1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Profeta fuera de su tierra

Eva Usi24 de mayo de 2004

El lingüista, filósofo y crítico estadounidense Noam Chomsky recibió el premio Carl von Ossietzky, que honra la obra de uno de los pensadores más relevantes de nuestro tiempo.

Laureado y criticado: Noam Chomsky.Imagen: AP

Aclamado como la eminencia gris de la izquierda estadounidense, Noam Chomsky es probablemente el crítico más incendiario de la actual administración estadounidense y del poder de las multinacionales. El pensador de 75 años recibió el premio Carl von Ossietzky que otorga la ciudad de Oldenburg cada dos años a personalidades que se distinguen por su obra política. Chomsky es el undécimo portador del premio que está dotado con 10.000 euros.

El traductor al alemán de la obra del filósofo, Michael Schiffmann, calificó a Chomsky como profeta desconocido en su propia patria. Schiffmann destacó que por un lado el pensador es elogiado por los medios estadounidenses como el intelectual vivo probablemente más importante del mundo y por otro, es censurado por su exacerbada crítica al sistema y a la política estadounidense.

Ideas con principios éticos

Imagen: AP

La guerra en Vietnam marcó el inicio del activismo político de Chomsky. En 1967 fue encarcelado junto con otros intelectuales por participar en las manifestaciones que tuvieron lugar frente al Pentágono y la Secretaría de Justicia. En 1996 escribió un artículo titulado “La responsabilidad de los intelectuales”, en donde advierte que éstos están en condiciones de hacer públicas las mentiras de los gobiernos y analizar las causas y motivos de los hechos. “Al menos en el mundo occidental, los intelectuales tienen el poder que les da la libertad política, el acceso a la información y la libertad de expresión”, señala.

Como científico se le considera fundador de la llamada ‘Gramática Generativa Transformacional’, que ha revolucionado la lingüística. Dicha teoría sostiene que el lenguaje es consecuencia de una facultad humana innata y que por lo tanto, la finalidad de la lingüística consiste en determinar las propiedades universales para establecer una gramática universal que explique el amplio espectro que abarca a todas las lenguas humanas.

Imagen: AP

Obras de obligada lectura

Chomsky ingresó al Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT, en 1955 y se le conoce como profesor, escritor y crítico de la sociedad, la economía y la política mundial. Entre su bibliografía se cuentan obras de obligada lectura, como son: La segunda guerra fría (1984), La quinta libertad (1988), El miedo a la democracia (1992), El nuevo orden mundial (1996), Año 501. La conquista continúa (1992), Mantener la chusma a raya (1994), La aldea global (1997), entre otros.

Al definir “Estado ilegal”, título de su último libro, Chomsky delinea dos significados. “Al igual que el término ‘propaganda’, varía si es propia o del enemigo. Mala propaganda es la del enemigo, la propia se traduce como explicación, como sucede en Israel. Lo mismo sucede con un ‘estado ilegal’, si el gobierno estadounidense la usa, se trata de un enemigo de Estados Unidos, como Cuba. Pero si se aplica según su definición, un estado que rechaza sus obligaciones internacionales, que actúa unilateralmente y se abre paso violentamente, a todas luces Estados Unidos es el estado ilegal, por ser el país más poderoso y extremo en la violación de las leyes internacionales, y su rechazo a las resoluciones del Consejo de seguridad de la ONU”, afirma.

La guerra contra Irak

Imagen: AP

El filósofo ha sido uno de los críticos más agudos de la guerra en Irak. Chomsky pone en duda que haya sido exclusivamente el interés en el crudo iraquí el motivante de la intervención militar, pero sostiene que el Medio Oriente será durante mucho tiempo la región más peligrosa y de mayor potencial explosivo del mundo

La distinción otorgada por la ciudad de Oldenburg, recuerda el legado político del periodista y pacifista alemán, Carl von Ossietzky, quien se opuso decididamente al nazismo. Cuando le otorgaron el Premio Nobel de la Paz en 1935, Hitler tomó el galardón como una ofensa y prohibió que en adelante los ciudadanos alemanes aceptaran tal reconocimiento. Ossietzky fue encerrado en un campo de concentración en donde recibió la noticia de la distinción que jamás pudo recibir pues murió en 1938 de tuberculosis.

Ir a la siguiente sección Descubra más