Pro y contra de acuerdo entre Serbia y Kosovo
21 de abril de 2013 Estaban aliviados, pero júbilo no mostró ninguno de los dos. Ésta es la impresión de la mayoría de periodistas kosovares y serbios que asistieron en Bruselas a la firma del acuerdo para la normalización de las relaciones entre Serbia y Kosovo entre el primer ministro serbio, Ivica Dacic, y su homólogo kosovar, Hashim Thaci.
“Éste es un primer acuerdo, histórico, entre Serbia y Kosovo. Con él, Serbia reconoce la absoluta soberanía y la integridad territorial de Kosovo. Con ello empieza la normalización de las relaciones”, dijo el primer ministro Thaci. Dacic fue, en cambio, un poco más reservado: “Ésta ha sido la mejor propuesta que hemos conseguido en nuestro diálogo. Mi firma, sin embargo, no significa que la hayamos aprobado”.
Amplio apoyo
Los gobiernos de Belgrado y Prístina tienen plazo hasta el 22 de abril para enviar a Catherine Ashton, Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, una confirmación. Las primeras reacciones en ambos países muestran que este acuerdo, logrado con apoyo de la diplomacia europea, recibirá un amplio respaldo tanto en Serbia como en Kosovo.
El acuerdo, dice la presidenta kosovar, Atifete Jahjaga, “aportará a la paz y la estabilidad de las relaciones en toda la región”. También la opositora Alianza para el Futuro de Kosovo –liderada por el ex primer ministro Ramush Haradinaj– lo apoya. Con ello está asegurada una cómoda mayoría para su aprobación en el Parlamento.
No obstante, los dos grandes partidos opositores –la Liga Democrática de Kosovo y Vetevendosje (Autodeterminación)– hablan de que el acuerdo es “una traición al país y el comienzo de la fundación de una nueva república serbia en los Balcanes, semejante a la república Srpska en Bosnia y Herzegovina”. Anuncian protestas y manifestaciones.
Tratamiento especial para serbios
El motivo: el acuerdo, que consta de 15 puntos, prevé que las cuatro comunidades del norte del país, habitadas casi exclusivamente por serbios, se unan en una sola. Esta región recibe derechos y permisos especiales en cuanto a autoridades, educación, sanidad y cultura. El financiamiento vendrá del gobierno de Prístina. La Policía y la Justicia formarán parte del sistema de derecho kosovar.
Esto para la oposición serbia –como la del Partido Democrático liderado por el ex primer ministro Vojislav Kostunica– representa un reconocimiento de Kosovo como Estado. En su opinión, el acuerdo es una traición a los intereses serbios. Tanto Kostunica como otros líderes de movimientos nacionalistas anuncian protestas.
Ejecución y reconocimiento
Como fuere, el acuerdo es apoyado por buena parte de la población serbia. Tanto Dacic como otros líderes de la cúpula de su partido también respaldan el proyecto. Con ello, su aprobación definitiva está casi asegurada.
Analistas en Belgrado y Prístina advierten de los desafíos y las dificultades que traerá su puesta en práctica, sobre todo debido a la oposición de los serbios del norte de Kosovo. “En su ejecución van a apoyar las fuerzas KFOR de la OTAN, la misión de la Unión Europea Eulex y fuerzas del gobierno kosovar. Serbia también tomará medidas de apoyo”, anunció el Thaci. Hasta el 26 de abril se espera en Bruselas la conformación de una “Comisión para la ejecución del acuerdo”.
Al final de las negociaciones se logró esclarecer otro punto conflictivo. Ambas partes pudieron ponerse de acuerdo en que “no se estorbarán ni impedirán mutuamente en su proceso de acercamiento a la Unión Europea”.
Esto en Kosovo nutre la esperanza de un mayor reconocimiento del país. Hasta este momento, 100 países lo han reconocido; de ellos, 22 de los 27 países de la UE. Prístina espera que ahora también España, Grecia, Rumania, Eslovaquia y Chipre empiecen a ver a Kosovo como el nuevo país de Europa.
Autor: Bahri Cani (MB)
Editor: Diego Zúñiga