El presidente Recep Tayyip Erdogan acusó este jueves (07.11.2019) a la UEFA de haber adoptado una "actitud discriminatoria" contra Turquía por haber abierto una investigación disciplinaria tras los saludos militares efectuados por sus jugadores en los partidos disputados en plena ofensiva turca en el norte de Siria.
"Los deportistas que representan a nuestro país en el extranjero son víctimas de una campaña de linchamiento desde el inicio de la operación", declaró Erdogan en una rueda de prensa en Ankara. "Rechazamos la actitud discriminatoria, injusta y política contra nuestra selección y nuestros clubes", añadió.
La UEFA anunció el 15 de octubre la apertura de una investigación disciplinaria contra Turquía sobre una potencial "provocación política" tras saludos militares realizados por sus jugadores en los partidos contra Albania y Francia, clasificatorios para la Eurocopa 2020.
Los jugadores del equipo de Turquía efectuaron un saludo militar tras haber empatado contra Francia el 14 de octubre en París, un signo de apoyo a los militares que participan en la ofensiva de Ankara contra las fuerzas kurdas en el norte de Siria. Este gesto suscitó la indignación en Francia, donde varios responsables políticos pidieron la anulación del partido tras un primer saludo militar realizado por los jugadores turcos en el duelo contra Albania unos días antes.
Los medios de comunicación progubernamentales turcos entraron en la polémica, publicando fotos del delantero francés Antoine Griezmann dirigiendo un saludo militar a su presidente Emmanuel Macron. "Cuando uno de los deportistas de Macron hace un gesto delante de él, ¿no le imponen ninguna sanción?", dijo indignado Erdogan, defendiendo el derecho de los atletas turcos "de saludar a nuestros soldados tras una victoria". (afp)
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Crisis humanitaria en Siria tras ofensiva turca
Las personas desplazadas por los combates en el noreste de Siria tratan de sobrevivir en escuelas y casas abandonadas. Las ONG se han ido y la gente hace colas por horas para conseguir pan.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Primera parada
Fuentes de la ONU aseguran que más de 200.000 personas han dejado sus hogares en el noreste de Siria desde que Turquía lanzó su ofensiva, el 9 de octubre. Desde entonces, la ciudad fronteriza de Ras al Aín ha pagado los costos debido a los ataques armados de milicias proturcas y bombardeos aéreos. La ciudad permanecerá bajo control turco tras un acuerdo alcanzado en Sochi entre Rusia y Turquía.
Imagen: DW/K. Zurutuza
"Lo perdimos todo"
La mayor parte de los que huyeron son kurdos. Aquellos que permanecen en la ciudad son casi todos árabes que siguen en contacto por teléfono con sus antiguos vecinos. "Me dijeron ayer que los islamistas estaban saqueando nuestras casas. Lo perdimos todo", contó este hombre a DW.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Cada miga ayuda
Las fuerzas del régimen de Bashar al Assad están estacionadas a pocos kilómetros de Tal Tamr. Como consecuencia, las ONG que estaban instaladas en la región decidieron abandonarla en los últimos días. Los desplazados internos llegados desde Ras al Aín y de las villas vecinas dependen enteramente de la ayuda que les entregan las ONG locales, que luchan para hacer frente a la crisis.
Imagen: DW/K. Zurutuza
No se puede ir lejos
Además de Tal Tamr, otras localidades de los alrededores también albergan a cientos de desplazados. "Se están instalando en aldeas desocupadas, muchas de ellas ubicadas demasiado cerca de zonas controladas por las milicias proturcas o células dormidas del Estado Islámico", dice a DW Hassan Bashir, coordinador de una ONG local.
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Ansiada comida
Este desplazado interno árabe de Ras al Aín tiene cuatro esposas, y deberá buscar una fórmula para alimentar a todos sus hijos, pues la escasez de comida ha forzado a las ONG a ofrecer solo una ración por familia. "No es culpa de ellos, son solo niños", dijo el hombre a DW, después de recibir solo una bolsa con raciones alimenticias.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Se acabó la escuela... ¿para siempre?
La escuelas han estado cerradas en el noreste de Siria desde que comenzó la ofensiva, y muchas de ellas son ahora hogar para los desplazados internos. Aquellos que puedan pagarlo, se trasladarán a ciudades como Al-Hasaka, ubicada unos 80 kilómetros al sur, pero otros tendrán que hacer frente a las condiciones extremas de una ciudad fronteriza expuesta a los ataques.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Lo más parecido a casa
Cincuenta familias kurdas de Ras al Aín viven ahora en esta escuela abandonada en Tal Tamr, donde carecen de agua y electricidad. A medida que las condiciones sanitarias empeoran, los expertos ven crecer la posibilidad de un brote de cólera y otras enfermedades. "Si seguimos así, vamos a tener una enorme crisis humanitaria", dijo un médico local a DW.