Haití: presidente designa a tercer primer ministro en un año
2 de marzo de 2020
El presidente de Haití, Jovenel Moïse, nombró este lunes (2.03.2020) a un nuevo primer ministro para sacar al país del Caribe de la crisis institucional, humanitaria y de seguridad en la que se hunde.
Publicidad
"Luego de las consultas que tuve con diferentes sectores del país, decidí elegir al ciudadano Joute Joseph como nuevo primer ministro. Este último está llamado a formar, lo antes posible, un Gobierno abierto y a lograr un consenso capaz de responder a las emergencias de hoy", escribió el jefe de Estado en su cuenta oficial de Twitter.
El nombramiento tiene que ser ratificado por la Cámara de los Diputados y el Senado pero actualmente ambos órganos legislativos están clausurados, porque el mandato de la mayoría de los legisladores terminó el pasado enero, sin que se haya podido celebrar elecciones por la inestabilidad que atraviesa el país.
Sin Parlamento
Las últimas elecciones parlamentarias estaban previstas para el pasado octubre, pero no llegaron a ser convocadas por la oleada de protestas antigubernamentales que sacudieron el país entre septiembre y noviembre pasados.
Haití no tiene un Gobierno efectivo desde el 18 de marzo de 2019, cuando el Parlamento cesó al entonces primer ministro, Jean Henry Ceant, por una moción de censura.
Después de ese episodio, la oposición boicoteó las sucesivas sesiones parlamentarias en las que se iba a votar el nombramiento de los dos primeros ministros designados por Moise en este último año, Fritz William Michel y Jean-Michel Lapin.
Sin ser ratificado por el Parlamento, Lapin ha encabezado el Gobierno en el último año en calidad de primer ministro interino, en un Ejecutivo en el que Joute Joseph ocupó dos carteras ministeriales.
Desde septiembre de 2018, Joseph ocupó el cargo de ministro de Medio Ambiente y también se convirtió en ministro interino de Economía y Finanzas en septiembre de 2019. Ahora, reemplazará a Lapin, quien nunca ha pasado la etapa interina.
Inestabilidad política
El país caribeño atraviesa una fuerte inestabilidad sociopolítica desde julio de 2018 por la debilidad de la economía, las acusaciones de corrupción que salpican al presidente Moise y la creciente inseguridad.
Entre septiembre y noviembre pasados se produjeron manifestaciones violentas que prácticamente paralizaron todas las actividades económicas durante los dos meses que duró el movimiento antigubernamental.
En medio de la crisis, Moise abrió una serie de consultas con sectores de la oposición moderada, así como con empresarios y otros actores de la vida pública, para tratar de encontrar una salida a la crisis.
El presidente haitiano aspira a promover una reforma constitucional para dotar más poderes a la Presidencia y facilitar el nombramiento del Gobierno, eliminando la obligación de ratificarlo en el Parlamento.
Pero sus negociaciones en este sentido han terminado fracasando. La oposición exige la renuncia de Jovenel Moïse como requisito previo para la apertura de cualquier negociación.
rml (afp, efe)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
Haití, entre el caos y los intentos de resurgir
Tras el devastador terremoto de Haití en enero de 2010, las donaciones fluyeron en miles de millones. Diez años después, la pobreza y la corrupción dominan los titulares del Estado caribeño. Pero hay esperanza de cambio.
12 de enero de 2010, poco antes de las 5 de la tarde: La tierra tiembla en el pequeño país que comparte la isla con República Dominicana. Intesidad de 7.0 en la escala de Richter. En algunos lugares se derrumbó el 90% de los edificios. Al menos 200.000 personas mueren y más de un millón se quedan sin hogar. Con 6.600 millones de dólares, los daños superan el producto interno bruto del país.
Imagen: AP
Catástrofe en el país de las crisis
Enero de 2011: Cruces en una fosa común cerca de la capital Puerto Príncipe. El terremoto golpeó a un país ya de por sí en crisis: en 2010, Haití era -y sigue siendo- el país más pobre del hemisferio occidental, sufriendo de sobrepoblación y corrupción. Los desastres naturales no son raros. Una epidemia de cólera que siguió al terremoto mató a miles de personas más.
Imagen: A.Shelley/Getty Images
Solidaridad global
Un momento de diversión en un campamento para víctimas del terremoto, construido en 2010 con la ayuda de la ONU, ONGs y particulares: el dinero fluyó desde todo el mundo para la reconstrucción. A nivel local, muchas organizaciones de ayuda han hecho un trabajo eficaz, construyendo casas, por ejemplo, dice a DW Bert Hoffmann, politólogo del Instituto Leibniz de Estudios Globales (GIGA).
Imagen: AP
Ayuda que destruye
Las donaciones de alimentos de Estados Unidos ayudaron a los afectados a corto plazo, explica Hoffmann. "Pero a largo plazo, el arroz gratis de EE.UU. ha llevado a los productores de arroz de Haití a una masiva bancarrota. Este tipo de ayuda no ha creado estructuras sostenibles para el país y ha aumentado la dependencia".
Imagen: AP
La crisis después de la crisis
Esperando trabajo: diez años después del terremoto, la calidad de vida de la mayoría de los haitianos ha empeorado. Más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de pobreza de 2 dólares estadounidenses al día. Según la ONG alemana “Welthungerhilfe”, el 35% depende de las donaciones de alimentos. La ONG Médicos sin Fronteras demanda una atención médica básica adecuada.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/R. Blackwell
Protestas mortales
El desempleo masivo, la inflación, el crimen y el nepotismo han llevado a los haitianos a las calles durante el último año y medio, como aquí en noviembre de 2019, donde los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes cobraron muchas vidas. "El peligro de una guerra civil está creciendo en Haití", advierte Pirmin Spiegel, director general de Misereor, una organización alemana.
Imagen: imago images/Agencia EFE/J. M. Herve
El presidente Moïse no quiere irse
Jovenel Moïse (centro), ocupa el cargo desde febrero de 2017. Entre otras cosas, se le acusa de haber malversado miles de millones de un fondo de solidaridad venezolano. Pero él se niega a renunciar. Cuando el parlamento se reúna de nuevo este 13 de enero, el mandato de la mayoría de los miembros habrá expirado, y Moïse podría teóricamente gobernar por decreto.
La oposición está fragmentada, pero los activistas quieren seguir luchando por el cambio. "Necesitamos un gobierno que responda a nuestras necesidades", dice Rese Domini (foto), de 31 años, de la organización MONEGAF. La activista Velina Charlier, de 39 años, le dijo a DW en diciembre que pidió "la renuncia de Moïse, un proceso anticorrupción y un cambio radical del sistema".
Imagen: Reuters/V. Baeriswyl
"Europa calla "
Mientras tanto, las organizaciones de ayuda humanitaria hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe. La ayuda alimentaria debe dar prioridad a los productos locales "para impulsar la economía nacional", declaró Welthungerhilfe en noviembre. Alemania y la Unión Europea también deben trabajar por un cambio político en Haití, exigió el director de Misereor.
Diciembre 2019, Puerto Príncipe: Dos amigos en la playa. La crisis actual no debe ocultar el hecho de que hay "muchas estructuras familiares y locales en Haití que funcionan", dice el politólogo Hoffmann. El Estado caribeño no es "un infierno en la tierra". Es un país muy pobre, pero generalmente pacífico y con una gran cultura. (jov/eal)