Vetan mítines de "chalecos amarillos" en los Campos Elíseos
22 de marzo de 2019
La medida tiene como objetivo evitar saqueos y destrozos en locales de la icónica avenida de París, como los que tuvieron lugar en días pasados.
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Las autoridades francesas anunciaron este viernes que se han prohibido el sábado las manifestaciones en los Campos Elíseos de París, así como en áreas céntricas de otras ciudades como Burdeos, Toulouse, Marsella o Niza para evitar nuevos altercados durante las protestas de los "chalecos amarillos".
La Prefectura de Policía de París especificó en un decreto que están vetadas las manifestaciones en la avenida de los Campos Elíseos, en la plaza del Arco del Triunfo y en las cercanías tanto del Elíseo -sede de la Presidencia francesa-, como de la Asamblea Nacional.
La decisión se toma para impedir que las movilizaciones de los "chalecos amarillos", que este sábado cumplen su décimo novena jornada, degeneren en los disturbios quela semana pasada acabaron en saqueos o destrozos de decenas de locales en los Campos Elíseos, y en más de 200 detenciones.
El primer ministro, Édouard Philippe, anunció este lunes que se iban a aplicar prohibiciones desde el momento en que se tuviera conocimiento de "la presencia de militantes ultra" con voluntad de causar destrozos.
El entonces responsable de la Prefectura, Michel Delpuech, fue destituido y reemplazado por Didier Lallement, y el Ejecutivo, que ha admitido fallos en el anterior dispositivo de seguridad, ha exigido a este último "impunidad cero" contra los violentos.
La revisión de la estrategia gubernamental para impedir que la situación se escape a su control incluye el despliegue de más militares de la operación antiterrorista Sentinelle para proteger sobre todo edificios oficiales.
Ante las denuncias de una parte de la oposición y de algunos abogados que consideran peligroso que pueda haber choques entre los militares de Sentinelle y manifestantes, miembros del Gobierno e incluso el presidente, Emmanuel Macron, intervinieron para intentar desactivar la polémica.
Desde Bruselas, donde participaba en el Consejo Europeo, Macron criticó a "los que juegan a hacerse miedo y a dar miedo" en lo que consideró un "falso debate" porque lo que se ha decidido es utilizar más militares de Sentinelle "para su misión, la lucha contra el terrorismo y la vigilancia de lugares sensibles".
Se trata así -añadió- de "descargar" de esas funciones a policías y gendarmes para que se puedan ocuparse del mantenimiento del orden frente a los "chalecos amarillos".
La ministra de Defensa, Florence Parly, insistió, en una entrevista a la emisora "France Info", en que "nunca los militares del Ejército francés dispararán contra los manifestantes porque no tienen como misión el mantenimiento del orden", que corresponde a policías y gendarmes.
En los cortejos que tengan lugar fuera de los perímetros vetados, se han prohibido artículos pirotécnicos, sustancias inflamables u objetos destinados a cubrir el rostro para evitar ser identificados, entre otros. Quienes no lo respeten serán multados.
EL(efe, dpa)
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¿Por qué protestan los "chalecos amarillos" en Francia?
Las concesiones del presidente Emmanuel Macron no han logrado disipar las protestas, marcadas por la violencia. Acá revisamos una cronología de estas manifestaciones, que se han tomado las calles francesas.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
Caída libre de Macron
Desde que fue elegido, en mayo de 2016, la popularidad de Emmanuel Macron no ha parado de caer, no solo por sus discutidas políticas financieras sino también por su actitud, que muchos consideran arrogante. Pero fue su propuesta de subir el impuesto a los combustibles, una medida ambientalista, la que desató los problemas. Un video que se volvió viral acusó a Macron de estar "cazando conductores".
Imagen: Reuters/C. Platiau
Protestas a nivel nacional
El malestar, aireado primero en redes sociales, pasó a las calles: más de 290.000 personas protestaron, el 17 de noviembre de 2018, usando los fosforescentes chalecos amarillos que los conductores galos deben tener en sus vehículos por ley. Al menos una persona murió y más de 150 fueron detenidas. Coordinados a través de redes sociales, los "chalecos amarillos" carecen de estructura y liderazgos.
Imagen: Reuters/E. Gaillard
Choques y destrucción
El Gobierno de Macron dijo que mantendría su curso, y las marchas continuaron. El 24 de noviembre, unas 100.000 personas protestaron en todo el país, de ellas, 8.000 en París, donde se desató la violencia. La Policía se enfrentó con manifestantes en los Campos Elíseos (foto) usando gases lacrimógenos y cañones de agua. Los daños a la propiedad fueron estimados en más de un millón de euros.
Imagen: Reuters/B. Tessier
Concesiones ante la presión
Los "chalecos amarillos" se convirtieron en un problema para Macron. Si bien al comienzo se negó a ceder, luego propuso ajustar la medida según el precio del petróleo. Los manifestantes no se mostraron satisfechos y volvieron a las calles el 1 de diciembre, desatando el caos. Macron convocó un comité de crisis y el 5 de diciembre, en medio de amenazas de más protestas, descartó el impuesto.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Guay
París bloqueado
Macron, sin embargo, se negó a restituir el impuesto a la riqueza y rechazó otros pedidos de los manifestantes, que exigen su renuncia. Es difícil clasificar a los "chalecos amarillos", toda vez que tienen apoyo de extremistas de derecha e izquierda. El 8 de diciembre hubo protestas a nivel nacional. Vehículos blindados tomaron las calles de París cuando buena parte de la ciudad quedó bloqueada.
El 10 de diciembre, Macron respondió con un discurso televisado desde el Palacio del Elíseo. Más de 21 millones de personas vieron el tono conciliatorio que adoptó el mandatario, quien aceptó su parte de la responsabilidad en la crisis. Introdujo nuevas medidas, incluyendo un alza del salario mínimo, pago de horas extraordinarias libres de impuestos y exenciones fiscales a los jubilados.
Imagen: Reuters/L. Marin
Descontento en el vecindario
Mientras tanto, las protestas de los "chalecos amarillos" traspasaron las fronteras y llegaron a Bélgica, donde los manifestantes expresaron su malestar por los altos impuestos y los precios de los alimentos, así como los bajos salarios y pensiones. Agentes antidisturbios respondieron con cañones de agua, luego de que los manifestantes lanzaran piedras contra la oficina del primer ministro.
Imagen: Reuters/Y. Herman
Calma de fin de año
Las protestas siguieron hasta fines de diciembre en Francia, aunque la masividad disminuyó visiblemente. Eso no desalentó a los líderes oficiosos del movimiento, que usaron las redes sociales para llamar a continuar con las movilizaciones. En la víspera del Año Nuevo, varias celebraciones parisinas contaron con personas que, en ánimo festivo, se unieron a la fiesta con "chalecos amarillos".
Imagen: Reuters/C. Hartmann
Prometen seguir en 2019
Cualquier esperanza de que el cambio de año calmaría las aguas se disiparon cuando, el 5 de enero, una nueva ronda de protestas congregó a unas 50.000 personas, más que las últimas de 2018, aunque menos que en los inicios del movimiento. En París, algunos manifestantes se enfrentaron con la Policía, incendiaron vehículos y atacaron edificios gubernamentales. Macron condenó la violencia.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
También puede haber protestas pacíficas
Vistiendo chalecos amarillos, varios cientos de mujeres marcharon por París este 6 de enero, en un esfuerzo por restaurar la imagen pacífica de las protestas. En un momento de la manifestación, las mujeres se pusieron de rodillas para recordar con un minuto de silencio a las diez personas muertas y a aquellos que han resultado heridos desde que comenzó el movimiento.