Los líderes de la Unión Europea y la Liga Árabe iniciaron este domingo (24.02.2019) su primera cumbre conjunta en el balneario egipcio de Sharm el-Sheik con el objetivo de mejorar la cooperación en materia de migración, terrorismo y comercio. El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, abrió los dos días de negociaciones con un llamamiento a actuar de forma más contundente frente al terrorismo.

"El peligro del terrorismo se ha extendido por todo el mundo como una plaga perniciosa", dijo a los asistentes. "Hoy tenemos una gran necesidad de afirmar nuestra cooperación contra este peligro y estar unidos contra esta plaga, que no puede justificarse bajo ningún concepto", añadió. Su país ha sufrido especialmente esa plaga.

El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, enumeró a la prensa los "puntos de desacuerdo" entre ambos bloques: los conflictos de Siria, Yemen, Israel y Palestina, además de la cuestión de Irán. El rey Salman bin Abdelaziz de Arabia Saudí acusó por ejemplo a Irán de ser "una amenaza directa" para las naciones que participan en la cumbre de países árabes y de la Unión Europea, inaugurada hoy en Egipto.

Migración "segura"

En su discurso inicial, al Sissi también sugirió que la UE y los países árabes cooperarían en lo que él llamó migración "segura".  El tema de la migración fue central en el discurso de Donald Tusk, jefe del Consejo Europeo. "Debemos trabajar juntos: países de origen, tránsito y destino para romper el modelo comercial de contrabandistas y traficantes que atraen a las personas a viajes peligrosos y alimentan la esclavitud moderna", dijo Tusk.

Tusk reconoció en su discurso que existen diferencias entre ambos bloques, pero subrayó que árabes y europeos, como "vecinos", no deben dejar los retos comunes a "potencias globales lejos" de la región. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, destacó la importancia de la cumbre, pero admitió que hubo desacuerdos entre las partes. "Creo que esta cumbre es en sí misma un éxito: el hecho de que suceda y que la establezcamos para el futuro", dijo Mogherini. "No estaremos de acuerdo en todo, como es normal entre amigos y socios", concedió.

Tras la ceremonia de apertura de la cumbre, los asistentes celebraron una sesión a puerta cerrada para mejorar la asociación entre la UE y los países árabes y abordar los desafíos mundiales. La reunión de alto nivel de monarcas y jefes de estado y de gobierno se produce cuando algunos países árabes enfrentan crisis económicas y políticas y Europa vive un aumento del nacionalismo y los sentimientos anti-inmigración.

Sonadas ausencias

La cumbre atrajo una fuerte asistencia. La canciller alemana, Angela Merkel, voló a Sharm el-Sheikh poco después del inicio del evento, justo a tiempo para la foto de familia con todos los asistentes. Dos polémicos líderes árabes no se presentaron. El poderoso príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, envió a su anciano padre, el Rey Salman, a asistió en su lugar. Varios países occidentales se han distanciado del heredero desde la muerte del periodista disidente saudí Jamal Khashoggi.

Otro ausente es el presidente sudanés Omar al-Bashir, contra quien la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto por cargos de crímenes de guerra. Desde hace semanas, Al-Bashir ha enfrentado las mayores protestas callejeras contra su régimen desde que tomó el poder en 1989. Su diputado Bakri Hassan asiste a la reunión en Egipto en su nombre.

Mientras tanto, el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, expresó su preocupación por la escena de los derechos humanos en muchos estados árabes. "Tenemos que hablar con todos, pero hay que hablar abiertamente, sin exagerar el tema de los derechos humanos, pero no se debe subestimar", dijo a los periodistas en este centro turístico del Mar Rojo.

lgc (dpa/efe)

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