicos. En su momento, desató controversia por haber sido inoculada en trabajadores médicos cuando la fórmula aún estaba en fase I de ensayos clínicos. India busca ahora que se apruebe en otros mercados.
Imagen: Pavlo Gonchar/Zuma/picture alliance
BBIBP-CorV, Sinopharm
Con ensayos en Argentina, Perú, Emiratos Árabes Unidos y otros estados, esta vacuna china de virus inactivados ha sido ya aprobada en países de Medio Oriente. Según los estudios, tendría una eficacia del 86 por ciento. Sinopharm está en el ojo de la polémica en Perú por haber enviado "vacunas de cortesía" para políticos y por haber donado miles de dólares al gobierno.
Imagen: Zhang Yuwei/AP/picture alliance
Ad26.COV2.S, Johnson & Johnson
Junto a la de CanSino, es las única vacuna de una sola dosis hasta la fecha. Es desarrollada por la firma belga Janssen Pharmaceutica, filial de la estadounidense Johnson & Johnson. Se puede almacenar en un frigorífico normal y ha mostrado una eficacia superior al 66 por ciento. Usa un vector viral no replicativo derivado del adenovirus A26 humano.