En un comunicado conjunto, la Policía de Constanza y la Fiscalía de Ravensburg, con sede en el Estado federado de Baden-Wurtemberg, anunciaron que un alemán de 55 años fue arrestado este viernes (29.9.2017) bajo sospecha de haber envenenado tarros de comida para bebés y de haber amenazado con contaminar otros veinte productos alimenticios en supermercados de grandes cadenas comerciales si no recibía una suma de dinero aún no especificada, pero superior a los diez millones de euros.
Después de que las autoridades hicieran público el intento de chantaje el pasado jueves (28.9.2017) y difundieran una imagen del presunto extorsionador, tomada por las cámaras de seguridad de un supermercado, miles de ciudadanos ofrecieron pistas que, según la Policía, contribuyeron a la detención del sospechoso. La amenaza en cuestión fue tomada "muy en serio” desde el principio, señalan los gendarmes. Las amenazas fueron dirigidas a las principales cadenas de supermercados y droguerías alemanas.
Para demostrar la seriedad de sus intenciones, el extorsionador informó que había repartido varios frascos de comida para bebés contaminados en tiendas de la ciudad de Friedrichshafen. La Policía logró incautar los frascos en cuestión. La sustancia empleada para contaminar los tarros de comida infantil fue etilenglicol, un compuesto químico incoloro y ligeramente dulce que se utiliza, por ejemplo, como anticongelante. A pesar del arresto, la Policía de Constanza le recomendó a los consumidores estar alerta al hacer sus compras.
Según el vocero de la gendarmería de Constanza, Markus Sauter, la ciudadanía debe prestar atención a indicios de que los alimentos comprados puedan haber sido manipulados e informar a la Policía si tiene dudas, aun cuando nada apunta a que el detenido colocó otros productos contaminados en las estanterías de los supermercados. Las autoridades proveerán mayor información a lo largo del fin de semana. De momento lo que se sabe del sospechoso es que se ha rehusado a hacer declaración alguna y que las evidencias hasta ahora recogidas hablan cada vez más alto en su contra.
ERC ( EFE / dpa )
¿Qué comen los alemanes? Eso quiso averiguar el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura por medio de un estudio. Los resultados son sorprendentes. Acá tenemos el Informe de Alimentación 2016.
Imagen: ColourboxSí, los alemanes adoran la pizza. El 14 por ciento de los consultados dijo que la preparación italiana era su favorita a la hora de sacar tenedor y cuchillo. Si es preparada fresca en un restaurante o comprada congelada en un supermercado no es tema. Da igual. Lo importante es que sea pizza.
Que el 15 por ciento de los consultados respondiera que su plato favorito era la ensalada resultó una sorpresa para los investigadores. Ya sea como plato principal o mero acompañamiento, en la cocina actual un plato de ensalada es casi obligatorio. Una mayor preocupación por la salud podría tener relación con este amor desatado por las verduras.
Increíblemente, el 16 por ciento de los alemanes consultados respondió que los platos en base a pescado eran sus favoritos. Una decisión inteligente, pues los pescados ofrecen un aporte nutricional muy importante. Quizás el ingrediente más destacado sea el Omega-3, que fortalece el sistema inmune.
Siempre las verduras han estado entre las principales predilecciones de los alemanes a la hora de preparar un buen plato de comida. El 18 por ciento las considera su alimento preferido. Muchos quieren alimentarse sanamente y dan importancia al hecho de que las verduras ayudan a prevenir enfermedades cardíacas. Además, muchas tienen buen sabor.
Sin papas en Alemania nada funciona. Con un 18 por ciento de las preferencias, los tubérculos son tan adorados como las verduras en su conjunto. Las papas entregan una larga sensación de saciedad y son puro disfrute bajo en calorías. Es difícil imaginar un plato servido en una casa alemana sin patatas en cualquiera de sus variantes: fritas, cocidas, asadas, rellenas, en trocitos...
Con un 35 por ciento de las menciones, las pastas y espaguetis ocupan uno de los lugares más altos en el podio de las preferencias de los alemanes. Y eso, a pesar de que las pastas en abundancia suelen depositarse en el abdomen. Cien gramos de ellas aportan, según la Sociedad Alemana de Nutrición, 154 calorías. Si a eso sumamos una salsa, quedamos con un plato aún más "nutritivo".
Pero el primer lugar de la encuesta lo obtuvo un clásico de la cocina alemana: la carne. El 83 por ciento de los consultados dijo comer varias veces en la semana algo relacionado con ella. Chuletas, filetes, pollos... Lo que venga será bienvenido. Para el 47 por ciento de los hombres alemanes la carne es imprescindible. Solo el 22 por ciento de las mujeres opina igual.
