Pese a que el Tribunal Supremo Electoral fue claro al señalar que con las cifras que dio a conocer la madrugada del lunes (25.11.2013) no estaba declarando vencedores, pues faltan muchos votos por escrutar, los dos principales aspirantes a la presidencia de Honduras, Xiomara Castro y Juan Orlando Hernández, se autoproclamaron ganadores en las elecciones realizadas el domingo 24 de noviembre en el empobrecido país de Centroamérica.

El oficialista Hernández, del Partido Nacional, obtenía 34,27 por ciento de los votos, mientras que su principal rival, la izquierdista Xiomara Castro (del Partido Libertad y Refundación, LIBRE), sumaba el 28,67 por ciento. El representante del Partido Liberal, Mauricio Villeda, se quedaba con el 20,04 por ciento. Esto, con el 54,47 por ciento de los votos escrutados. Un 61 por ciento de los 5,3 millones de ciudadanos habilitados para votar participaron en el proceso.

El Tribunal Supremo Electoral fue especialmente cuidadoso en señalar que no estaba declarando ganadores con la información entregada. Su presidente, David Matamoros, recordó que “estos son datos preliminares”, pues más de 600 escuelas del país carecen de equipos para transmitir directamente sus resultados, así como tampoco los poseen los centros de votación instalados en Estados Unidos, donde vive un importante porcentaje de la población hondureña.

¿Dos presidentes?

El proceso político en Honduras se avizora especialmente complejo, pues al declararse vencedores los dos principales aspirantes a la presidencia, se caldean los ánimos y se enrarece el ambiente. Por eso, no extraña la masiva presencia de observadores internacionales en las elecciones, como una forma de garantizar la transparecencia del proceso. Entre estos se contaban representantes de la OEA, así como también de la Unión Europea.

El oficialista Hernández, apenas se conocieron los primeros resultados, señaló que “mañana mismo empezamos a trabajar para atender a la gente más humilde y pobre como se merece”. Sin embargo, esa algarabía no se tradujo en masivas manifestaciones en las calles de Tegucigalpa, quizás por la lluvia, quizás porque los ciudadanos son reacios a salir de noche, temerosos de la criminalidad que azota al país.

Mientras, Xiomara Castro, esposa del depuesto exmandatario Manuel Zelaya, aseguró que “claramente soy la presidenta de Honduras”, apelando a sondeos a boca de urna y a que todavía faltan muchos votos por contar. Su colaborador, Juan Barahona, añadió que “vamos a defender el triunfo, por la vía legal o en las calles, pero vamos a defenderlo”. En el comando de la candidata se habló de “fraude masivo”.

DZC (Reuters, BBC)