Un opositor islamista y uno laico perdieron la vida por muerte violenta en las últimas veinticuatro horas en Egipto, donde miles de personas volvieron a manifestarse a favor de reformas y en contra del presidente, Hosni Mubarak. Según observadores locales, las dos muertes marcan el inicio de una campaña de represión del régimen contra la oposición, que hasta ahora sólo sufría detenciones de sus simpatizantes.

Las protestas de hoy, organizadas de manera simultánea en diferentes partes del país, dieron pie a una violencia sin precedentes en los últimos años en el juego político interno. En una manifestación organizada por los ilegalizados Hermanos Musulmanes en la localidad de Talja, en el Delta del Nilo, un simpatizante murió en un enfrentamiento con la policía en el que también resultaron heridos cuatro oficiales y veintiséis soldados, reconoció el ministerio del Interior. Otras doscientas personas fueron detenidas durante la protesta.

El incidente coincidió con manifestaciones también organizadas hoy por los Hermanos Musulmanes en tres mezquitas de El Cairo y en las que participaron unas cinco mil personas. Las convocatorias de protesta en la capital intentaron ser contrarrestadas por simpatizantes del gobernante Partido Nacional Democrático (PND), que se congregaron también en el lugar para gritar consignas a favor del mandatario. La nueva jornada de protesta fue, además, precedida ayer por otro incidente violento en el que murió un simpatizante del partido de la oposición laica El-Ghad (Mañana) murió y otros veinte resultaron heridos.

Según la oposición, el objetivo del ataque fue asesinar al líder de El-Ghad, un candidato para la presidencia. "Responsabilizo del ataque de ayer al presidente egipcio, Hosni Mubarak, siendo el líder del PND y del poder ejecutivo, y el responsable de los comportamientos de los servicios de seguridad", denunció el líder de El-Ghad, Ayman Nour, que se ha postulado como aspirante en las elecciones presidenciales previstas en septiembre. "Este agravamiento contradice la constitución y la idea de enmendar la ley electoral (propuesta por Mubarak) (...) entre ellos (las autoridades) y nosotros media la sangre de la víctima que murió anoche", advirtió Nour en una rueda de prensa. Entre otras medidas, la oposición, tanto islamista como laica, exige la supresión de la ley de emergencia, que prohíbe el derecho de reunión y permite las detenciones indefinidas.