1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Presos políticos en Nicaragua: “están cayendo en el olvido”

5 de mayo de 2021

Hay 115 presos políticos en Nicaragua. Algunos de ellos desde abril de 2018 y en graves condiciones de salud. Organizaciones de la sociedad civil piden en Bruselas una mediación humanitaria con el gobierno de Ortega.

Proteste in Nicaragua
Imagen: Reuters/O. Rivas

"Para las familias que tienen un miembro en las cárceles de Nicaragua, cada día cuenta para poder salvar su vida”, dice a DW Elektra Lagos, activista de la Red Internacional de Derechos Humanos (RIDH), con sede en Ginebra y Bruselas.

En este momento, hay 115 prisioneros que fueron detenidos en el contexto de las protestas que comenzaron en abril de 2018. El 61% de ellos perdieron su libertad entre el 2020 y el 2021; el 39% fueron capturados entre el 2018 y el 2019. Del total, hay 36 personas que fueron liberadas en 2019 y luego volvieron a ser detenidas.

Completamente inhumano

"Su situación es completamente inhumana. Su tortura va desde la falta de alimentos y acceso al agua e instalaciones sanitarias hasta humillaciones y violencia sexual. Lo peor es que se les niega, expresamente, la atención médica, aunque hay algunos crónicamente enfermos también debido a golpes y heridas sufridos durante su detención”, sigue Lagos.

A falta de reportes de organismos internacionales y de información oficial, los datos que se recogen en el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas de Nicaragua provienen de redes sociales, de denuncias, de informes de los familiares. "En este mismo momento, 16 de ellas están recluidas en alas de máxima seguridad y llevan varios meses en celdas de castigo”, añade Lagos.

En general, la información que dan los que han sido excarcelados -como, recientemente, los de la isla de Ometepe- dista mucho de ser esperanzadora.

¿Presos políticos en el olvido?

"La represión tanto a los presos políticos como a los ex presos políticos es sistemática”, cuenta a DW, por su parte, Justine Coppens, estudiante de magisterio. Entre 2018 y 2019, Justine Coppens integró la campaña en la Unión Europea por la liberación de los estudiantes presos políticos. Entre ellos se cuenta su prima, la belgo-nicaragüense Amaya Coppens. Liberada y vuelta a capturar, salió libre en diciembre de 2019. Desde entonces, Amaya Coppens, estudiante de medicina, vive en la clandestinidad.

Imagen: DW/M. Banchon

"En Bruselas, debido al enfoque en la situación política y las reformas electorales que deberían hacerse este mes con vistas a las elecciones de noviembre de 2021, los presos políticos están cayendo en el olvido”, sigue Lagos.

Su organización se encuentra abogando en las instituciones europeas por una mediación humanitaria. Cabe recordar que, desde octubre de 2019, penden sanciones selectivas de la Unión Europea (UE) sobre funcionarios nicaragüenses, por violaciones a los derechos humanos. Por otro lado, Nicaragua y otros cinco países de la región tiene con la UE, desde 2012, un Acuerdo de Asociación.

Elektra Lagos, representante de la Red Internacional de Derechos Humanos (RIDH)Imagen: Mirra Banchón/DW

"Debido a la desconfianza del gobierno a las organizaciones internacionales, pensamos que desde la UE se puede apoyar un mediador neutral para conseguir su excarcelación. Y no es que por buscar el diálogo estemos dejando de apoyar la búsqueda de justicia. Pero cada día cuenta y nuestro enfoque, para el que tocamos puertas en las instituciones europeas, es humanitario: a los que están en las cárceles de Nicaragua ni sus familiares pueden hacerles llegar medicinas”, concluye.

 

Ir a la siguiente sección Descubra más