La cumbre entre los presidentes Santos y Chávez, y que tenía como principal objetivo el restablecimiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela, se llevó a cabo el martes (10.08.2010) en un lugar simbólico: la Quinta de San Pedro Alejandrino, en la ciudad de Santa Marta.

En esa hacienda pasó sus últimos días el libertador Simón Bolívar. El resultado del encuentro quedó plasmado en una “Declaración de Principios y un Mecanismo de Cooperación”, en la que ambos mandatarios “acordaron relanzar la relación bilateral, (…) con base en un diálogo transparente, directo, respetuoso y privilegiando la vía diplomática”.

Santos y Chávez anunciaron además la creación de cinco comisiones de trabajo para avanzar en la integración bilateral, particularmente en beneficio de las comunidades fronterizas: pago de la deuda y reimpulso de las relaciones comerciales, trabajar en un acuerdo de complementación económica entre ambos países, desarrollar un plan de trabajo de inversión social en la zona de frontera, el desarrollo conjunto de obras de infraestructura y por último, una comisión de seguridad.

Para el Dr. Carsten Wieland, analista político y ex director de la fundación Konrad Adenauer en Bogotá, “lo histórico de este encuentro es la base amplia de los acuerdos alcanzados. Éste es el primer paso hacia una institucionalización de las relaciones. Así mismo, el argumento económico de la reanudación de las relaciones bilaterales es muy válido”, dijo Wieland a DW-WORLD.

En ello está de acuerdo el politólogo Manuel Paulus, de la Universidad de Rostock. “Lo interesante de la Declaración de Santa Marta es que en primer lugar expresa la voluntad de reforzar el intercambio económico y la seguridad pasa a un segundo plano. Parece que decidieron que es más importante ahora poner el ámbito económico en primer lugar”, declaró a DW-WORLD el politólogo Paulus.

Prioridad: reanudar las relaciones económicas

“Los dos países se necesitan económicamente”, dice Paulus, de la Universidad de Rostock.

Según cifras oficiales, entre enero y mayo de 2010, las exportaciones colombianas sufrieron una caída del 71,4 % con respecto al mismo periodo del 2009. Y en ese sentido, para reanudar el casi inexistente intercambio comercial entre Colombia y Venezuela tres de las cinco comisiones apuntan a la normalización de las relaciones económicas.

El primer objetivo es agilizar el pago de la deuda de cerca de 800 millones de dólares por parte de Venezuela a exportadores colombianos, pero revisando, como indicó Santos, cuáles de esas cuentas son reales y cuáles ficticias. El segundo, se refiere a la creación de un marco jurídico que regule el comercio bilateral, y genere una integración económica entre ambos países. La tercera comisión busca generar proyectos conjuntos con alto impacto social en las zonas de frontera colombo-venezolana.

Sin duda, “ambos países se benefician más de este acuerdo, y con paz e intercambio económico que con la confrontación que han experimentado en las últimas semanas y quizás años”, señala Paulus. Para los dos expertos, tanto los venezolanos como los colombianos ya están cansados de la situación de conflicto entre los países vecinos. “Productos elementales, como leche y carne provienen de Colombia y son necesarios, porque la economía de Venezuela casi ya no los produce”, dice Wieland.

Pero más allá del restablecimiento de las relaciones diplomáticas y de la creación en papel de las comisiones de trabajo, para el analista político Wieland, “es muy importante que esas comisiones que han sido formadas sean activadas en el proceso diario entre los dos países. Es decir, que las comisiones fronterizas cooperen, también en el aspecto de seguridad de las fronteras”.

¿En que queda el tema de las FARC en territorio venezolano?

En la rueda de prensa luego del encuentro sin intermediarios y a puerta cerrada, tanto Santos como Chávez insistieron en que la base fundamental de las relaciones entre las “naciones hermanas” es la restitución del diálogo y de la confianza entre las partes. Ambos mandatarios declararon que al pasar la página de las relaciones bilaterales ya no mencionarán el tema que dio lugar al rompimiento de las relaciones diplomáticas el pasado mes de julio: la acusación de Colombia ante la OEA del apoyo del presidente venezolano a la guerrilla de la Farc en su territorio.

“Yo creo que Chávez está jugando un doble juego, y que no va a terminar de apoyar a las FARC. Pero en un nivel más político y diplomático está buscando un tono más conciliador con Colombia en este momento. Y Santos ha tomado una buena decisión al aceptarlo, a pesar de esas ambigüedades”, dice Carsten Wieland.

En ese sentido, la posibilidad que tiene ahora el presidente Santos es “buscar una relación constructiva con Chávez para alcanzar la meta de luchar contra la presencia de las FARC en Venezuela. Y si Santos logra encontrar con Chávez intereses comunes que pueden ser cotidianos, tal vez Chávez reduzca su apoyo a esa guerrilla. Pero si no funciona, creo que ambas partes van a volver al enfrentamiento”, puntualiza Wieland.

Manuel Paulus tampoco descarta la posibilidad de una nueva ruptura de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia. Sin embargo, “por el momento no le conviene ni a Chávez ni a Santos. Y con la manera como solucionaron este conflicto, creo les queda mejor tanto para el inicio de la presidencia de Santos como para las elecciones legislativas que se realizarán a finales de septiembre en Venezuela”.

Ambos expertos alemanes coinciden por último, en que es importante que el contacto directo entre los presidentes Santos y Chávez se mantenga, así como que sigan interesados en ahondar en las relaciones bilaterales constructivas.

Autora: Cristina Mendoza Weber
Editor: Pablo Kummetz