Presidente egipcio apoya al príncipe heredero saudí
27 de noviembre de 2018
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, recibió hoy en El Cairo al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, en plena crisis de imagen tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
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"La seguridad y la estabilidad del reino de Arabia Saudí es una parte imprescindible de la seguridad nacional egipcia", expresó el presidente egipcio, según informó el portavoz de la presidencia, Basam Radi, en declaraciones recogidas por la agencia oficial MENA.
Al Sisi resaltó durante la reunión en el palacio presidencial de Itihadiya que la relación entre ambos países árabes es "profunda y firme".
El presidente egipcio recalcó el interés de Egipto por fortalecer la cooperación con Arabia Saudí al más alto nivel para "afrontar" la situación actual en Oriente Medio.
En las televisiones egipcias se emiten anuncios en los que se destacan los "logros" que ha realizado Bin Salman, entre ellos su programa de reformas Visión 2030, una campaña contra la corrupción y el "apoyo a la legitimidad en el Yemen", en alusión a la ofensiva militar contra los rebeldes hutíes lanzada en 2015.
El príncipe Mohamed llegó ayer a Egipto en su primer viaje al exterior desde que se desencadenara la crisis por el asesinato de Khashoggi en el consulado saudí de Estambul el pasado 2 de octubre.
Este caso ha provocado una ola de indignación mundial que ha causado que varios países le hayan retirado el apoyo al reino saudí, aunque otros, como Estados Unidos, han acabado apoyándolo.
Protestas en Túnez
Entretanto, activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos en Túnez, la siguiente escala en la gira de Bin Salman, protestaron hoy contra la visita.
El lunes por la noche, cientos de personas se reunieron en el centro de la capital tunecina para protestar contra el viaje del príncipe, mostrando, entre otras cosas, pancartas en las que se leía: "No a la represión de la libertad de opinión" o "No es bienvenido".
El sindicato de periodistas SNJT desplegó en la fachada de su oficina en el centro de Túnez una enorme pancarta que muestra al príncipe saudí con una motosierra, en una alusión al presunto desmembramiento al que fue sometido el cadáver del periodista Khashoggi, según las versiones difundidas por Turquía.
Denuncia de HRW en Argentina
El príncipe heredero se encuentra en una gira por varios países árabes "amigos", antes de viajar a Argentina para participar en la cumbre del G20 el fin de semana en Buenos Aires.
Allí, la organización internacional Human Rights Watch presentó el lunes una denuncia contra Bin Salman ante un fiscal federal argentino, a quien pidió investigue al príncipe saudí por presuntas violaciones del derecho internacional cometidas durante el conflicto armado en Yemen.
Según Human Rights Watch, éste "sería penalmente responsable" esas violaciones como ministro de Defensa de Arabia Saudita. "Las autoridades judiciales deberían evaluar el papel de Mohammed bin Salman en posibles crímenes de guerra cometidos por la coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen desde 2015", afirmó Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch.
El escrito presentado también hace alusión a la posible complicidad de Bin Salman en graves denuncias de tortura y otros malos tratos de ciudadanos saudíes, incluyendo el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, perpetrado a inicios de octubre en la embajada saudí en Turquia.
La organización humanitaria recordó que la Constitución argentina reconoce la jurisdicción universal por crímenes de guerra y torturas, lo que implica que las autoridades judiciales del país están facultadas a investigar y juzgar estos delitos, con independencia de dónde se cometan y de la nacionalidad de sus autores o las víctimas.
ER (efe, dpa, afp)
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Yemen, una guerra civil olvidada (09.2016)
Los choques entre las tropas leales al Gobierno y los rebeldes hutíes en Yemen causan decenas de víctimas cada día, sin que la comunidad internacional parezca conmoverse demasiado.
Imagen: Reuters
Conflicto de larga data
Si bien la guerra civil de Yemen comenzó formalmente en 2014, los choques entre los hutíes del norte del país y el Gobierno central tienen una larga historia. En esos enfrentamiento, los rebeldes incluso incursionaron en territorio saudita. Durante el mandato del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, la situación empeoró, con los hutíes luchando abiertamente para tomar el poder.
Imagen: AFP/Getty Images/M. Huwais
Un presidente en problemas
El presidente Abdo Rabu Mansur Hadi intentó dialogar con los hutíes, que se acercaban a la capital, Saná. Finalmente los rebeldes tomaron la ciudad en septiembre de 2014 y obligaron al mandatario a negociar un acuerdo. El Gobierno presentó una propuesta para dividir en regiones con cierta autonomía, pero los insurgentes la rechazaron. En enero de 2015 Hadi renunció y fue confinado a su residencia.
Imagen: picture-alliance/C. Court
Vía libre para los hutíes
Los hutíes finalmente atacaron el Palacio de Gobierno y el Parlamento. Poco después, Hadi escapó de su residencia en Saná y viajó a Adén, antigua capital de Yemen del Sur, donde estableció provisoriamente a su Gobierno. En un discurso, declaró ilegítimo el golpe de Estado perpetrado por los insurgentes y aseguró que seguía estando al mando del país.
Imagen: Reuters/K. Abdullah
Toma del poder
En una demostración de que el poder en realidad lo tenían ellos, los hutíes realizaron una ceremonia en Saná para anunciar una nueva Constitución, la disolución del Parlamento para ser reeemplazado por un consejo nacional de 551 miembros y la formación de un consejo presidencial que guiaría los destinos del país.
Imagen: picture-alliance/dpa/Str
Arabia Saudita interviene
El 25 de marzo de 2015, a solicitud del Gobierno reconocido internacionalmente de Yemen, Arabia Saudita comenzó la "Operación Tormenta Decisiva", una serie de misiones aéreas que buscan debilitar las posiciones de los hutíes, que a esas alturas ya cercaban la nueva sede del Ejecutivo de Hadi, en Adén. Una coalición árabe da sustento a esta operación militar.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Pachoud
Ataques indiscriminados
Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la ONU han acusado a Arabia Saudita de cometer crímenes de guerra en Yemen, pues muchas veces los objetivos de sus bombardeos son los civiles. Lo de Yemen es, también, una extensión de una lucha de potencias regionales, pues los hutíes son respaldados por Irán, mientras que el Gobierno de Hadi cuenta con el apoyo de Riad.
Imagen: Reuters
Un enviado especial impotente
La ONU encargó a Ismail Ould Chekh Ahmed que mediara entre las partes en conflicto de Yemen para alcanzar un acuerdo que terminara con los bombardeos y aliviara la crítica situación de la población civil, que pasa hambre y carece de atención médica. Ha habido ceses de las hostilidades, pero suelen ser violados por ambos bandos. El trabajo del enviado ha sido arduo e infructuoso.
Imagen: picture-alliance/Xinhua/Xu Jinquan/
Diálogos de paz en Kuwait
El último intento serio por lograr un acuerdo para conformar un Gobierno de transición formado por miembros de los hutíes y del Ejecutivo de Hadi se realizó en Kuwait. Pero los desacuerdos no se superaron y el 7 de agosto de 2016 las conversaciones concluyeron, sin lograr avances. Además de la guerra, los encontrones políticos entre ambos bandos no han cesado desde entonces.
Imagen: Reuters/M. al-Sayaghi
Condena internacional
En esta guerra han sido bombardeados hospitales, escuelas, barrios completos y, en la última masacre perpetrada por los aviones sauditas, un funeral. El 8 de octubre de 2016, los cazas de la coalición atacaron Saná, impactando en una ceremonia fúnebre, matando a más de 150 personas. La acción ha sido condenada transversalmente y Arabia Saudita prometió investigar el caso.